Es hora de cambiar tus hábitos pandémicos | Por: @rigotordoc
Los primeros días de las restricciones de confinamiento al comienzo de la pandemia tuvieron un profundo efecto en la vida cotidiana de las personas. Las ventas de alcohol se dispararon, la actividad física se redujo drásticamente y la «comida reconfortante» también condujo al aumento de peso.
Entonces, ¿Qué ha pasado desde marzo de 2020? Después de dos años de vida pandémica, muchos de estos efectos persisten. Las estrategias que usamos para adaptarnos y sobrellevar la situación se han convertido en hábitos para muchos de nosotros. Y esto no es una sorpresa para los científicos que estudian el cambio de comportamiento.
«Sabemos que cuando surge un shock y obliga a un cambio en nuestro comportamiento durante un período prolongado de tiempo, tiende a haber efectos persistentes porque somos rígidos en nuestros comportamientos». En otras palabras, nuestros hábitos pandémicos pueden ser difíciles de romper.
Tomemos, por ejemplo, el consumo de alcohol. Durante la primera semana de restricciones para quedarse en casa en marzo de 2020, se registró un aumento del 54% en las ventas de alcohol en Estados Unidos. Esto se produjo cuando bares y restaurantes cerraron.
«Es preocupante el hecho de que los aumentos en el consumo de alcohol están relacionados con el estrés y el afrontamiento», dice el Dr. Aaron White del Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo. Señala un estudio perteneciente a la Encuesta Nacional de Alcohol de Estados Unidos que encontró un aumento del 50% en la cantidad de personas que dijeron que bebían para sobrellevar la situación en los meses posteriores al comienzo de la COVID en comparación con antes de la pandemia. Después de un aumento en las ventas en la primavera de 2020, las ventas de alcohol cayeron.
Pero los datos más recientes de Nielsen muestran que las ventas de cerveza, vino y licores a principios de 2022 siguen siendo más altas que en 2019. Esa tendencia también se refleja anualmente: en 2019, las ventas de licores en Estados Unidos totalizaron alrededor de $16,3 mil millones, en comparación con $21 mil millones en 2021. En pocas palabras: las ventas de alcohol se han mantenido más altas que antes de la pandemia, incluso después de ajustar por inflación.
Los cambios en la actividad física han seguido un patrón similar. Los científicos de la Universidad de California en San Francisco analizaron los datos de una aplicación de bienestar para teléfonos inteligentes, Argus, que realiza un seguimiento de los recuentos de pasos diarios entre los usuarios de países de todo el mundo. Un mes después de que se iniciaran las restricciones para quedarse en casa en la primavera de 2020, las personas dieron 27% MENOS PASOS al día en promedio, eso es 1.432 pasos menos.
¿Y qué ha pasado desde entonces? «La primera disminución de la actividad fue realmente la más drástica», explica el autor del estudio Geoff Tison , cardiólogo de la UCSF que continúa rastreando los datos de los teléfonos inteligentes. En los EE. UU., la actividad física se recuperó durante los meses de primavera y verano (tanto en 2020 como en 2021), cuando los casos retrocedieron y hubo más luz del día, pero volvió a disminuir en medio de los picos de otoño e invierno, incluido el pico de Omicron este invierno. Sin embargo, las tendencias de movimiento varían ampliamente entre países e incluso entre ciudades del mundo. Si bien, en promedio, las personas se movieron menos, hubo algunas personas que usaron su tiempo durante la pandemia para ponerse en forma.
Según Tison. Los niveles de actividad física están aumentando gradualmente, pero no se han recuperado a los niveles previos a la pandemia. «La gente es criatura de hábitos y han pasado casi dos años. Creo que es posible que la gente esté menos acostumbrada a estar activa», dice.
Esta tendencia puede ser aún más pronunciada para los estadounidenses mayores: un estudio de la Universidad de Michigan encontró que el 40 % de las personas mayores de 65 años reportaron menos movimiento en medio de la pandemia.
