El yoga puede mejorar calidad de vida y disminuir la frecuencia cardiaca en fibrilación auricular paroxística | Por: @linternista

Según los resultados de un nuevo estudio publicado en línea el 14 de marzo de 2016 en el European Journal of Cardiovascular Nursing, el yoga puede mejorar la calidad de vida y también disminuir la frecuencia cardiaca en pacientes con fibrilación auricular paroxística (FAP).

El estudio preliminar aleatorizado de 80 pacientes con fibrilación auricular en Suecia demostró que los que recibían tratamiento estándar y participaban en un programa de yoga de 12 semanas, concebido específicamente para los pacientes con enfermedad cardiovascular y enfocado en la respiración profunda, más el tratamiento normal, tenían puntuaciones en la salud mental significativamente más altas que los que recibían sólo tratamiento normal. El grupo con yoga también tuvo una frecuencia cardiaca y presión arterial diastólica y sistólica significativamente más bajas.

Según María Wahlstrom, investigadora principal del Instituto Karolinska, en Estocolmo, Suecia, «Nuestros resultados demuestran que el yoga mejora significativamente la calidad de vida y que la mayor comodidad les permite tolerar más fácilmente sus trastornos», señalan, añadiendo que la disminución de la tensión arterial y la frecuencia cardiaca también puede «brindar a los pacientes una sensación de seguridad». Aunque en número pequeño, «a nuestro entender, este es uno de los estudios aleatorizados más extensos en que se evalúa el efecto del yoga en pacientes con fibrilación auricular «. Con base en los hallazgos, «el yoga podría ser un método de tratamiento complementario al normal»

Yoga terapéutico

La investigación previa había demostrado que algunas formas de yoga pueden disminuir la presión arterial lo mismo que otros factores de riesgo cardiovascular.

Los investigadores actuales querían evaluar las posibles ventajas del yoga específicamente en pacientes con fibrilación auricular paroxística, «que experimentan un agravamiento de la calidad de vida relacionada con la salud, en comparación con la población general y pacientes con otras enfermedades cardiovasculares», señalan. «Esto puede incrementar la mortalidad, la morbilidad y la hospitalización».

En el estudio unicéntrico, la mitad de los participantes fueron asignados de manera aleatoria para recibir sólo tratamiento normal (grupo de control) y la otra mitad fueron asignados a tratamiento normal más Mediyoga, «una forma terapéutica de yoga que evolucionó a partir del Kundalini», informan los investigadores.

El grupo con yoga se sentaba en sillas en una lección semanal y, de acuerdo con las instrucciones de un profesor capacitado, hacían ejercicios de respiración profunda, meditación y movimientos ligeros concebidos para estirar los músculos del tórax y relajar el cuerpo. También se les brindaban discos compactos e instrucciones por escrito y se les decía que continuaran la práctica en su domicilio. El tratamiento normal incluyó «medicación, cardioversión y ablaciones con catéter».

Las mediciones, incluidas la presión arterial y la frecuencia cardiaca, fueron evaluadas al inicio y dos semanas después que terminó el periodo de tratamiento de 12 semanas. Se midió la calidad de vida utilizando la Escala Visual Analógica del cuestionario de salud European Quality of Life-5 Dimensions (EQ-5D) y el Cuestionario de la Salud en Formato Abreviado de 36 preguntas (SF-36). Para los dos cuestionarios de calidad de vida , una puntuación de 100 fue la más alta y la mejor disponible.

Medicina alternativa

Al inicio, el grupo con yoga tuvo una puntuación de la salud mental en el cuestionario de salud SF-36 significativamente más baja en comparación con el grupo de control (media 42,1 frente a 53,0; p < 0,001), pero su puntuación mejoró significativamente en el seguimiento (50,6; p < 0,001), en tanto que las puntuaciones para el grupo de control no lo hicieron (p = 0,02 para la comparación entre los grupos).

Las puntuaciones de la escala visual analógica del cuestionario de salud EQ-5D también fueron significativamente más bajas para el grupo con yoga al inicio (70 frente a 80 para el grupo de control, p = 0,03) y luego mejoraron significativamente en el seguimiento (80, p < 0,001). Sin embargo, su puntuación final no fue significativamente diferente a la del grupo de control.

Tampoco hubo diferencias intergrupales significativas para las puntuaciones en el cuestionario SF-36 para las variables fisiológicas en ningún momento.

Sin embargo, la frecuencia cardiaca fue significativamente más baja para el grupo con yoga en el seguimiento (p = 0,02), lo mismo que la presión arterial sistólica (p = 0,03) y la presión arterial diastólica (p = 0,001) en comparación con el grupo de control.

«Para controlar las consecuencias emocionales que surgen con la fibrilación auricular los pacientes necesitan herramientas prácticas», señalan los investigadores. «Se está volviendo más frecuente que los pacientes con arritmias utilicen medicina alternativa complementaria, incluido el yoga».

De cualquier manera, señalan que se necesita más investigación, sobre todo en un grupo más grande de participantes y se debiera comparar el yoga con otras intervenciones, como las técnicas de relajación.