¿Por qué el ácido hialurónico tiene efecto analgésico? | Por: @linternista
Se ha descubierto el mecanismo que explica el efecto analgésico del hialuronato de sodio mejor conocido como ácido hialurónico, una sustancia que se utiliza en cirugía estética, oftalmología, y para controlar el dolor en las artrosis.
Un equipo del Instituto de Neurociencias de Alicante, España, centro mixto del CSIC y de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH), publicó un comunicado en la revista Nature Communications. En el se señala, que en un estudio realizado se demostró como logra esta sustancia que se inyecta en millones de pacientes, controlar el intenso dolor articular y esto podría abrir nuevas posibilidades para el tratamiento del dolor, especialmente en el caso de pacientes con artrosis.
El ácido hialurónico o hialuronato de sodio es una sustancia presente en todos los tejidos y de forma natural en el líquido sinovial que contienen las articulaciones, donde actúa como amortiguador de las fuerzas mecánicas que se generan continuamente con el movimiento, previniendo que la articulación se desgaste o dañe.
Cuando se sufre y padece de artrosis, la concentración y el tamaño de las moléculas de hialurónico articular son bajos, lo que reduce su efecto amortiguador y propicia el daño de los tejidos articulares y la liberación de sustancias químicas inflamatorias, que a su vez actúan sobre unas moléculas llamadas ‘canales TRPV1’, que son excitadas y envían señales nerviosas de dolor al cerebro.
Carlos Belmonte, investigador del Neurociencias señala que: «Nuestro trabajo ha revelado que el efecto analgésico del hialurónico inyectado en la articulación no sólo se debe a la recuperación de su papel como filtro viscoelástico, sino que se une también a los ‘canales TRPV1’, haciéndolos menos sensibles a las sustancias inflamatorias, con lo que los nervios que señalan el dolor articular se silencian en parte».
El ‘canal TRPV1’ está implicado en los procesos dolorosos, en general, y en muchas otras funciones biológicas, por lo que es hoy objeto de un gran esfuerzo investigador y farmacológico.
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Fuente: La Razón.
Daniel Hernández
Comunicador Social
