Actividad física y DeporteAntienvejecimientoDieta y AlimentaciónMedicina Interna

Las claves de la medicina antienvejecimiento o «antiaging» | Por: @rigotordoc

El envejecimiento es un proceso integral que afecta a todo el organismo y los factores responsables del mismo son varios, pero el principal es el estrés oxidativo y para contrarrestarlo es necesario llevar un estilo de vida “antiaging”.

El envejecimiento está directamente relacionado con nuestra genética y con nuestros hábitos de vida, en general, por eso, cuanto antes empecemos a cuidarnos, mejor calidad de vida tendremos y mayor número de años viviremos. Lo idóneo es alargar nuestra vida de la forma más saludable posible para que no desarrollar enfermedades.

¿Cuándo empezamos a envejecer?

A los 20 años, nuestro organismo alcanza su máxima capacidad física y a partir de esa edad comenzamos a envejecer. Los niveles hormonales empiezan a decaer, se ponen en marcha unas sustancias, los radicales libres, que provocan la oxidación celular y el envejecimiento, nuestra piel se vuelve menos elástica, aparecen las primeras arrugas y se comienza un largo camino hacia la senectud.

Se trata de un proceso natural de nuestro organismo. Sin embargo, el modo de envejecer de unos y otros no es el mismo; la longevidad de un individuo depende, digamos un 25 por ciento de su genética y un 75 por ciento de sus hábitos de vida. Esto es algo muy importante, ya que si modificamos estos últimos y los volvemos más saludables podemos prevenir enfermedades y vivir más.

Por ello, nació la Medicina Antiaging o antienvejecimiento, cuya finalidad es la de estudiar el declive natural de la persona y descartar los posibles factores perjudiciales que puedan ocasionar una vejez prematura. De tal manera que la Medicina Antiaging es una disciplina médica multidisciplinaria y básicamente preventiva, que poco a poco está cobrando mayor importancia, orientada a mantener las funciones vitales y a mejorar la calidad de vida, y no a hacer frente a la enfermedad, es decir, vivir más y mejor, adelantándose a los problemas del futuro.

Así, dependiendo de los resultados que se obtengan mediante varios análisis y controles, se administran los minerales, vitaminas, oligoelementos y aminoácidos necesarios para poner a punto las manillas de nuestro reloj orgánico y llegar mejor (y más tarde) a la vejez.

Por todo lo explicado, no es tanto mejorar la longevidad, mejorar los años que vamos a vivir más, sino que los años que vivamos sean con calidad de vida. Según el Dr el doctor José Serres, presidente de la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad, la medicina antiaging no es una especialidad como tal, sino que cada médico en su especialidad puede desarrollar una medicina antienvejecimiento.

Los «radicales libres», los villanos de la película

El envejecimiento fisiológico o normal NO implica sufrir enfermedades; el problema es que con frecuencia envejecemos de manera patológica, prematura o acelerada; en este caso, el paso de los años va acompañado de un gran riesgo de desarrollar enfermedades crónicas que pueden llegar a ser graves e incluso llevarnos a la muerte.

El deterioro asociado al envejecimiento es causado en su mayor parte por los radicales libres, moléculas microscópicas resultantes del proceso de transformación de los nutrientes en energía. Estas moléculas agresivas atacan a diario unas 10.000 veces a nuestro ADN, a las enzimas que regulan el metabolismo y a los lípidos, provocando oxidación en los componentes celulares, incluido el material genético. Todos estos cambios aceleran el envejecimiento y el desarrollo de enfermedades degenerativas.

Una parte de los radicales libres tiene una función positiva, pues colabora con el sistema inmunitario en la eliminación de las bacterias patógenas, pero definitivamente, el exceso de radicales es un problema. Esto ocurre cuando sobrepasan la capacidad de control del organismo mediante sustancias antioxidantes generadas por el propio cuerpo o que se obtienen de los alimentos, por lo que necesitamos sustancias que favorezcan la reparación de los daños y la eliminación de los desechos metabólicos generados.

