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EKO: un nuevo estetoscopio integrado con el iPhone para médicos 2.0 | Por: @rigotordoc

La herramienta más tradicional y clásica del equipo médico – un estetoscopio – se reune con la más innovadora y portátil – un teléfono inteligente. Juntos, conforman un maravilloso equipo high tech 2.0 para oir, ver, analizar y registrar los latidos cardíacos.

El principio del estetoscopio no ha cambiado mucho en los últimos 200 años; desde su invención en Francia por el médico René Laënnec en 1816, ha sido un dispositivo que permite escuchar los latidos del corazón de una forma directa hasta el oído del médico para su interpretación y su parte más importante, es aquella que está entre las 2 olivas del dispositivo (el cerebro del médico).

Todo comenzó debido a la gran timidez de Laënnec y la vergüenza que sentía al acercar su oído al pecho de las pacientes. Se dice que un día del otoño parisino de 1816, Laënnec es requerido para visitar en su domicilio a una paciente cardiópata. Durante la visita, estando su esposo presente y la madre de la enferma, Laënnec, renunció a la auscultación que se hacía directamente con la oreja sobre el pecho de la paciente.

Tomó entonces Laënnec de su maletín un cuaderno de notas, enrolló el cuaderno a manera de tubo, rogó a la enferma que se despojara de nuevo de su blusa y, aplicando el cuaderno enrollado al pecho de la enferma, apoyó su oreja al otro extremo oyendo con nitidez los tonos y soplos de aquel joven corazón deteriorado como jamás en los demás enfermos lo había oído. Ese mismo día es cuando manda hacer un instrumento de madera, con las dos extremidades en forma de cono.

la-sci-sn-stethoscope-meets-smart-phoneEste nuevo dispositivo original de Eko Devices, una empresa con sede en Berkeley,  se cree que es el equipo de gente más jóven en conseguir aprobación de la FDA para un dispositivo médico Clase II. Los co-fundadores Jason Bellet (un Angelino), 23 años de edad, jefe de operaciones, Connor Landgraf de 25 años de edad, CEO y Tyler Crouch, de 23 años de edad, director técnico, todos recién graduados de la Universidad de Berkeley, han añadido una dimensión digital a la herramienta de siglos de antigüedad.

Llamado el Eko Core, su solución es un dispositivo que se conecta al estetoscopio típico y sube los datos de los latidos del corazón a la nube, permitiendo a los médicos analizar una gran cantidad de información.

EKO1El Eko Core transmite de forma inalámbrica los latidos cardíacos a una aplicación en el smartphone (actualmente iOS: iPhone/iPad), el cual, a su vez, puede guardar esos latidos grabados en la historia clínica electrónica del paciente. El registro de los latidos del corazón de un paciente puede ser visto como una forma de onda de sonido, así como escuchar el sonido a un nivel amplificado y compartirse fácilmente a través de un enlace seguro con cualquier otro médico/cardiólogo facilitando el diagnóstico de los soplos y problemas valvulares cardíacos, así como para una segunda opinión. También para el 70 por ciento de los pacientes pediátricos con soplos cardíacos sospechosos que son referidos innecesariamente a un cardiólogo, Eko será capaz de ahorrar miles de dólares en ecocardiogramas evitables.

EKO4La aplicación móvil que permite la transferencia y visualización deruidos patológicos, soplos, clicks, galopes y frotes del corazón humano está disponible en la tienda de aplicaciones de Apple. El dispositivo, la aplicación y la plataforma Web construido a su alrededor están diseñados para cumplir con la ley integral de privacidad del paciente llamada HIPAA.

Según el Dr. John Chorba, cardiólogo del Departamento de la Universidad de California San Francisco que lidera el ensayo clínico en curso del dispositivo Eko, el estetoscopio de nueva generación «captura los sonidos del corazón de una manera ágil que nunca se ha hecho antes, interconectandose a la perfección con nuestro examen tradicional sin requerir ningún esfuerzo adicional».

