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El riesgo de enfermedad cardiovascular puede aumentar desde la etapa prenatal | Por: @linternista

Según un nuevo estudio llevado a cabo en ovejas, publicado el 22 de enero de 2019 en la revista « PLoS Biology», por un equipo del Departamento de Fisiología, Desarrollo y Neurociencias de la Universidad de Cambridge (Gran Bretaña), encabezado por Dino Giussani, ha visto que las crías cuyas madres tuvieron un embarazo complicado, pueden tener un mayor riesgo de enfermedad cardíaca en el futuro.

La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte hoy en día en todo el mundo. Uno de los factores de riesgo asumidos, además de los propios asociados al estilo de vida, son nuestros genes, que interactúan con los factores de riesgo como el tabaco, la obesidad y el sedentarismo para promover un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.

Además de los efectos del estilo de vida adulto, existen evidencias suficientes que señalan que la interacción gen-ambiente antes del nacimiento puede ser tan importante, si no más, en la ‘programación’ de la salud cardíaca en el futuro.

La evidencia derivada de estudios clínicos en humanos y modelos animales experimentales muestra una relación causal entre el embarazo adverso y el aumento de la enfermedad cardiovascular en la descendencia adulta. Sin embargo, faltan estudios traslacionales de mecanismos de aislamiento para diseñar la intervención.

Las ovejas y los humanos comparten hitos de desarrollo similares en anatomía y fisiología cardiovascular. Se probó la hipótesis en ovinos de que el tratamiento materno con antioxidantes protege contra la restricción del crecimiento fetal y la hipertensión programada en la edad adulta durante la gestación complicada por la hipoxia fetal crónica, la consecuencia adversa más común en el embarazo humano.

Evidencias en hermanos

Los estudios en hermanos muestran que los niños nacidos de madres obesas durante el embarazo tienen un mayor riesgo de enfermedad cardíaca que los hermanos nacidos de la misma madre después de la cirugía para reducir la obesidad materna. Dichos trabajos han proporcionado una fuerte evidencia en humanos que sugieren que el ambiente durante los períodos críticos de desarrollo puede influir directamente en la salud cardiovascular a largo plazo y, además, en el riesgo de enfermedad cardíaca.

En este estudio de « PLoS» se muestra que en las crías adultas de embarazos complicados por hipoxia crónica se observa un incremento de los indicadores de enfermedad cardiovascular, como presión arterial alta y vasos sanguíneos más rígidos.

La hipoxia crónica o niveles de oxígeno inferiores a lo normal en el bebé en desarrollo dentro del útero es uno de los resultados más comunes de embarazos complicados en humanos. Se produce como resultado de problemas dentro de la placenta, como puede ocurrir en la preeclampsia, la diabetes gestacional o el tabaquismo materno.

Dirigido por el profesor Dino Giussani, los investigadores han utilizado ovejas embarazadas para demostrar que el tratamiento materno con la vitamina C antioxidante durante un embarazo complicado podría proteger a las crías adultas de desarrollar hipertensión y enfermedades cardíacas.

El embarazo hipóxico indujo la restricción del crecimiento fetal y el estrés oxidativo fetal. En la edad adulta, programó la hipertensión mediante el aumento de la reactividad del vasoconstrictor y la función endotelial independiente del NO.

La vitamina C materna en el embarazo hipóxico mejoró la oxigenación transplacentaria y mejoró la capacidad antioxidante fetal al tiempo que aumentaba la biodisponibilidad de NO, compensando la hiperreactividad del constrictor y reponiendo la función endotelial en la descendencia adulta.

Por lo tanto, los resultados no solo proporcionan evidencias de que es posible una influencia prenatal sobre la enfermedad cardíaca posterior en la descendencia, sino que también muestra el potencial de protegerse contra ella al «aplicar la medicina preventiva en el útero», señala Kirsty Brain, primera autora del estudio.

Resulta que la vitamina C es un antioxidante comparativamente débil, y si bien el estudio de Cambridge proporciona una prueba de concepto, el trabajo futuro se centrará en la identificación de terapias con antioxidantes alternativas que podrían resultar más efectivas en la práctica clínica humana.

«Nuestros hallazgos subrayan que cuando se consideran estrategias para reducir la carga general de la enfermedad cardiovascular hace falta poner más atención sobre la prevención que sobre el tratamiento. El tratamiento debe comenzar lo antes posible, mejor durante el desarrollo, en lugar de esperar hasta la edad adulta cuando el proceso de la enfermedad se vuelve irreversible», añade el profesor Giussani.

En conclusión, el trabajo llama la atención sobre una nueva forma de pensar acerca de las enfermedades cardíacas con una perspectiva a largo plazo, centrándose en la prevención en lugar del tratamiento.

Fuente: abc.es / journals.plos.org

Comité editorial medicinapreventiva.info

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