Cambios producidos por el envejecimiento

El sedentarismo, el estrés y una mala alimentación provocan un envejecimiento acelerado y problemas de salud. En muchos casos estos se vuelven crónicos. Los diferentes órganos y sistemas pueden envejecer en diferentes momentos y velocidades distintas, por lo que podemos tener una piel saludable y joven, y un sistema digestivo débil y no tan joven. De tal manera que el envejecimiento celular no es sólo el responsable de la flacidez de la piel o de las arrugas, sino que también es el origen del desarrollo de enfermedades de origen cardiovascular y uno de los desencadenantes del cáncer.

Por ello, con el objetivo de prevenir, e incrementar tanto la calidad como la esperanza de vida, se deben analizar los biomarcadores tumorales y los antecedentes genéticos involucrados en la prevención de las citadas enfermedades asociadas al envejecimiento y junto con su historia clínica y un examen físico completo se puede determinar de qué manera la persona puede trabajar por un envejecimiento más saludable.

Las alteraciones de la piel son quizás las más evidentes y ellas se acumulan durante toda la vida. Hay numerosas fases de la vida que dejan su marca: El acné adolescente con la inflamación del proceso de curación y las cicatrices restantes, los procesos inflamatorios que pueden hacer que la piel sea más fina y sensible, una quemadura solar grave o daños solares crónicos, la pigmentación causada por el embarazo, etc. Todos estos procesos dejan huella y cambian la elasticidad de la piel, puesto que el tejido de las cicatrices y heridas curadas no es flexible.

El proceso natural de envejecimiento también está controlado por nuestro desarrollo hormonal y de maduración. Esta función de control de nuestro cuerpo lleva al ser humano a la pubertad o a la menopausia/andropausia y, naturalmente, también altera nuestra piel. Esta se vuelve más delgada y más blanda, retiene líquidos, la firmeza se deteriora, pueden aparecer variaciones de pigmentos y vasodilatación.

Por otra parte, este proceso natural de envejecimiento puede acelerarse según las circunstancias vitales. Hay numerosas sustancias nocivas en el aire, el ozono y la radiación UV que aceleran el proceso de envejecimiento de la piel: el fotoenvejecimiento. Al exponerse a la luz UV, el grosor de la epidermis disminuye, la piel se seca y la pigmentación cambia. En general, la luz UV intensa daña las fibras de colágeno y cambia las fibras de elastina, lo que favorece la aparición de arrugas.

Todos estos cambios son normales y dependen de la edad de la piel, pero se aceleran en gran medida por la irradiación con luz UV. Una mayor exposición a la luz UV y un estilo de vida al aire libre aceleran el proceso de envejecimiento.

El movimiento antiaging expone que la alimentación deficiente, el sedentarismo y el estrés provocan los problemas de salud más frecuentes y aceleran el envejecimiento. En cambio, los vegetales ricos en antioxidantes contribuyen a mantenernos en el mejor estado físico y mental posible.

Son numerosos los compuestos que han demostrado ejercer actividades biológicas relacionados con el antienvejecimiento, tales como la anti-oxidación, anti-inflamación y la detoxificación. En líneas generales, se trata de evitar los productos perjudiciales o que puedan llegar a ser tóxicos y elegir alimentos cuyos componentes hayan demostrado contrarrestar los principales procesos biológicos responsables del envejecimiento.

5 puntos fundamentales del movimiento antienvejecimiento

1.- Consumir una alimentación antiaging.

Existen tres elementos clave a la hora de elegir una alimentación saludable: el contenido antioxidante de los alimentos, la selección de alimentos fuente de grasas insaturadas y las proporciones saludables mediante la restricción calórica necesaria en cada caso.

Los alimentos de origen vegetal son los que aportan mayor contenido antioxidante, especialmente las frutas frescas y hortalizas, el cacao, el aceite de oliva extra-virgen, las aceitunas, el té verde y los frutos secos. Este tipo de alimentos contienen de forma natural una serie de sustancias antioxidantes, como son el ácido ascórbico o vitamina C, presente en cítricos y verduras, como lechuga, pimientos, patata; la vitamina E, principal antioxidante liposoluble del organismo; carotenoides, que se encuentran en alimentos de colores naranjas, rojos y amarillos, como tomates, zanahorias o pimientos y polifenoles, que se presentan en alimentos como el cacao, las uvas negras y el aceite de oliva extra-virgen, entre otros.

