CáncerEpidemiologíaMedicina InternaPráctica clínica

Los beneficios de dejar de fumar no solo incluyen detener el daño que el humo causa en los pulmones: disminuye el riesgo de cáncer | Por: @rigotordoc

Según un trabajo que fue publicado el 29 de enero de 2020 en «Nature», realizado por un equipo de investigadores del Instituto Wellcome Sanger y el Colegio Universitario de Londres (Gran Bretaña) UCL, los beneficios de dejar de fumar van mucho más lejos de detener el daño que este nocivo hábito causa a los pulmones. Se descubrió que, en comparación con las personas que siguen fumando, aquellas que habían dejado de fumar tenían más células pulmonares genéticamente saludables, que tienen un riesgo mucho menor de convertirse en cáncer. Es decir, el permitir que células nuevas y saludables repongan activamente el revestimiento de nuestras vías respiratorias podría ayudar a proteger contra el cáncer.

El cáncer de pulmón es la causa más común de muerte por cáncer en todo el mundo y el 80-90% de esas muertes son atribuibles a la exposición al tabaco. Fumar causa cáncer de pulmón, un proceso impulsado por más de 60 carcinógenos en el humo del cigarrillo que daña y muta directamente el ADN, combinado con efectos indirectos como inflamación, inmunodepresión e infección. Los profundos efectos del tabaco en el genoma de las células de cáncer de pulmón están bien documentados, pero faltan datos equivalentes para las células bronquiales normales.

El daño al ADN en las células que recubren los pulmones hace que se produzcan errores genéticos y, de hecho, algunos de estos son ‘mutaciones impulsoras’, es decir, pequeños cambios que aportan a la célula una ventaja de crecimiento. Y, en ocasiones, una acumulación de estas mutaciones impulsoras puede permitir que las células se dividan sin control y se conviertan en cancerosas. Sin embargo, cuando una persona deja de fumar, se evitan en gran medida el posterior riesgo de cáncer de pulmón

En el presente trabajo se secuenciaron genomas completos de 632 colonias derivadas de células epiteliales bronquiales individuales en 16 sujetos. El tabaquismo fue la principal influencia en la carga mutacional, típicamente agregando de 1,000 a 10,000 mutaciones por célula; aumento masivo de la varianza tanto dentro como entre sujetos; y generar varias firmas mutacionales distintas de sustituciones y de inserciones y deleciones.

Una población de células en individuos con antecedentes de tabaquismo tenía cargas mutacionales equivalentes a las esperadas para las personas que nunca habían fumado: estas células tenían menos daño de los procesos mutacionales específicos del tabaco, eran cuatro veces más frecuentes en los exfumadores que los fumadores actuales y tenían telómeros considerablemente más largos que sus homólogos más mutados.

Los beneficios de dejar de fumar tampoco se ajustan a los modelos de cáncer de múltiples etapas de una manera directa. Al dejar de fumar en la mediana edad o antes, los fumadores evitan la mayor parte del riesgo de cáncer de pulmón asociado con el tabaco. Este beneficio comienza a surgir casi de inmediato y se acumula de manera constante con el tiempo. De dos personas que fumaron la misma cantidad total de cigarrillos a lo largo de su vida, es difícil explicar por qué la persona con una mayor duración del abandono debería tener un menor riesgo de cáncer de pulmón si el tabaco induce carcinogénesis exclusivamente al aumentar la carga mutacional.

Como primer paso los investigadores analizaron biopsias pulmonares de 16 personas, incluidos fumadores, exfumadores, personas que nunca habían fumado y niños. A continuación, secuenciaron el ADN de 632 células individuales de estas biopsias y observaron el patrón de cambios genéticos en las células pulmonares sanas.

La investigación

De esta forma hallaron que, a pesar de no ser cancerosos, más de 9 de cada 10 células pulmonares en los fumadores actuales presentaban hasta 10.000 nuevas alteraciones genéticas o mutaciones, en comparación con los no fumadores. Estas mutaciones estaban causadas directamente por los químicos que produce el humo del tabaco. Más de una cuarta parte de estas células dañadas tenían al menos una mutación conductora del cáncer, lo que explica por qué el riesgo de cáncer de pulmón es mucho mayor en las personas que fuman.

Las mutaciones conductoras del cáncer aumentaron en frecuencia con la edad, afectando del 4 al 14% de las células en sujetos de mediana edad que nunca habían fumado. En los fumadores actuales, al menos el 25% de las células portaban mutaciones conductoras y el 0–6% de las células tenían dos o incluso tres de ellas. Por lo tanto, el consumo de tabaco aumenta la carga mutacional, la heterogeneidad de célula a célula y las mutaciones impulsoras, pero dejar de fumar promueve la reposición del epitelio bronquial de las células mitóticamente inactivas que han evitado la mutagénesis del tabaco.

