Muy pocos se hidratan adecuadamente mientras trabajan | Por: @linternista
Una gran parte de las horas del día la pasamos en los centros de tarabajo, y no bebemos suficiente o nada de líquidos para mantenernos bien hidratados.
Este problema ha sido expuesto en un nuevo estudio «Hábitos de hidratación en el trabajo» llevado a cabo por el European Hydration Institute (EHI), fundación que promueve la hidratación humana e investiga sus efectos para la salud, el bienestar y el rendimiento físico y cognitivo, muestra que sólo cuatro de cada diez trabajadores beben más de un litro de líquido en la jornada laboral.
Este estudio se realizó en la población europea, pero puede extrapolarse a la realidad en la población latinoamericana. Los resultados son sorprendentes y ponen los hábitos de hidratación del trabajador en estado de alerta.
Tres de cada diez personas reciben información sobre la importancia de beber líquido para mantenerse hidratados en el trabajo. Un 95 % de los trabajadores afirma que bebe algo durante el día.
La cantidad de líquido que se debe ingerir depende de muchos factores, como la dieta, el tipo de vida, la edad y la actividad física. mientras que el 88 % de los trabajadores conoce los efectos que la deshidratación puede causarles (fatiga, dolor de cabeza o problemas de concentración),
La clave de la buena hidratación
Se deben hacer descansos, en el trabajo y en casa, que favorezcan la ingesta de líquidos y el aporte de energía, por ejemplo en un trabajo de intensidad física media y ambiente poco caluroso, el equivalente a ocho/diez vasos de líquido cada día es una buena referencia para un consumo saludable.
Según Lluís Serra-Majem, miembro del comité científico asesor del (EHI) y profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, en España, «es importante beber líquidos aproximadamente cada dos horas a lo largo del día”.
Aclara que “Hay gente que erróneamente bebe uno o más litros de agua por la mañana en ayunas y luego apenas bebe a lo largo del resto del día». Y añade que «es evidente que cuando nos levantamos necesitamos reponer líquidos pues estamos en una situación de deshidratación leve o moderada. Pero el exceso de agua o líquido que bebamos lo excretáremos rápidamente por orina».
Por ello es importante beber aproximadamente cada dos horas, tengamos o no sensación de sed, para conseguir un estado de hidratación adecuado para la salud, el bienestar y el rendimiento físico y mental».
¡Es por el bien del cerebro!
Mantener una apropiada hidratación es importante para el correcto funcionamiento del cerebro. Cuando estamos hidratados las células del cerebro reciben sangre oxigenada y el cerebro se mantiene alerta.
La deshidratación leve, conlleva a la pérdida de agua, a una reducción de la masa corporal entre el 1 a 2 % pudiendo afectar a la capacidad de concentración. Una pérdida de más de un 2 % del peso corporal por no hidratarse puede afectar a la capacidad de procesamiento del cerebro y a la memoria a corto plazo.
Serra-Majem recomienda: «en las ocho horas que estamos en el trabajo deberíamos beber unos 600 a 800 mililitros de líquidos en mujeres y hombres respectivamente, repartidos en unas cuatro tomas. Esta cantidad será mayor en condiciones de calor extremas o en trabajos que requieran gran actividad física».
La variedad también contribuye a mejorar la ingesta de micronutrientes, vitaminas, antioxidantes y electrolitos. Las razones para elegir una u otra dependen del motivo: por ejemplo, cuando se está cansado se optará por una bebida con cafeína, las bebidas deportivas además de hidratar ayudan a recuperar el desgaste energético y los zumos de fruta aportan nutrientes importantes como vitaminas y antioxidantes.
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Fuente: La Razón.
Daniel Ricardo Hernández
Comunicador Social