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Los malos hábitos son tan mortales como las balas | Por: @linternista

La mayoría de las personas que perderá la vida en lo que queda de año fallecerá por sus malos hábitos. De acuerdo con Mauricio Bustamante, secretario de Salud de Colombia, “hablar de mortalidad tiene sentido si se determina cuál es la mortalidad evitable: todas las muertes por enfermedades crónicas de personas menores de 70 años se pueden evitar”.

Pero no sucede así. De hecho, y como ejemplo práctico, las tres primeras causas que extinguen la vida de personas como los bogotanos son crónicas: las enfermedades isquémicas del corazón (con el 15 por ciento de las muertes), las cerebrovasculares (7,08 %) y las crónicas de las vías respiratorias (6,45 %).

“Estos padecimientos deben intervenirse desde la niñez. De nada vale llegar tarde al médico cuando se tienen 70 años o se manifiestan los primeros síntomas. Ahí ya no puede hacerse nada”, agregó Bustamante.

malos-habitos-alimentacion¿Cómo se logra eso? Con prevención, una sana alimentación, ejercicio, control del estrés, cero tabaco o estupefacientes y poco alcohol. Y esto aplica para los ciudadanos del mundo entero. Pero si cada persona se hiciera el examen de conciencia, son pocos los que pueden decir que no han pecado contra alguno de estos mandamientos de la salud.

No es solo un problema de Bogotá. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la estadística se repite en todo el mundo: durante el 2012, 7,4 millones de personas murieron por enfermedades del corazón; 6,7 millones, por ataques cerebrovasculares y 3,1 millones, por enfermedades de las vías respiratorias.

¿Afectan estas enfermedades a hombres y mujeres por igual? No. Ellas mueren más viejas, sin violencia y de causas naturales: el 72 % muere después de los 60 años, seguidas por el 12,6 % de mujeres entre los 45 y los 59 años.

Ellos, por su parte, tienen más chance de morir entre los 15 y 44 años (21,13 %), por agresiones, accidentes de tránsito y VIH,además de otras enfermedades crónicas. Solo están precedidos por los sexagenarios (55,2 %) y los siguen los hombres de entre 45 y 59 años (16,04 %).

Necesario recordar que…

En muchos casos el origen del sobrepeso está en los malos hábitos alimenticios o el sedentarismo, pero hay una serie de factores que también influyen en su aparición, la genética, el envejecimiento, los embarazos, el estrés, algunos medicamentos, y algunos problemas de salud.

Las calorías que no se queman al momento se convierten en triglicéridos y se almacenan en el tejido adiposo y esta grasa nos afecta de distinta manera provocando varias patologías y enfermedades que podemos prevenir. Tener sobrepeso disminuye el colesterol bueno, obstruye las arterias, aumenta el riesgo de sufrir hipertensión y perjudica el funcionamiento del corazón. También hace que la insulina tenga dificultades para controlar la glucosa, facilitando la aparición de diabetes tipo 2.

Provoca patologías en el sistema digestivo, como los cálculos de vesícula, el reflujo esofogástrico y cánceres como el de colon y el de páncreas. Aumenta el riesgo de sufrir ciertos tipos de cáncer relacionados con las hormonas como el de mama y el de endometrio.

La grasa acumulada en el cuello puede provocar apnea del sueño, acelera el envejecimiento y según recientes estudios, el exceso de grasa en el abdomen acelera la oxidación de las células.

Por eso es que los especialistas insisten tanto en llevar una dieta sana y tener alguna actividad física que nos permitan mantenernos en un peso saludable. Si sufres sobrepeso, la siguiente vez que pases frente al espejo no te digas “debo bajar de peso para que se me vea mejor la ropa”, mejor piense que nadie quiere verle enfermo o en un hospital por esos kilos de más. ¡Quererse es cuidarse!

Fuentes: El Tiempo, El Diario de la Nena.

Daniel Ricardo Hernández @danielricardoh

Comunicador Social

Comité editorial medicinapreventiva.info

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