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13 errores que NO se deben cometer al aplicar primeros auxilios | Por: @linternista

Estar involucrado o presente en un accidente puede ser muy traumático. Nadie está preparado para vivir una situación como esa. Algunos mantienen la serenidad, otros se quedan paralizados sin saber qué hacer.

Lo cierto es que, la rápida reacción para asistir a los heridos puede ser la diferencia entre la vida y la muerte, pero siempre que se tengan conocimientos básicos de los primeros auxilios. Sólo con las ganas no es suficiente, aplicarlos de manera incorrecta pueden llegar a empeorar la situación de la persona herida.

Ahora, revisemos los 13 errores más frecuentes al aplicar los primeros auxilios y la forma correcta de hacerlo:

  1. Sacar a un herido de un auto accidentado. Lo frecuente es que ante un accidente de tránsito, muchos de los presentes se apuren para socorrer a las víctimas mientras marcan el número de emergencia en el celular. Pero, la primera regla en estos casos es no movilizar nunca a los heridos. “Salvo un peligro inminente de explosión o de caída de objetos, nunca hay que sacarlos del coche ni cambiarlos de lugar. Solo hay que controlar cómo están”, afirma José Javier Varo, director del Servicio de Urgencias de la Clínica Universidad de Navarra en España. Y esto debe ser así por si existe el riesgo de que haya una lesión cervical. “Una fractura inestable de la columna cervical puede convertirse en una lesión medular si movilizamos a la víctima”, agrega Varo. Si el accidente involucra a un motociclista, no hay que quitarle el casco, “excepto que esté dificultando la respiración y comprometiendo la vida”. En estas situaciones lo importante es proteger la columna cervical.  Y pasa lo mismo si la víctima está tendido bocabajo: “hay que dejarla en esa posición y, en caso de tener que moverla, hacerlo como si fuera un bloque, entre varias personas”. Y, sobre todo, “nunca se debe que trasladar al accidentado hasta un hospital en un coche particular”, se debe esperar a los paramédicos y la ambulancia.
  2. Hacer un torniquete. No se debe aplicar fuertes torniquetes con bandas, ligas o cinturones para contener una hemorragia. El hacerlo puede traer como consecuencia que “A partir de la zona del torniquete se produce una disminución del flujo sanguíneo y existe un riesgo altísimo de necrosis y de futura amputación del miembro. La única excepción que se puede contemplar es si existe una hemorragia muy masiva y profusa”,  y de eso se encarga, el personal sanitario”, explica Varo. ¿Qué se debe hacer?  Lo mejor es “Comprimir la herida con una venda o una tela limpia y elevar (si se puede) la extremidad que sangra”. Se debe mantener la presión sobre la herida entre cinco y diez minutos, “sin levantar la venda en mitad para comprobar si sigue o no sangrando la herida”, aclara.
  3. Detener el sangrado de nariz. La mayoría de las personas, quizás, desde niños hayamos aprendido que cuando sangra la nariz debemos taponar las fosas nasales para detener el sangrado. Pues esto es un error. “En las hemorragias nasales hay que inclinarse levemente hacia adelante, para que la sangre caiga hacia fuera y no vaya a la vía respiratoria”, señala el experto, y añade: “No hay que taponar los orificios nasales, porque lo único que se consigue es retener la sangre, pero no la hemorragia”. Si transcurridos unos minutos no se detiene el sangrado, debemos acudir a la emergencia de un centro asistencial.
  4. Mantequilla en las quemaduras. No se debe hacer. Hay que colocar la zona quemada debajo de un chorro de agua fría durante 10 minutos. “Eso es lo primero que hay que hacer, porque el agua fría para el mecanismo lesional de la quemadura”. Luego, se debe quitar la ropa si no está pegada a la piel, “pero si está adherida, jamás lo intente”. Una vez que se refresco la zona de la quemadura, se debe comprobar si se han producido ampollas. “Si no las hay, se trata de una quemadura de primer grado, y lo único que hay que aplicar es crema hidratante, nada de mantequilla, ni vaselina ni hielo”, advierte. “Si hay ampollas no muy grandes, hay que aplicar una pomada antibiótica y proteger la quemadura con un apósito durante unos días”. Nunca se deben pinchar las ampollas para quitarles el líquido, ni dejarles un hilo dentro. “Si hay varias, lo mejor es acudir a urgencias”.