Chorba dijo que  él prefiere no utilizar características del Eko Core como la amplificación. Sin embargo, agregó, «hay muchas veces que me gustaría ser capaz de volver a escuchar los latidos del corazón de un paciente, y esto me da la oportunidad de hacer eso.»

Eko se está ejecutando en un proyecto piloto con los residentes de medicina interna en el Departamento de Medicina de la Universidad de Stanfor, donde todos los residentes van a utilizar el dispositivo de Eko Core como herramienta de formación. Actualmente, la compañía está lanzando el dispositivo (Core) al público por $ 199 o por $ 299 con un estetoscopio incluido.

Eko también está desarrollando un «algoritmo de apoyo a las decisiones» para ayudar a los médicos a interpretar lo que oyen, y para recoger los sonidos anormales del corazón. Llamado «Shazam para Heartbeats», la ayuda del médico digital se incluirá con la aplicación móvil después de someterse a una revisión de la FDA y completar ensayos clínicos.

Esta semana, un estudio presentado en la reunión anual del Colegio Europeo de Cardiología demostró descubrió que los cardiólogos no pudieron identificar más de la mitad de los soplos básicos y alrededor de un tercio de los avanzados cuando los escucharon en en cintas pregrabadas.

Los 1.098 especialistas en cardiología participantes en el estudio fueron reclutados entre 2011 y 2014 en las sesiones científicas anuales del Colegio Americano de Cardiología. Sin embargo, menos de la mitad pudo reconocer soplos pregrabados característicos de la estenosis aórtica, regurgitación aórtica, estenosis mitral o regurgitación mitral. Fueron un poco mejor en la identificación de soplos avanzados asociados con la válvula aórtica bicúspide, prolapso de la válvula mitral, la doble lesión estenosis aórtica y la doble lesión mitral.

Según el Dr. Patrick T. O’Gara, expresidente del Colegio Americano de Cardiología y un co-investigador en el estudio, «estos resultados confirman la opinión generalizada de que las habilidades de auscultación entre los cardiólogos se han erosionado con el tiempo».

Pero el estudio también encontró que el entrenamiento que conectaba los sonidos grabados a las imágenes ayudó mucho. Cuando los médicos escucharon 400 repeticiones de cada soplo mientras veían imágenes cardiacas (incluyendo las formas de las onda de sonido) asociados a esos soplos, aumentaron su capacidad para reconocer los soplos básicos a 88% y los avanzados a 93%.

Según el Dr. Chorba, para fines de educación médica, es un gran dispositivo. «Se pueden grabar los sonidos del corazón y nos permitirá a los maestros identificar lo que oímos y reproducírselo a los estudiantes en un salón de clases.» El Dr Chorba dijo que estaba emocionado por la perspectiva de que tantos datos acerca de los latidos del corazón se recogerán digitalmente, que algún día pudieran dar nuevas pistas sobre el funcionamiento del corazón y sus patologías.

Referencia: latimes.com

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Dr. Rigoberto J. Marcano Pasquier @rigotordoc

Medicina Interna

Ambulatorio Medis.

Av. José María Vargas. Centro Comercial Santa Fe.

Nivel C3. Consultorio 2.

Caracas. Venezuela.

http://rigobertomarcano.com

 

 

Rigoberto José Marcano Pasquier

Médico internista venezolano: 31a de graduado UCV! Tecnofílico. Ecléctico. Co-Investigador del Estudio Evescam, Venezuela y Coordinador de Medios Sociales. Secretario de Redes de la Asociación Venezolana de Aterosclerosis. CEO de Medicina Preventiva Santa Fe. WebMaster de medicinapreventiva.info , medicinapreventiva.com.ve, ava.net.ve y estudioevescam.info.ve Fotógrafo aficionado: Instagram @rigobertomarcano. Médico afiliado a Mercantil Seguros y a Seguros Caracas

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