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No se deje vencer por el calor | Por: @linternista

El intenso calor que nos agobia puede causar deshidratación e, incluso, poner en peligro la salud con lo que se llama «golpe de calor». Caminar un par de cuadras puede ser muy sofocante y llegar a producir agotamiento importante.

Las edades extremas son los más sensibles: los niños pequeños y los adultos mayores de 65 años. El doctor Manuel Lorenzo Fernández, explica que en casos extremos, la deshidratación puede traducirse en shock hemodinámico. El golpe de calor, por su parte, hace que la persona se sienta mal de inmediato.

«La temperatura corporal se encuentra, normalmente, a 36,8 grados centígrados. Pero el calor ambiental extremo puede hacer que la temperatura corporal ascienda rápidamente, ocasionando alteraciones neurológicas y lesiones renales y cardiovasculares que hasta pueden causar la muerte», afirmó.

Cuando los mecanismos reguladores corporales de calor son superados, se presentan síntomas variados: delirio, vómito, convulsiones, alteraciones del comportamiento, dolor de cabeza y agotamiento.

Lo mejor es protegerse e intentar que el calor nos afecte lo menos posible.

En este caso el médico aconseja:

Hay dos medidas de combatir el calor:

  1. Refrescando el ambiente
  2. Ayudar al cuerpo a adaptarse a las altas temperaturas.

A nivel cerebral es el hipotálamo el que juega un papel fundamental en el manejo del calor por parte del organismo. Es como el termómetro del cuerpo.

  • Colocarse una simple toalla mojada puede hacerte «sentir» que el ambiente exterior está más fresco, aunque realmente no lo esté. Pero esto no es suficiente para disminuir la sensación de calor corporal. «Se trata de una solución simple pero extremadamente funcional: mojar una toalla y colocársela como una bufanda alrededor del cuello, o al menos sobre la nuca. Hay que dejarla un tiempo allí», señala el experto.
  • Existe relación directa entre la cantidad de alimentos que se ingiere y el calor.. Por eso es que la gente suele quejarse más de las altas temperaturas después de almorzar.
  • Una ingesta abundante de comida hace sudar. así  que es mejor evitar comidas copiosas y optar por una dieta ligera, abundante en frutas y lácteos; se deben hacer varias pequeñas comidas durante el día.
  • Las bebidas con mucho alcohol, los refrescos, el café y las bebidas estimulantes tampoco ayudan a aumentar el calor corporal. Lo que se debe tomar es agua, la necesaria y suficiente, es útil cargar una botellita con agua fría si se va a pasar tiempo en la calle o al aire libre. Los jugos de frutas son la segunda opción.
  • Dormir es otra manera de tener menos calor. Al estar en reposo total, la temperatura corporal se reduce.

¿Ventas cerradas?

«Si no quieres que el calor entre a la casa, no lo invites a pasar», señala Fernández.

  • Las ventanas deben mantenerse cerradas en el día y sólo abrirlas de noche, cuando la temperatura ya bajó algunos grados. Las persianas a media altura disminuyen la sensación térmica, igual que las cortinas de colores claros. Las oscuras concentran la luz solar.
  • Si no hay aire acondicionado, un par de ventiladores bien colocados, pueden reducir unos grados la temperatura.
  • Colgar ropa mojada dentro de la casa y cocinar de noche reduce la humedad.
  • El calor no obedece a nadie pero existen maneras de combatirlo o, al menos, de no dejarse vencer por él.

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Fuente: El Universal.

Daniel Hernández

Comunicador Social

Comité editorial medicinapreventiva.info

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