Si Usted ya sufrió un primer ataque cardíaco, cambie su estilo de vida y evite sufrir uno nuevo | Por: @linternista
Luego de haber sobrevivir a un ataque cardíaco, los pacientes le tienen terror a sufrir uno nuevo, sin embargo, alrededor de una de cada cinco personas que han sufrido un ataque cardíaco, ingresarán nuevamente al hospital por uno nuevo en los siguientes cinco años. De hecho, cada año, hay aproximadamente 335,000 ataques cardíacos recurrentes en los Estados Unidos.
Durante un ataque cardíaco se daña una zona del músculo cardíaco por un bloqueo del suministro de sangre a esa área. Para evitar una recurrencia, que posiblemente resulte en muerte de la víctima, preste atención de inmediato al tratamiento y las medidas de prevención.
Las acciones correctas también pueden ayudarlo a regresar a sus actividades regulares más rápidamente, establecer un curso para un futuro más saludable y ayudar a reducir el riesgo de un segundo ataque cardíaco.
Después de un ataque cardíaco, un médico probablemente le recetará medicamentos como la aspirina, un bloqueador beta, estatinas y quizás otros medicamentos para asegurar la función del músculo cardíaco. Es importante tomar los medicamentos según lo prescrito.
También es fundamental cumplir con las citas médicas regulares y controlar los factores de riesgo clave, como la presión arterial. Llame a su médico si tiene nuevos síntomas cardíacos, aunque sean leves, e incluso si son intermitentes. Puede indicar un riesgo de recurrencia.
Un síntoma común de ataque cardíaco es la sensación de presión y dolor intenso en el pecho. La presión también puede ser hacia la porción superior del abdomen y confundirse con el reflujo ácido. Los sudores fríos y la sensación de desmayo también son síntomas.
Los síntomas pueden diferir entre hombres y mujeres. Las mujeres pueden tener síntomas de dolor no torácico, como náuseas, falta de aliento o agotamiento extremo, «como si corrió una maratón y no puede moverse». Si aparecen síntomas de ataque cardíaco, llame al servicio de emergencias local. El personal médico puede administrar el soporte vital cardíaco de inmediato. Mientras más tiempo pase sin la debida tención, mayor será la cantidad de músculo cardíaco afectado.
Para recuperarse, es importante participar en programas de rehabilitación cardíaca, un programa ambulatorio que utiliza ejercicios supervisados por un médico, generalmente un promedio de tres veces por semana durante tres meses. También incluye asesoramiento sobre nutrición y gestión de riesgos para ayudarlo a mantener un peso saludable o, si es el caso, dejar de fumar.
Un estudio encontró que la rehabilitación cardíaca ayudó a reducir las posibilidades de un segundo ataque cardíaco en un 47 por ciento. En otra serie de pacientes que participaron en la rehabilitación cardíaca, se redujo un 42 por ciento el riesgo de morir en un promedio de ocho años.
La investigación ha encontrado que cualquier actividad física después de un ataque cardíaco puede ser útil, pero el objetivo debe ser la actividad física regular, así como también una dieta saludable que limite el azúcar, las grasas saturadas, así como la ingesta de sodio (sal).
La dieta mediterránea promueve la ingestión de frutas y verduras y poca carne roja. La dieta DASH, (aproximación dietética para detener la hipertensión, por sus siglas en inglés), también incorpora una variedad de frutas y verduras, granos enteros, pollo y pescado sin piel, nueces y legumbres, productos lácteos bajos en grasa y aceites no tropicales.
Otro elemento importante de la recuperación es encontrar un sistema de soporte emocional; el aislamiento puede ser un marcador para un ataque cardíaco recurrente y la muerte. Confíe en la familia, los amigos o su casa de culto para obtener apoyo emocional. Acceda a redes de apoyo o busque ayuda profesional. Un estudio encontró que volver al trabajo también puede ayudar a combatir la depresión posterior a un ataque cardíaco.
Fuente: heart.org
