La esponja de la cocina: una mugrienta limpiadora | Por: @drafadlallah
Aunque se usa para limpiar los platos, las ollas, la mesa y cuanto perol usamos, la esponja de la cocina permanece humeda y la mugre que se introduce en los poros de su estructura, le permiten albergar y desarrollar bacterias desagradables y contaminantes que pueden afectar nuestra salud.
Una multitud de gérmenes
Una esponja para la cocina aunque este recién comprada contiene pocas bacterias, pero ya las tiene y después de unas semanas de uso regular, las esponjas pueden figurar entre los objetos más sucios que conseguimos en el hogar.
Estudios publicados por la Universidad de Arizona en la última década mostraron que una esponja puede albergar 10 millones de bacterias por pulgada cuadrada y puede estar hasta 200.000 veces más sucia que el asiento de un inodoro.
«Hay un bosque de baterías, esporas, e incluso gérmenes, en una esponja. Se contamina en el minuto en que la tocas», advierte la experta, Roxanne B. Sukol, directora médica de Wellness Enterprise de la Cleveland Clinic, que se dedicó al campo de la ciencia ambiental durante siete años y ahora trabaja en la medicina preventiva.
Poco espacio para esconderse
Ningún tipo determinado de esponja, ya sea de espuma de poliuretano, celulosa, natural o de tejido alberga una menor cantidad de bacterias que las otras.
Cuando escojas una esponja no solo pienses en el precio, a veces es preferible las que son de goma espuma, que tengan agujeros más pequeños y uniformes, porque ofrecen menos campo para que las bacterias penetren y proliferen en su interior, trata de evitar las esponjas que están envueltas por mallas de nylon, y la que no te permite ver el deterioro de su estructura y cuanto se contaminan.
¿Cómo sabemos cuándo deshacernos de ellas?
Es fácil: cuando la esponja comienza a cambiar su estructura, se sienten gomosas, pegajosas o demasiado resbalosa, la malla se degrada, se deteriora la goma espuma o se rajan, estas son señales de que la esponja debe ser tirada a la basura y sustituirla por una nueva.
Las esponjas duran más o menos según su calidad; hay unas mejores que otras, pero en lineas generales se recomienda reemplazarlas al menos dos a tres veces al mes.
Es posible que según el uso que se le de le dure más o menos, pero en una casa sustituirla cada dos a tres semanas es buena idea y forma parte de la higiene de la cocina, considerando que son estos utensilios los que usamos para comer, beber y cocinar.
Es buena idea asearlas después de su uso
Casi siempre las personas la usan y la dejan enchumbada de agua y jabón, no la lavan, ni le remueven los residuos de alimentos, y esto es el perfecto caldo de cultivo de bacterias dañinas para la salud como la salmonella, la Escherichia coli.
Después de su uso puedes utilizar cualquiera de estos métodos de limpieza antibacteriana:
- Lavarlas con jabón antibacteriano y agua caliente, ayuda a remover los desperdicios en parte, aunque no elimina las bacterias en su totalidad.
- Lavarlas con cloro o lejía: remojar y dejarlas sumergidas en agua con cloro unos minutos y luego enjuagar, exprimir y dejar secar. Elimina las bacterias en un 87 %.
- Colocarla en el horno de microondas: está demostrado que es el método más eficaz para mantenerla limpieza de la esponja. Se enjuaga con abundante agua y se coloca por 2 minutos a la máxima potencia en el microondas, siempre húmeda. Esto lo puede hacer siempre y cuando su esponja no tenga ningún tipo de metal incorporado en su estructura, porque de ser así no la puede meter al horno pues lo puede dañar. Esto garantiza que la esponja quedara al 100 % libre de bacterias. Así lo determinó un estudio realizado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos en el 2.007. Al sacarla no la toque está caliente y se puede sufrir quemaduras.
- Introducirlas en el lavavajillas con un ciclo de secado completo también es un método efectivo para eliminar las bacterias y los mohos.
Recuerde siempre:
Una vez limpia de déjela secar, para luego volver a usar.
Es buena idea, antes de lavar los utensilios y usar la esponja:
- Remover los desperdicios de los platos con las servilletas sobrantes de la mesa o con toallín.
- Enjuagar los platos y vasos antes de enjabonarlos.
- Remover las grasa de las ollas antes de restregarle.
Luego de lavar tu vajilla, vasos y ollas, hazle higiene y lava tu esponja, aplica una de las técnicas mencionadas, escúrrela y déjala secar, antes de volver a usar.
¿Qúe producen algunas de estas bacterias?
Anteriormente mencioné algunas bacterias que pueden constituirse en un riesgo para la salud. Estas bacterias pueden ingresan a través de la boca principalmente por alimentos y utensilios contaminados y que producen principalmente afectación gastrointestinal que cursan mayormente con cuadros diarreicos, fiebre y malestar general.
Los platos, los cubiertos y los vasos que usamos para comer al estar contaminados, son una fuente de enfermedades.
Las enfermedades más frecuentes por este tipo de contaminación bacteriana en el hogar son:
- Salmonella: puede encontrarse en alimentos como frutas, verduras, huevos crudos contaminados, aves o carnes rojas crudas, leche mal pasteurizada; producen sintomatología gastrointestinal: fiebre, náuseas, vómitos y diarrea.
- Escherichia coli: se puede encontrar en la carne cruda o mal cocida, verduras mal lavadas, agua contaminada y produce náuseas, vómitos y diarrea, puede haber afección renal
- Staphylococcus aureus: se encuentra en carnes contaminadas, derivados de la leche, pastas rellenas, papas, jamón. Produce: fiebre, vómitos, dolores abdominales.
- Campylobacter: se encuentra en los alimentos contaminados como la carne, sobre todo la de pollo, el agua procedente de fuentes contaminadas (como los riachuelos y los ríos próximos a áreas de pasto) y los productos lácteos que no hayan sido pasteurizados. Produce un cuadro de fiebre, diarrea acompañada de dolor abdominales.
Los cuadros diarreicos puede llevar a la deshidratación y se debe supervisar atentamente. La deshidratación se presenta con los siguientes signos y síntomas: sed, irritabilidad, inquietud, apatía, somnolencia, ojos hundidos, boca y lengua secas, piel seca y disminución de la frecuencia de micción, es decir disminuye o hay ausencia de ganas de orinar.
La prevención en el hogar
La higiene del hogar es primordial para realizar medicina preventiva y siempre hay datos que están ahí, y no nos damos cuenta de que pueden hacernos daño a nosotros y nuestras familias.
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Dra. Rosa Emilia Fadlallah @drafadlallah
medicinapreventiva.info
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