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Conozca más sobre aquello que no le deja dormir bien | Por: @linternista

Los fenómenos, conocidos como parasomnias, parálisis del sueño o la somniloquia que se cuentan entre los trastornos del sueño que abarcan mucho más que el insomnio.

Las parasomnias

Son actividades motrices que se desarrollan dentro del sueño, sin que tengan implicación en su arquitectura o alteren su capacidad reparadora.

Mariana Saltos, médica colombiana especializada en sueño, explica que cuando las personas duermen pasan por dos etapa:

  • Fase MOR o movimiento ocular rápido: en la que sueñan, es la fase onírica del sueño.
  • Fase no MOR: en la que no se sueña.

Cuando la persona reproduce una actividad motriz dentro de alguna de esas dos etapas, sin interferir con la calidad del sueño, se habla de parasomnias, según aclara Saltos.

Estas parasomnias se agrupan de acuerdo con la fase del sueño en la que aparecen y, según la clasificación internacional de los trastornos del sueñ:

  • Parasomnias del despertar.
  • Trastornos de la transición sueño-vigilia.
  • Otras asociadas con el MOR, que es la fase en la que suceden los sueños más intensos.

Franklin Escobar, psiquiatra especializado en trastornos del sueño, señala como las más comunes el sonambulismo y los terrores nocturnos, aunque hay otras que, por su escasa aparición, clasifican como algo exótico.

En este último grupo está el despertar confusional, que surge de una excitación de las neuronas, la cual implica al tallo cerebral y la región denominada sustancia reticular, encargada, entre otras funciones, de los ciclos circadianos del sueño y la vigilia, señala Escobar.

Este fenómeno, ocurre usualmente en un sueño profundo y suele ser consecuencia de algún estímulo interno o externo, como una molestia intestinal, un problema de reflujo o un ruido exterior. Estos son capaces de sacar parcialmente a la persona de su sueño profundo y ubicarla en la primera fase, que es la etapa de adormecimiento, la cual comprende la transición entre la vigilia y el dormir, comentó Miguel Dávila, neurólogo especializado en sueño

“En esta alteración, los sujetos hacen cosas casi automáticas y extrañas, que muchas veces tienen que ver con la presencia de presuntos ataques o fantasmas, que no son reales. A veces también hacen cosas sencillas, como sentarse en la cama, decir algunas palabras y, posteriormente, volverse a dormir”, dijo Dávila.

Parálisis del sueño

Otro trastorno que la gente refiere coloquialmente como la sensación de ‘tener una bruja sentada en el pecho’ es la parálisis del sueño.

Esta alteración, lleva a la persona, una vez despierta, a sentirse completamente inmóvil. “Esto significa que está consciente, pero no puede mover ninguna parte del cuerpo; allí radica el temor que esta alteración representa”, explicó Mariana Saltos.

Pasados unos segundos, la persona recupera el tono muscular propio de la vigilia y puede moverse con normalidad. Si se demora en recobrar el movimiento, basta con ser tocado por alguien más para recuperarse.

El somniloquio

Es un trastorno del hablar nocturno, dejó de considerarse una parasomnia desde hace algunos años y acabó clasificado en el grupo de otros síntomas relacionados con sueño. Se trata de verbalizaciones que se reproducen mientras se está dormido, generalmente de no más de dos sílabas y pueden presentarse en cualquier fase del sueño.

“Quienes comparten habitación con alguien que presenta esta alteración suelen suponer que no está teniendo un sueño reparador, porque la persona está hablando; pero eso es falso”, aseguró Saltos.

Tome en cuenta

  1. La mayoría de las parasomnias se denominan, dentro de la medicina, idiopáticas, es decir que no tienen una causa documentada.
  2. Los picos de estrés, y particularmente entre los niños, son un factor de riesgo para el desarrollo de la mayoría de las parasomnias de etapa no MOR.
  3. La única parasomnia que puede considerarse predictora de una condición patológica, en este caso el mal de Parkinson, es el trastorno conductual de sueño MOR. Quienes presentan este trastorno tienen manifestaciones físicas o movimientos que concuerdan con lo que están soñando.
  4. Los tratamientos para este tipo de alteraciones son personalizados de acuerdo con el diagnóstico.

Trate de:

  • Reducir al mínimo el consumo de alimentos estimulantes.
  • Evitar bebidas con sustancias estimulantes, como el café, el té y el chocolate.
  • No coma mucho y muy rápido, sobre todo en las noches.
  • No tome demasiados líquidos antes de ir a la cama.
  • Haga ejercicio regularmente.

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Fuente: El Tiempo.

Daniel Hernández

Comunicador Social

Comité editorial medicinapreventiva.info

Comité editorial de medicinapreventiva.info

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