Cómo reducir el riesgo de activar la rinitis alérgica | Por: @linternista
La temporada de lluvias es temida para los alérgicos. El cambio de estación agudiza los síntomas y aparecen las molestias en nariz, ojos y boca. La rinitis es la alergia más frecuente y afecta a unas 8 millones de argentinos. Según la Organización Mundial de la Salud, quienes la padecen tienen mayor riesgo de desarrollar asma.
“Las enfermedades alérgicas afectan múltiples cuestiones entre las que se encuentran, lo físico, lo psicológico, la calidad de vida (se pierde productividad laboral y, se ve alterado el aprendizaje de los niños) y las interacciones sociales, sumadas al impacto económico directo e indirecto, costos médicos y no médicos, que impactan no solamente en el paciente y la familia, sino también en la sociedad”, afirmó Débora Seigelshifer, Presidente de la Asociación Argentina de Alergia en Inmunología Clínica.
Los síntomas más comunes de la rinitis alérgica son estornudos repetidos, goteo de moco de características acuosas, congestión nasal y picazón de nariz, ojos, oídos y paladar. También pueden presentar cefalea o dolor en la cara u oídos. Los pacientes con asma, en tanto, por lo general experimentan episodios recurrentes de silbidos, dificultad para respirar, sensación de opresión en el tórax y tos particularmente a la noche o temprano por la mañana. Otras enfermedades asociadas a la rinitis incluyen: sinusitis, conjuntivitis, otitis media serosa, infecciones recurrentes de la vía aérea superior y trastornos del sueño.
Los factores que precipitan los síntomas se encuentran en el interior de los hogares (ácaros del polvo, epitelios de animales y hongos) y en el exterior (pólenes de árboles, pastos y malezas). Pero también hace su aporte la polución ambiental producida por el humo del tabaco, diversos químicos y las partículas de combustible, entre otros factores que actúan como transportadores y son capaces de potenciar la alergenicidad y empeorar el asma o la rinitis, explicó Daniel Vazquez, secretario general de la entidad.
Evitar completamente esos factores desencadenantes es imposible, pero se pueden tomar medidas para disminuir su exposición como reducir los ácaros del polvo y el polvo en el hogar, controlar el moho y reducir la exposición al polen de las plantas y el contacto con animales. Según el servicio Medline Plus, de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, algunos de los cambios que pueden ayudar son:
1- Instalar filtros de horno u otros filtros de aire
2- Retirar los muebles y las alfombras de los pisos
3- Utilizar un deshumidificador para secar el aire de la casa
4- Cambiar el lugar donde las mascotas duermen y comen
5- Cambiar la manera de limpiar la casa
Una cuestión importante es evitar la automedicación. Ante la aparición de los síntomas, la mejor opción es consultar a un especialista que ayudará a identificar cuál es el alergeno que causa la alergia y así prescribirá el tratamiento farmacológico correcto.
Mucha alergia: asma en puertas
Entre uno y cuatro de cada 10 pacientes diagnosticados inicialmente con rinitis también tienen asma, y el 80% de los diagnosticados inicialmente con asma también tienen rinitis, apuntó Claudio Parisi, director Científico de la AAAeIC. “El manejo correcto de estas enfermedades no sólo depende del uso oportuno de la medicación sintomática y de la inmunoterapia alérgeno específica, sino que necesita de las medidas de control ambiental (evitar alérgenos) y de la educación del paciente”, agregó.
Este año, el foco de la campaña mundial de concientización está puesto en el costo humano y económico de las alergias respiratorias. Cuando la rinitis se asocia al asma, los costos crecen notablemente ya que se prescriben más medicamentos y aumenta el riesgo de internaciones y de consultas a la guardia. Más aún el subdiagnóstico y el inadecuado tratamiento de rinitis pueden empeorar el asma coexistente generando un problema mayor en la salud pública. En todo el mundo mueren unas 250 mil personas por asma al año.
Fuente: Clarín.
Daniel Ricardo Hernández
Comunicador Social