#Tiroiditis secundaria a infección por #Covid19 | Por: @rigotordoc
La investigación reciente de COVID-19 se ha centrado en cómo la enfermedad afecta la probabilidad de que una persona desarrolle otras afecciones. Investigadores de la Universidad de Milán, Italia, han encontrado un vínculo entre la disfunción tiroidea y el COVID-19, e incluso un año después de infecciones moderadas a severas, todavía tenían evidencia de disfunción tiroidea, según un estudio presentado en el 24º Congreso Europeo de Endocrinología en Milán, Italia, en mayo de 2022.
COVID-19 modifica la función tiroidea en una variedad de niveles diferentes, incluido el síndrome de enfermedad no tiroidea, una combinación compleja de mecanismos adaptativos y desadaptativos que inducen alteraciones transitorias de las pruebas de función tiroidea en personas gravemente enfermas, alteraciones del eje hipotálamo-hipófisis-tiroides, que puede llegar a desencadenar una inflamación de la glándula tiroides, llamada tiroiditis”. Estudiaron a 100 pacientes ingresados en el hospital por COVID-19 grave.
Tras el análisis de sus hormona estimulante de la tiroides (TSH) y otros indicadores, encontraron una ocurrencia frecuente de tiroiditis en esa población de pacientes. Sin embargo, la tiroides de los pacientes volvió a los niveles normales poco después de recuperarse de la COVID-19. Luego, los investigadores examinaron a los mismos pacientes 12 meses después y descubrieron que las regiones de tiroiditis permanecían visibles a través de la ecografía tiroidea en la mitad de la población de pacientes.
También encontraron que cuatro de cada seis pacientes habían disminuido la captación de radiotrazadores como yodo radiactivo, lo que es un sello distintivo de la tiroiditis. Es importante tener presente esto en aquellos pacientes que han padecido infecciones moderadas a severas de COVID-19.
