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Tomar vitamina D no previene el cáncer de pulmón | Por: @linternista

El mayor estudio realizado hasta la fecha por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC, en su acrónimo en inglés) concluye que las altas concentraciones de vitamina D en el organismo no logran disminuir el riesgo de padecer cáncer de pulmón. Los estudios en los que se basa esta revisión de estudios se han publicado en la revista científica «Annals of Oncology».

La vitamina D lleva años acaparando atención científica. En los últimos años, se ha convertido en la «supervitamina» que es capaz de mantener a raya la hipertensión, la diabetes, el asma y hasta la esclerosis múltiple y el cáncer. La hipótesis de partida tiene lógica: tres cuartas partes de la población mundial presenta niveles deficientes de vitamina D durante gran parte del año y cada vez pasamos más tiempo encerrados donde no llega el sol, imprescindible para obtenerla. Solo el 10 por ciento de la vitamina D la obtenemos con la dieta, el 90 por ciento restante llega con los rayos del sol. Así que por qué no pensar que esta ausencia es la causa de enfermedades crónicas como el cáncer que están al alza.

La literatura científica ha especulado con que su consumo puede reducir y tratar, desde cáncer de colon, al de mama, próstata o pulmón. Pero este organismo, dependiente de la Organización Mundial de la Salud, es la referencia global en prevención. Sus expertos revisan toda la información y registros de cáncer y son los que, por ejemplo, determinaron que la carne roja podría ser potencialmente cancerígena o que no había peligro con el café o el té si no se tomaban excesivamente calientes.

El mayor estudio

Debido al debate generado con la vitamina D, la agencia quería dar una respuesta precisa y definitiva a la discusión. Tras examinar 5.300 casos, su respuesta ha sido negativa: «Los resultados están basados en los datos más completos que existen y muestran claramente que no hay asociación entre las elevadas concentraciones de vitamina D y el riesgo de cáncer de pulmón», afirmó Paul Brennan, uno de los investigadores en un comunicado de la institución.

Estos resultados contrastan con los dos metaanálisis anteriores que informaron asociaciones inversas entre las concentraciones circulantes de vitamina D y el riesgo de cáncer de pulmón. Como ocurre siempre con los metanálisis, es posible que la recopilación de estudios publicados no represente la suma total de todos los estudios realizados, por lo que los estudios con resultados nulos tienen más probabilidades de quedar inéditos.

 

Odds ratios for a doubling in 25(OH)D concentration overall, and by demographic and individual characteristics. Estimates are from conditional logistic regression models conditioned on matched case set, and adjusted for four categories of circulating cotinine. P-values are from likelihood ratio tests of the interaction terms between 25(OH)D and each covariate.

La agencia destacó en el comunicado que sus conclusiones son importantes porque «muchas estrategias de prevención todavía se centran en la suplementación de vitamina D» como medida de protección contra esta enfermedad.

No solo las estrategias de prevención estaban relacionadas con la toma de la «vitamina del sol». También se especulaba con la posibilidad de utilizar suplementos para la curación de tumores cuando ya han parecido, e incluso a reducir su agresividad.

«Lo que realmente causa cáncer es el tabaco»

A los oncólogos las conclusiones de la Agencia del Cáncer no les supone «una gran decepción». «Los estudios que analizan el cáncer en relación a la dieta o a la toma de vitaminas no suelen ser definitivos. En oncología médica no tienen mucho predicamento», reconoce el oncólogo Mariano Provencio, presidente del Grupo Español de Cáncer de Pulmón.

El doctor Provencio es «escéptico» con la posibilidad de que un suplemento vitamínico pueda evitar el desarrollo de un tumor. «Cargar las tintas en esto es desviar la atención de lo que realmente provoca cáncer de pulmón y todos conocemos: el tabaco. Aunque sea más fácil tomar un suplemento vitamínico que dejar de fumar», señala el también jefe de servicio de Oncología Médica del Hospital Puerta de Hierro de Madrid.

Sol y dieta

La carencia de vitamina D está relacionada con numerosas enfermedades: raquitismo, debilidad de huesos, neumonía, asma, esclerosis múltiple o diabetes. Es una vitamina-hormona y existen receptores en todas las células del organismo: huesos, músculos, cerebro, mamas, próstata sistema inmune…

Es necesaria para muchas funciones y para obtenerlo no basta con sostener una buena alimentación. El 90 por ciento proviene de la radiación solar y el 10 por ciento de la dieta, especialmente de los lácteos, el pescado azul o el aceite de hígado de bacalao. En un país tan soleado como España, los españoles no deberían tener problemas de déficit, pero los hay, incluso más que en países del norte de Europa donde se ha optado por suplementar algunos alimentos.

Fuente: abc.es

Comité editorial medicinapreventiva.info

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