Cuando querer alimentarse «bien» se torna en un peligro | Por: @linternista
El Internet y el resto de medios de comunicación, debido a la gran cantidad de consejos nutricionales y sanitarios podrían estar alimentando un trastorno alimenticio peligroso llamado ortorexia.
La ortodexia nerviosa, es un término que surge en 1997 por el doctor Steven Bratman, la cual se caracteriza por una fijación con la alimentación saludable que termina por convertirse en una compulsión paralizante, y se describe como «una enfermedad disfrazada de virtud».
A diferencia de otros trastornos de alimentación como la anorexia y la bulimia, su objetivo, por lo general, no es adelgazar, solo el deseo de sentirse bien, de estar bien y consumir alimentos «biológicamente puros», a menudo para recuperarse de una enfermedad.
Un ejemplo de este padecimiento
La joven Jordan Younger se convirtió en una referencia para la salud con su blog de comida en Nueva York. La «Rubia Vegana», era toda una marca de éxito, y lanzó incluso su propia línea de ropa con lemas como «Oh Kale Yes!».
Convencida de «comer sano», compartía sus consejos sobre la «desintoxicación» con sus más de 100.000 seguidores en Instagram.
Pero a pesar de mostrarse rebosante de salud, su letargo iba creciendo y dejó de menstruar. Empezó a tener ansiedad en su día a día, a entrar en pánico cuando se enfrentaba a una comida que no había previsto o algo que no encajaba con sus reglas. Fue entonces cuando se percató de que había algo que claramente no funcionaba bien en su estricta dieta.
«Había desarrollado muchos temores en torno a la alimentación», declaró Younger a The Independent. «Mis comidas cada vez eran más limitadas. Me resultaba fácil esconderme detrás del escudo del veganismo (vegetarianismo estricto) cuando estaba en un restaurante con amigos o incluso a la hora de hacer la compra. Descartaba todo lo no «light», libre de aceite, sin azúcar, sin gluten y basado en plantas naturales, porque no estaba dentro de mis alternativas».
Un monstruo llamado obsesión
Finalmente, inició un largo proceso de terapia y su alimentación se volvió más equilibrada al reintroducir los huevos, el pescado y el pollo.
Hasta cambió de nombre en internet para convertirse en «La Rubia Equilibrada». Sin embargo, la transición no fue fácil, ya que se enfrentó a fuertes críticas e incluso amenazas de muerte de algunos de sus fans.
«Yo no controlaba la comida, ella me controlaba a mi», declaró Carrie Armstrong a una presentadora de televisión de Newcastle sobre la ortorexia.
El doctor Bratman, quien no sólo acuñó el término, sino que también fue la primera víctima diagnosticada de ortorexia, apunta que el peligro viene cuando el hábito se convierte en obsesión.
«Llega un punto en que el ortoréxico dedica gran parte de su vida a la planificación, la compra, la preparación y el consumo de la comida», apunta el doctor. «Algunos enfermos comienzan por privarse de un conjunto de alimentos, como los productos de origen animal, pero con el tiempo su dieta se vuelve tan restrictiva que acaban por desnutrirse».
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Fuente: ABC.
Daniel Hernández
Comunicador Social