El metabolismo se desacelera en respuesta a un descenso considerable en el peso corporal | Por: @linternista
Dos nuevos estudios publicados en el número de agosto de la revista Obesity ayudan a esclarecer el fenómeno por el cual el metabolismo se desacelera en respuesta a un descenso considerable en el peso corporal, la llamada «adaptación metabólica». Esto dificulta mantener una reducción de peso mayor de cerca del 12% del peso corporal inicial.
En el primero de ellos se describen los altibajos de la reducción de peso según se documentó en The Biggest Loser, la competencia estadounidense televisada, que detalla el proceso mediante el cual los participantes redujeron cantidades masivas de peso con un programa intensivo de dieta y ejercicio supervisados durante 30 semanas. Sin embargo, unos años más tarde casi todos los participantes habían recuperado prácticamente todo el peso que habían perdido, lo que indica que el mantenimiento de la reducción masiva de peso en gran parte NO es sostenible en la vida diaria.
El principal motivo de esto es que la enorme pérdida de peso desencadena un «reajuste» de la tasa metabólica en reposo a niveles muy bajos, un proceso que se describe en el segundo artículo científico publicado.
Seguimiento a 6 años a los participantes en The Biggest Loser
En el primer estudio Erin Fothergill (ex funcionaria del Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y del Riñón de los National Institutes of Health (NIH), en Bethesda, Maryland) y colaboradores analizaron la adaptación metabólica de 14 participantes en The Biggest Loser, 6 años después del fin de la competencia.
En promedio, los 14 participantes pesaban 149 kg al inicio, perdieron 58 kg al final de la competencia de 30 semanas, pero pesaban 137 kg 6 años más tarde.
Y aun cuando los participantes recuperaron en promedio 80% del peso que perdieron, tal vez resulta sorprendente que su tasa metabólica en reposo se mantuvo al mismo nivel de supresión al que se encontraba al final de la competencia (cuando tenían su peso corporal más bajo).
Además, los que lograron una mayor reducción de peso mostraron a largo plazo una mayor desaceleración de su metabolismo.
«Por consiguiente, a largo plazo la reducción de peso exige una lucha vigilante contra la adaptación metabólica persistente que contrarresta proporcionalmente los esfuerzos constantes por reducir el peso corporal», advierten Fothergill y sus colaboradores.
La investigación que apareció como titular de la edición de mayo en el New York Times y que suscitó una gran cantidad de relatos en internet sobre los retos ante la recuperación del peso posterior a una pérdida considerable del mismo.
Los modelos para explicar la adaptación metabólica a la reducción de peso
En el segundo estudio el Dr. Michael Rosenbaum y el Dr. Rudolph L. Leibel, de la Universidad Columbia, en Nueva York, detallan modelos potenciales de adaptación metabólica en respuesta a la reducción de peso utilizando datos de 17 sujetos obesos antes y después que redujeron 10% y 20% de su peso corporal.
Llegan a la conclusión de que la adaptación metabólica es una combinación de un modelo «mecánico» (el consumo de energía depende del «punto de ajuste» del peso corporal), un modelo de «umbral» (el metabolismo se lentifica cuando las reservas de tejido adiposo descienden por debajo de determinado umbral) y un modelo de «carga de resorte» (cuanto más peso se pierde, tanto más se estira el «resorte», y tanto más difícil será que regrese de nuevo a su lugar).
En un editorial complementario publicado en versión electrónica el 27 de julio el Dr. Eric Ravussin y la Dra. Donna H. Ryan, del Centro de Investigación Biomédica Pennington en Baton Rouge, Louisiana, comentan que «la enseñanza de ambos estudios es que la reducción de peso desencadena un cambio bien documentado en el consumo de energía que ocurre para contrarrestar el cambio en el peso corporal… ‘de ahorro'» y destacan que «la disminución del consumo de energía no es proporcional a la magnitud de la reducción de peso»
Esto significa que para la mayoría de las personas, «es difícil mantener el peso perdido», de manera que «aquellos individuos con sobrepeso u obesidad que tratan de controlar su peso corporal finalmente pueden sentirse disculpados de no esforzarse lo suficiente. También la sociedad y los profesionales de la salud pueden dejar de culparlos», añaden.
El principal mensaje fundamental presentado «es que una reducción de peso moderada puede producir ventajas importantes para la salud incluso en individuos con obesidad mórbida», resaltan los doctores Ravussin y Ryan, señalando que ahora el objetivo no debiera ser tanto en tratar de lograr pérdidas considerables de peso, sino más bien en tratar de lograr una reducción de peso moderada con un mayor énfasis en el mantenimiento del peso reducido.
Enseñanzas: lo importante es mantener la reducción de peso
De acuerdo con los Dres. Ravussin y Ryan autores del editorial, las enseñanzas aprendidas de estos dos estudios son las siguientes:
- La considerable reducción de peso observada en The Biggest Loser involucra un equipo de apoyo en un programa muy pesado que al final es difícil de mantener en la vida real.
- Una reducción de peso de 5% a 15% es sostenible y tiene reconocidas ventajas para la salud.
- Las respuestas fisiológicas a la reducción de peso posiblemente impulsen la recuperación de peso.
- La adaptación metabólica a la reducción de peso es menor con la pérdida de peso moderada.
- Con una reducción de peso de 5% a 15%, los pacientes podrían tener solo un pequeño déficit en la tasa metabólica en reposo (50 a 150 kcal/día).
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Cuando los profesionales asesoren a pacientes con obesidad en relación con hacer cambios en la alimentación y la actividad física para bajar de peso, también deben incluir planes que indiquen a los pacientes cómo manejarán la recuperación del peso.
Para conservar el peso reducido, los pacientes deben apegarse a los cambios en el estilo de vida que pusieron en práctica para bajar de peso, incluyendo:
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Continuar el consumo de sus medicamentos (en caso de estar indicados).
- Evitar el estrés y dormir el tiempo suficiente.
- Evitar medicamentos que producen aumento de peso.
- Realizar mediciones de peso ellos mismos de manera frecuente, para que puedan implementar con rapidez las mismas estrategias que utilizaron antes para perder cualquier recuperación de peso, por mínima que sea.
La cirugía bariátrica puede ser una opción en determinados pacientes, pero aún con este tipo de procedimientos, los pacientes pueden recuperar el peso.
En consecuencia, una frontera emergente en la investigación de la obesidad es «el mantenimiento de la reducción de peso», según los Dres. Ravussin y Ryan. «Necesitamos comprender mejor las características biológicas inherentes a la recuperación del peso perdido si queremos mejorar el tratamiento», observan.
Según ellos, hasta entonces, «necesitamos aceptar más la variación en el tamaño corporal y enfocar nuestros esfuerzos en mejorar la salud de nuestros pacientes con trastornos concomitantes asociados al exceso de tejido adiposo».
Referencias:
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Fothergill E, Guo J, Howard L, Kerns JC y cols. Persistent metabolic adaptation 6 years after “The Biggest Loser” competition. Obesity (Silver Spring). 2016 Aug;24(8):1612-9. Artículo
- Rosenbaum M, Leibel RL. Models of energy homeostasis in response to maintenance of reduced body weight. Obesity (Silver Spring). 2016 Aug;24(8):1620-9. Artículo
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Ravussin E, Ryan DH. Energy expenditure and weight control: Is the biggest loser the best loser? Obesity (Silver Spring). 2016 Aug;24(8):1607-8. Editorial