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La fibrilación auricular es una arritmia cardíaca mucho más peligrosa de lo que se pensaba | Por: @linternista

Según un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Oxford (Reino Unido), la fibrilación auricular es una arritmia que también conlleva un aumento del riesgo de otras enfermedades muy graves, como los infartos de miocardio, la insuficiencia cardiaca, la enfermedad renal crónica y los episodios de muerte súbita.

Explica Ayodele Odutayo, director de esta investigación publicada en la revista «The BMJ» el 6 de septiembre de 2016, que «la fibrilación auricular se asocia con un mayor riesgo de muerte y con un riesgo incrementado de enfermedades renales y cardiovasculares. Por ello, y más allá del ictus, debe requerirse la puesta en marcha de intervenciones dirigidas a reducir este riesgo en los adultos afectados por este tipo de arritmia cardiaca».

La fibrilación auricular es una arritmia caracterizada por un ritmo cardiaco rápido e irregular. Es la arritmia cardíaca más frecuente en la práctica clínica. De hecho, y según los resultados alcanzados en 2013 en el Estudio de Observación de Fibrilación y Enfermedad Coronaria en España (OFRECE), el 4,3% de los españoles mayores de 40 años –el 3,9% de las mujeres y el 4,7% de los varones– presenta fibrilación auricular. Se produce cuando se altera la secuencia de activación del corazón y una parte del mismo (las aurículas) mandan al resto del corazón múltiples estímulos de forma irregular. Como consecuencia de estos estímulos, el corazón se acelera y pierde la regularidad. Una situación a tener muy en cuenta dado que este tipo de arritmia se asocia con un mayor riesgo de ictus y, por tanto, de mortalidad. Esta arritmia puede ser transitoria (FA paroxística) y desaparecer espontáneamente o persistente.

La fibrilación auricular es más frecuente en personas de edad avanzada, en hipertensos y en pacientes con otros problemas cardiológicos como pueden ser las enfermedades de las válvulas, especialmente la estenosis mitral. En personas jóvenes esta arritmia se asocia al consumo de alcohol, por ello también se llama la “arritmia del sábado noche”

Por lo general, la principal consecuencia sobre el corazón es la aceleración del ritmo cardiaco, apareciendo en reposo frecuencias cardiacas superiores a 100 lpm. Además se pierde la sincronía de la contracción, apareciendo un pulso irregular. Aunque en general se trata de una arritmia “benigna”, si la frecuencia cardiaca se acelera demasiado o la arritmia aparece en un paciente con cardiopatía previa (insuficiencia cardiaca, cardiopatía isquémica, hipertensión no controlada etc), pueden producirse consecuencias peligrosas.

El segundo problema que plantea esta arritmia es la predisposición a que se formen trombos dentro del corazón, incrementándose el riesgo de embolias, especialmente el riesgo de padecer un ictus (anteriormente llamado accidente cerebro-vascular o ACV).

Más allá del ictus

Es bien conocido que la fibrilación auricular se asocia con un mayor riesgo de ictus y de mortalidad, así como con mayores costes sanitarios y con una menor calidad de vida para los afectados. Sin embargo, las evidencias alcanzadas sobre la relación existente entre la arritmia y la enfermedad y episodios cardiovasculares distintos del ictus no resultan del todo concluyentes.

Por ello, los autores han llevado a cabo esta nueva investigación o metanálisis en la que analizaron los resultados de 104 estudios realizados con 9.686.513 participantes, 587.867 de los cuales habían sido diagnosticados de fibrilación auricular.

Los resultados mostraron que, comparada frente a las personas sin esta arritmia, la presencia de fibrilación auricular se asocia a un riesgo superior de mortalidad por cualquier causa –3,8 decesos por cada millar de participantes y año–, de cardiopatía isquémica –1,4 casos por cada 1.000 participantes y año–, de enfermedad renal crónica –6,6 episodios por cada millar de participantes y año– y, sobre todo, de insuficiencia cardiaca –11 casos por cada 1.000 participantes y año.

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Es más; el estudio también alerta de que la fibrilación auricular se asocia con un riesgo hasta dos veces superior de mortalidad por causa cardiovascular, con una probabilidad 2,3 veces mayor de padecer un ictus, y con un riesgo hasta cinco veces superior de insuficiencia cardiaca congestiva.

Como indican los autores, «el incremento del riesgo asociado a muchas de estas enfermedades y episodios resulta superior al observado en el caso del ictus, lo que confirma las evidencias crecientes que sugieren que la relación entre la fibrilación auricular y las enfermedades cardiovasculares va mucho más allá de los accidentes cardiovasculares».

Mayor protagonismo

Entonces, y similarmente a como ocurre en el caso de los ictus, ¿puede concluirse que la fibrilación auricular es la responsable del desarrollo de todas estas patologías cardiovasculares y renales? Pues la verdad es que no, dado que se trata de un estudio observacional y no pueden establecerse relaciones del tipo ‘causa y efecto’.

Sea como fuere, concluye Ayodele Odutayo, «nuestro trabajo podría tener implicaciones para la priorización de los recursos sanitarios públicos y el desarrollo de intervenciones novedosas para los pacientes adultos con fibrilación auricular».

Fuentes: abc.es / fundaciondelcorazon.com
 

 


 


 

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