Fig. 1 | Carga mutacional en el epitelio bronquial normal.
B: Relación de la carga de sustituciones por célula con la edad. Los puntos representan colonias individuales (n = 632) y están coloreados por el estado de fumar. La línea negra representa el efecto ajustado de la edad sobre la carga de las sustituciones, que se estimó a partir de modelos LME después de la corrección por el tabaquismo y la estructura de correlación dentro del paciente. El área sombreada en azul representa el IC del 95% para la línea ajustada. C, fracción de células con una carga mutacional casi normal en fumadores actuales y ex fumadores.

Sin embargo, sorprendentemente los científicos vieron que, en las personas que habían dejado de fumar, había un grupo considerable de células que recubren las vías respiratorias que habían escapado del daño genético que causa el tabaco. Genéticamente, estas células estaban en la misma situación que las de personas que nunca habían fumado: es decir, tenían mucho menos daño genético causado por el tabaco y, por lo tanto, tendrían un riesgo mucho menor de transformarse en células tumorales.

Los investigadores vieron que los ex fumadores tenían una cantidad de estas células cuatro veces más que las personas que todavía fumaban, lo que representa hasta el 40% del total de las células pulmonares en los ex fumadores.

«Las personas que han fumado mucho durante 30, 40 o más años se excusan diciendo que es demasiado tarde para dejar de fumar: el daño ya está hecho, piensan. Pero nuestro estudio muestra que nunca es demasiado tarde para dejar el tabaco: algunas de las personas en nuestro estudio habían fumado más de 15.000 paquetes de cigarrillos a lo largo de su vida, pero, a los pocos años de dejar de fumar, muchas de las células que recubren sus vías respiratorias no mostraron evidencia de daños causados por el tabaco», señala Peter Campbell, del Instituto Wellcome Sanger y autor principal del estudio.

«Es la primera vez que se analizan en detalle los efectos genéticos del tabaquismo en las células pulmonares sanas individuales», añade Kate Gowers, primera autora y profesor de la UCL «Y hemos visto que incluso estas células pulmonares sanas de los fumadores contenían miles de mutaciones genéticas que pueden considerarse como ‘mini bombas’ de relojería que esperan un detonante que las convierte en células tumorales». La experta reconoce que hace falta más investigación con un mayor número de personas para comprender cómo se desarrolla el cáncer a partir de estas células pulmonares dañadas.

Ahora bien, los investigadores advierten que, si bien el estudio mostró que estas células pulmonares sanas podrían comenzar a reparar el revestimiento de las vías respiratorias de los ex fumadores y ayudar a protegerlas contra el cáncer de pulmón, fumar también causa daños más profundos en el pulmón que pueden provocar enfisema, una enfermedad pulmonar crónica. Este daño no es reversible, incluso después de dejar de fumar.

Los estudios epidemiológicos muestran que los beneficios para la salud de dejar de fumar comienzan de inmediato, se acumulan con el tiempo desde el momento del abandono y son evidentes incluso después de dejar de fumar tarde en la vida. El hecho de que estos beneficios podrían facilitarse mediante la reposición del epitelio bronquial con células que son esencialmente impermeables a décadas de tabaquismo sostenido da fe de la capacidad de recuperación y capacidad regenerativa de los pulmones.

El mensaje para la salud pública es que dejar de fumar, a cualquier edad, no solo ralentiza la acumulación de daños adicionales, sino que también puede despertar células que no han sido dañadas por elecciones de estilo de vida pasadas.

Y concluyen: «Los resultados se suman a la evidencia existente de que, si fuma, dejar de fumar por completo es lo mejor que puede hacer por su salud. No siempre es fácil dejar el hábito, pero obtener el apoyo para dejar de fumar triplica la posibilidad de éxito en comparación con hacerlo solo».

Referencias:

  1. Yoshida, K., Gowers, K.H.C., Lee-Six, H. et al. Tobacco smoking and somatic mutations in human bronchial epithelium. Nature 578, 266–272 (2020). https://doi.org/10.1038/s41586-020-1961-1
  2. abc.es

.

Dr. Rigoberto J. Marcano Pasquier @rigotordoc
Medicina Interna

Ambulatorio Medis.

Av. José María Vargas. Centro Comercial Santa Fe.

Nivel C3. Consultorio 2.

Caracas. Venezuela.

http://rigobertomarcano.com

Rigoberto José Marcano Pasquier

Médico internista venezolano: 31a de graduado UCV! Tecnofílico. Ecléctico. Co-Investigador del Estudio Evescam, Venezuela y Coordinador de Medios Sociales. Secretario de Redes de la Asociación Venezolana de Aterosclerosis. CEO de Medicina Preventiva Santa Fe. WebMaster de medicinapreventiva.info , medicinapreventiva.com.ve, ava.net.ve y estudioevescam.info.ve Fotógrafo aficionado: Instagram @rigobertomarcano. Médico afiliado a Mercantil Seguros y a Seguros Caracas

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: