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El metro viaja saturado de microorganismos| @linternista

Arriba, abajo, a ambos lado y encima nuestro. No pagan boleto y ni siquiera los vemos, pero viajan en el metro de cualquier ciudad.

Virus, bacterias y hongos flotan en el aire y viven en pasamanos, asientos, puertas y ventanillas. Las muestras tomadas en el metro de Nueva York observaron la existencia de más de 600 tipos de microbios -incluso fragmentos de ADN asociados con el ántrax y la peste bubónica- y la mitad de ellos no pudieron ser identificados, lo que muestra la enorme variedad de especies de germenes aún desconocidos que pueblan las grandes ciudades.

El estudio fue realizado por profesores y estudiantes de la Universidad de Cornell que durante 17 meses recorrieron las 466 estaciones de las 24 líneas que conectan la Gran Manzana. Armados con hisopos, tomaron muestras en bancos, barandas, potes de basura y kioscos que, a diario, utilizan cinco millones de usuarios. «Al mirar los pasamanos, la gente no piensa que allí hierve la vida, pero después de este estudio puede que sí lo hagan», comentó en diálogo con The New York Times el director del trabajo, Christopher Mason, profesor asistente en el Departamento de Fisiología y Biofísica de Cornell.

Mapa de patógenos

La idea de desarrollar un «mapa de patógenos» – conocido como un PathoMap- lo asaltó un día que llevó a su hija a la guardería y observó cómo intercambiaba los juguetes con los otros chicos y se los metía en la boca. «No pude evitar pensar cuánto intercambio había y de qué tipo», contó. A raíz de eso, se le ocurrió que un lugar donde se da una cercanía similar es el metro.

Los hallazgos de PathoMap

En líneas generales son tranquilizadores. No hay necesidad de evitar ese medio de transporte ni subir con guantes protectores, afirmó Mason. Es que la mayoría de las bacterias encontradas no causan enfermedades. «Nuestros datos muestran que la mayoría de las bacterias en estos medios de transporte muy concurridos son neutrales para la salud humana. Muchas se encuentran de hecho en la piel o en el intestino del ser humano», sostuvo el científico y agregó: «Incluso pueden ser útiles para el sistema inmunitario».

Según el mapa de patógenos, la mayor variedad de microbios se concentra en la zona del Bronx, seguida por Brooklyn, Manhattan, Queens y Staten Island. «Construimos mapas que detallan qué organismos están presentes en cada zona de la ciudad, creando un retrato molecular de la metrópoli», apuntó Cem Meydan, coautor del trabajo.

Alrededor de la mitad de las secuencias de ADN recogidas no pudo ser identificado. Son organismos con los que los usuarios del subterraneo conviven a diario, pero que hasta el momento no habían sido descubiertos ni clasificados. Los resultados revelan el enorme potencial que todavía se encuentra abierto a la exploración científica.

Los organismos más encontrados

Las bacterias son las más numerosas (46,9 %). De las conocidas, la mayoría (57 %) no se asocia con la enfermedad humana, mientras que alrededor del 31 % representa riesgos para la salud de poblaciones vulnerables (como inmunocomprometidos o heridos). Sólo el 12 % restante tiene algunas pruebas de patogenicidad para la población en general.

La mayoría de las bacterias halladas están asociadas al tracto gastrointestinal (32,3 %), seguidas por las de la piel (29 %), tracto urogenital (20 %), sistema respiratorio (10 %), boca (6,5 %) y ojos (1,6 %). (Weill Cornell Medical College)

Para sopresa de los investigadores fueron halladas tres muestras asociadas a la peste bubónica y dos con ántrax. No obstante, subrayaron que no hay evidencia de que los microbios estuviesen vivos, ya que no se registran casos de estas enfermedades en Nueva York desde hace mucho tiempo.

«A pesar de encontrar rastros de microbios patógenos, su presencia no es lo suficientemente sustancial como para representar una amenaza para la salud humana», tranquilizó el doctor Mason. «La presencia de estos microorganismos y la falta de casos médicos reportados es un verdadero testimonio del sistema inmunológico de nuestro cuerpo y de nuestra capacidad innata para adaptarnos continuamente a nuestro medio ambiente.”

Sin motivos para el pánico

Los autores destacaron la buena noticia de que la mayoría de las bacterias encontradas no causan problemas de salud.

Mason espera que el estudio, publicado en la revista Cell Systems, ayude a los habitantes de Nueva York a tener otra imagen del metro. «Quiero que lo miren como harían en una selva y constaten con orgullo que existen todos esos microbios y que pese a todo ellos han superado la prueba sanos».

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Fuente: Clarín.

Daniel Ricardo Hernández @danielricardoh

Comunicador Social

Comité editorial medicinapreventiva.info

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