  5. Comprimir el diafragma cuando alguien se atraganta. Cuando alguien se le atora algo en la garganta y comienza a toser, lo ideal es darle golpecitos en la espalda con la palma de la mano. “Hay que animarle a que tosa fuerte para que expulse lo atascado”, señala Varo. La situación más grave que puede presentarse es cuando la vía área está completamente obstruida. “La persona no tose ni es capaz de respirar. Se lleva las manos al cuello, su cara pasa del rojo al azulado. En este caso hay que dar hasta cinco golpes en la espalda, entre los dos omóplatos. Si no se consigue que expulse el cuerpo, habrá que comprimir el estómago con la llamada maniobra de Heimlich”,explica.
  6. Incitar el vómito a un niño que se tragó con un objeto. Nunca, bajo ninguna circunstancia se debe inducir el vómito en esta situación. Si el objeto que se traga es una moneda, no hay que preocuparse ya que “es un objeto redondo, sin aristas, y lo expulsará con las heces”. En cambio, si el cuerpo es cortante o punzante, “hay que llevarlo inmediatamente a urgencias, pero jamás provocar el vómito”.
  7. Si un bebé ingirió detergente darle leche para neutralizar el efecto. Este es un error muy común. “No hay que darle de beber nada, ni leche ni agua ni ningún otro líquido. Nunca administramos un antídoto por boca, porque no son eficaces y pueden empeorar las lesiones. Tampoco hay que provocar el vómito, porque el líquido al pasar por el tubo digestivo hace daño al entrar y al salir”, insiste el doctor. Lo correcto es llamar a los paramédicos para trasladar y señalar que se trata de una intoxicación.
  8. Provocar el vómito a quien se pasó de drogas. No se debe inducir el vómito ni en niños ni en adultos para que salgan las drogas ingeridas. “Hay que consultar al 911”, es decir, al número de emergencias, aconseja el médico. En el hospital se utiliza carbono activado para evitar que se absorba el medicamento. El lavado gástrico se hace cada vez menos.
  9. Desinfectar una herida con agua oxigenada y antiséptico. Usar solo abundante a gua y jabón. Es una de las combinaciones más sencilla, efectivas y con mayor poder de desinfectante, según aseguran todos los manuales, “Basta con lavar la lesión, sólo con agua; y después aplicar un poco de povidona yodada (Pervinox). Si la herida es grande, hay que colocar una gasa por encima y acudir al hospital”.
  10. Comprimir el estómago de un ahogado para que expulse el agua. Nunca hay que hacerlo “porque puede pasar parte del contenido del estómago a los pulmones, empeorando la situación”, señala Varo. Ante un ahogamiento, lo más correcto es seguir las directrices de la reanimación cardiopulmonar (RCP): se debe mantener la vía aérea abierta, comprobar si respira y tiene pulso; si no lo hace, comenzar las maniobras de RCP 8.  “Si el ahogado está inconsciente pero respira, se coloca de lado hasta que llegue la ambulancia”, explica el experto.
  11. Soplar en el ojo para eliminar un cuerpo extraño. Cuando entra algo en el ojo, no se debe soplar e intentar retirar el objeto causante de la molestia con un pañuelo. “No es una buena idea, porque podemos provocar erosiones en la córnea. Lo más adecuado es lavar el ojo (con suero fisiológico o agua) para que el líquido arrastre el objeto hasta que salga. Llorar profusamente tiene un efecto parecido”, aclara Vara.
  12. Sacar un objeto que se ha clavado al cuerpo. Extraer el objeto puede empeorar las lesiones. Por ejemplo, “un palo clavado en una pierna, tal vez afecte a una arteria, pero está conteniendo la hemorragia. Por eso, si es un objeto relativamente grande, hay que quitarlo en el quirófano para ir viendo hasta dónde ha llegado”.
  13. Dar agua con azúcar ante una lipotimia. Esto es inocuo e ineficaz. Lo indicado es tumbar al afectado y mantenerlo con las piernas elevadas hasta que pase el síncope. “Abanicar o dar agua con azúcar no mejora nada”, termina concluyendo el especialista.

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Fuente: Clarín.

Daniel Hernández

Comunicador Social

Comité editorial medicinapreventiva.info

Comité editorial de medicinapreventiva.info

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