El consumo moderado de café, con o sin azúcar, se asoció con un menor riesgo de muerte | Por: @rigotordoc
Beber unas cuantas tazas de café al día, incluso con azúcar, se vinculó con un menor riesgo de muerte, mostró una nueva investigación publicada en Annals of Internal Medicine el 31 de mayo de 2022. Las personas que bebían una cantidad moderada de café todos los días, ya sea solo o endulzado con una cucharadita de azúcar, tenían un 30 % menos de probabilidades de morir por cualquier causa durante un período de 7 años en comparación con los que no bebían café, según los hallazgos de la cohorte UK Biobank, en el Reino Unido.
Los autores definieron niveles moderados de consumo de café como beber de 1 taza y media a 3 tazas y media de café y descubrieron que beber estos niveles de café con regularidad se asoció con un menor riesgo de morir por cualquier causa, por cáncer y por enfermedades del corazón. Además, el riesgo más bajo de morir asociado con niveles moderados de consumo de café era cierto INDEPENDIENTEMENTE de si se bebía café descafeinado, instantáneo o molido.
Los resultados fueron menos consistentes para las personas que usaron edulcorantes artificiales en su café. El estudio siguió a 171.616 participantes del Biobanco (edad media de 55,6 años) que no padecían enfermedades cardiovasculares ni cáncer cuando comenzó el estudio. Durante un período medio de seguimiento de 7 años, ocurrieron 3.177 muertes, incluidas 1.725 muertes por cáncer y 628 muertes cardiovasculares. Alrededor del 76% de los participantes eran bebedores de café.
La mayoría de las personas (55,4%) bebía café sin azúcar. El 14,3 % tomó azúcar en su café (un promedio de 1 cucharadita por taza o alrededor de 4 gramos) y el 6,1 % usó edulcorantes artificiales.
En general, las personas que bebían cualquier cantidad de café sin azúcar tenían menos probabilidades de morir por cualquier causa durante el período de seguimiento que las personas que no bebían café. Las personas que bebían de 1,5 a 3,5 tazas diarias de café, sin azúcar o con azúcar, tuvieron entre un 29 % y un 31 % menos de probabilidades de morir que las que no bebían café. Las asociaciones fueron similares cuando los investigadores se centraron solo en las muertes por cáncer o muertes cardiovasculares.