Y, en la trilogía de los malos hábitos pandémicos, sí, también hay de evidencia de aumento de peso. Cuando los investigadores de la UCSF analizaron datos de voluntarios que informaron su peso durante los primeros meses de la pandemia utilizando una báscula inteligente conectada a Bluetooth, registraron un promedio de 1,5 libras de aumento de peso por mes.
«Esta es una lección importante para todos nosotros», dice el autor del estudio, el Dr. Gregory Marcus , de la UCSF. Era muy fácil comer en exceso, ya que muchos de nosotros nos quedábamos más tiempo en casa, y los efectos combinados del aumento de peso, el estrés, el alcohol y menos movimiento pueden afectar la salud del corazón.
Respecto a la presión arterial, un estudio publicado en Circulation, documenta un aumento de la presión arterial durante el primer año de la pandemia. El estudio incluyó a unas 500,000 personas de los 50 estados que estaban inscritas en un programa de bienestar patrocinado por el empleador y operado por Quest Diagnostics. La presión arterial aumentó, en promedio, más de dos puntos, más de dos milímetros de mercurio. Ese es un pequeño cambio para un paciente individual, pero a nivel de población, este nivel de aumento de la presión arterial puede traducirse en un mayor riesgo, especialmente si la tendencia continúa.
Preocupante es si esto podría traducirse en tasas más altas de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y otras complicaciones similares en la población en los años venideros. Además de esto, muchas personas perdieron la atención preventiva en medio de la pandemia, desde controles de colesterol retrasados hasta exámenes de detección de cáncer, lo que ha llevado a que el cáncer se diagnostique tardíamente.
Entonces, SÍ ES HORA de un reinicio colectivo, para restablecer los hábitos pandémicos a unos más saludables, ya Usted sabe todo lo que debe hacer y lo ha estado posponiendo. Algunas personas por su cuenta (quizás la minoría) han comenzado a aprovechar parte de la flexibilidad que brinda el trabajo remoto, por ejemplo, para incorporar la actividad física en sus rutinas diarias normales. Aunque no todos tienen esa flexibilidad.
Aquí hay cuatro recomendaciones para empezar:
Haz una cita contigo mismo.
Programe sus entrenamientos o su actividad física para asegurarse de que sea algo que sepan que realmente van a hacer. Así como no se saltaría una reunión de trabajo, poner tiempo en su calendario para caminar, correr o ir al gimnasio puede ayudarlo a cumplirlo.
Establezca objetivos pequeños.
Debe concentrarse en algo en lo que pueda progresar cada día. Cuando tenemos objetivos pequeños, es más probable que los alcancemos. Esto es cierto, ya sea que esté tratando de cambiar el ejercicio o los hábitos alimenticios, o si está tratando de ahorrar dinero. Ahorro de $150 un mes es lo mismo que ahorrar $5 al día, pero cuando nos enfocamos en la meta diaria más pequeña, se siente mejor. Las metas no parecen enormes o imposibles.
Hágalo divertido.
Por ejemplo, si desea volver a conectarse con un amigo, pídale que lo acompañe a dar un paseo. Combinarás reavivar una amistad con seguir tus pasos. Si no disfrutas de la búsqueda de la meta, no persistirás.
Quizás lo más importante: Apuesta por ti mismo.
Existe evidencia que respalda la idea de que es más probable que logremos nuestros objetivos si tenemos que renunciar a algo si no nos apegamos a nuestro plan. Por ejemplo, existe una investigación maravillosa sobre los fumadores de cigarrillos que quieren dejar de fumar, los cuales tendrán que perder dinero si no logran sus objetivos dentro de los seis meses, mejora las tasas de éxito en un 30 por ciento. Simplemente hacer una apuesta con un amigo o compañero, esto puede ser muy motivador.
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Dr. Rigoberto J. Marcano Pasquier @rigotordoc
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