¿Conoce lo qué es la esclerodermia? | Por: @linternista
Es una enfermedad que altera la piel, la endurece, se pierde la sensación del tacto y altera sus receptores del dolor.
El médico holandés Isabrand von Diemerbroeck, en 1685, describió a la primera paciente con esclerodermia reconocida por la literatura médica: “Esta mujer tenía la piel tan dura como un tambor de guerra, al igual que fría; no tenía sensación al tacto y si se pinchaba con una aguja o si le ponían fuego no tenía sensación de dolor”.
Antonio Iglesias Gamarra, reumatólogo profesor de la Universidad Nacional en Colombia, describe la esclerodermia como una enfermedad autoinmune, donde bajan las defensas del cuerpo y lo atacan, la causa desconocida, hace que la piel se ponga fibrosa, endurezca y se degenere. Daña progresivamente las membranas de las articulaciones, los vasos sanguíneos, los músculos, las vías digestivas, el corazón, los pulmones y el riñón. Y, “como afecta a tantas estructuras, se dice que es sistémica”, concluye Iglesias.
Este médico reumatólogo fue el autor del primer libro en el mundo sobre la historia de esta enfermedad, y comenta que desde la más remota antigüedad se encuentran descripciones de personas con alteraciones cutáneas que pudieron haber sido casos de esclerodermia.
Tanto así, que Hipócrates (460-370 a. C) relata en sus aforismos el caso de un ateniense con la piel tan dura que no podía ser pinchada y el mismísimo Galeno (131-201d.C) lo bautizó como stegnose a un mal que obstruía los poros y engrosaba la piel. Pero fue solo hasta 1836 el médico italiano Giovanni Battista Fantonetti acuñó el término esclerodermia.
Hay que saber que el tejido conectivo es el que le da soporte a la piel y a los órganos internos. “Es como el armazón o la estructura de todos ellos”, aclara el experto.
Por razones que aún se desconocen, el cuerpo ataca esta armazón y la destruye, al punto que la deja como una cicatriz dura y fibrosa. Y todos los órganos que tienen tejido conectivo, como la piel, las articulaciones, los vasos sanguíneos, el corazón, el pulmón, el riñón y el músculo se van afectando y se altera su estructura y dejan de funcionar.
Menos mal, que es una enfermedad de baja incidencia, más frecuente en mujeres que en hombres en una relación de 9 a 2 y más común por encima de los 40 años, aunque hay una forma infantil.
Cómo se manifiesta
Los síntomas varían de una persona a otra y dependiendo de los órganos afectados:
- Inicia con leve inflamación de la piel que se va extendiendo hasta tornarse dura y difícil de pellizcar.
- El frío se puede interrumpir la circulación en las extremidades, lo que hace que cambien de color desde pálido hasta morado y puede llevar a daños como úlceras o gangrena.
- Causa dolor e inflamación articular.
- Fatiga.
- Dolor en el pecho afectando el corazón.
- Dificultad para respirar, por compromiso de pulmones.
Al tiempo, puede haber:
- Diarreas o estreñimiento
- Dificultad para tragar por alteración en el sistema digestivo.
- Depósitos de calcio en algunos órganos.
- Deterioro en los riñones.
Diagnóstico
La evaluación se realiza a través del examen clínico, con pruebas de laboratorio, imágenes y biopsias de piel. En ocasiones los síntomas pueden llevar a confundir la esclerodermia con otras enfermedades.
No tiene un tratamiento curativo definido. Se maneja con moduladores del sistema inmunológico para frenar su acción contra el tejido conectivo, drogas antifibróticas para retardar el proceso de endurecimiento de las estructuras de soporte y la intervención específica, de acuerdo con los síntomas de cada órgano afectado.
Además, se requiere un plan de rehabilitación. El futuro es promisorio y en la actualidad se han encontrado buenos resultados con algunas moléculas de los llamados biológicos.
La esclerodermia es una enfermedad crónica, usualmente se manifiestan de por vida, aunque los síntomas pueden aparecer y desaparecer,
Muchos pacientes sobreviven por años, pero algunos factores como la hipertensión pulmonar ensombrecen su vida. No obstante, quienes la padecen viven cada vez más tiempo.
Cómo lidiar con ella
Si la padece, le sugerimos:
- No fume.
- Abríguese bien los pies y las manos.
- Practique ejercicio físico regular y haga estiramientos.
- Use bloqueador solar, cremas hidratantes.
- Evite jabones y sustancias químicas fuertes sobre la piel.
- Visite regularmente al odontólogo y sea riguroso con el aseo de la boca y los dientes.
- Coma a horas, en pequeñas cantidades, evite los condimentos en exceso
- No se acueste recién halla comido.
- Controle con frecuencia su presión arterial.
- Tome los medicamentos a su hora.
- Acuda con rigor a los controles médicos.
- Avise a su médico si nota algún cambio.
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Fuente: El Tiempo.
Daniel Hernández
Comunicador Social