Otro elemento clave es el contenido graso insaturado de los alimentos, puesto que una dieta rica en Omega 3, que se encuentra de forma abundante en hojas verdes, aceites de semilla y aceites de pescado, y Omega 6, especialmente presente en aceites de maíz, girasol y soja, tiene importantes efectos biológicos protectores de la salud: anticancerígenos, anti-inflamatorios, anti-agregación plaquetaria y de protección frente a la sequedad de la piel.

La restricción calórica consiste en equilibrar el consumo de calorías de la dieta en consonancia con el gasto calórico: con ello conseguimos niveles más bajos de glucemia, menor proporción de radicales libres y un incremento de los niveles de adiponectina, que tiene un efecto antidiabético y antiaterogénico. La reducción calórica permite retrasar muchas de las enfermedades asociadas con la edad, como el cáncer, la diabetes mellitus tipo 2, la aterosclerosis, así como las enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas.

2.- Hacer ejercicio

La actividad física es muy importante y tiene que ser moderada. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda realizar ejercicio físico moderado al menos cuatro veces a la semana durante 40 minutos. Sin embargo, en los últimos años se está viendo que el ejercicio de alta intensidad tiene efectos muy beneficiosos en el organismo y pueden ayudar a prevenir el envejecimiento.

Con hacer media hora o 45 minutos al día de deporte sería suficiente. Este ejercicio irá en función de la edad y de cada paciente. Hay quien podrá hacerlo más fuerte y otras personas que por su condición tendrán que conformarse con caminar 30 minutos diarios

3.-El control del estrés

El estrés interviene en la degeneración celular, aumenta la ansiedad, y hasta depresión; además hace que aumenten las hormonas ‘malas’ como el cortisol o la secreción de insulina, una serie de descargas hormonales que sólo aumentarán el proceso de envejecimiento. Todo ello afecta al organismo y acelera el proceso de envejecimiento. El estrés crónico, incluso, afecta al sistema inmunológico y aumenta el riesgo de enfermedades.

4.- Tener un sueño de excelente calidad

El sueño es una parte «muy importante» para mantener la salud y debe ser en absoluta oscuridad; de otra forma la melatonina no se segrega y entonces el sueño no es tan reparador como debería. Otro problema relacionado es que hormonas como la serotonina o la dopamina, por ejemplo, no se segregan bien si no hay sueño reparador. Es recomendable evitar también una hora antes de acostarnos el uso de pantallas generadoras de luz, especialmente las de luz azul, que estimulan en exceso el cerebro.

5.- No fumar

El tabaco acelera la oxidación celular, el proceso de envejecimiento y provoca pérdida de elasticidad en la piel además de ser responsable de diversas enfermedades como las cardiovasculares o el cáncer de pulmón, por lo que si la persona fuma, es una prioridad el dejar de fumar.

.

Dr. Rigoberto J. Marcano Pasquier @rigotordoc
Medicina Interna

Ambulatorio Medis.

Av. José María Vargas. Centro Comercial Santa Fe.

Nivel C3. Consultorio 2.

Caracas. Venezuela.

http://rigobertomarcano.com

Rigoberto José Marcano Pasquier

Médico internista venezolano: 31a de graduado UCV! Tecnofílico. Ecléctico. Co-Investigador del Estudio Evescam, Venezuela y Coordinador de Medios Sociales. Secretario de Redes de la Asociación Venezolana de Aterosclerosis. CEO de Medicina Preventiva Santa Fe. WebMaster de medicinapreventiva.info , medicinapreventiva.com.ve, ava.net.ve y estudioevescam.info.ve Fotógrafo aficionado: Instagram @rigobertomarcano. Médico afiliado a Mercantil Seguros y a Seguros Caracas

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: