PrevenciónSobrepeso y Obesidad

¿Mantener el peso corporal es voluntad nada mas? | Por: @mmaribc

Alimentarse es una de las principales funciones de nuestro organismo, siendo además un acto placentero, que debe proporcionarnos los nutrientes necesarios para preservar la vida y la especie.

Lo primero que experimentamos es la sensación de apetito, existiendo mecanismos en el cuerpo para despertar esta sensación y su control. Se habla que no solo despierta el deseo de comer el tener necesidad de alimentos, también intervienen otros factores de índole variada, yendo de lo cultural o social a la implicación específica de los diferentes sentidos. Así, el inicio de una comida puede estar motivado por la visualización de alimentos que nos resulten apetitosos, por la presencia en la mesa de una buena compañía o por un ambiente agradable, entre otros.

La disminución de azúcar en la sangre a quien afecta en primer lugar es a nuestro cerebro de ahí que el organismo tenga una serie de mecanismos destinados a evitar que esto suceda, entre las que se encuentra la aparición de la sensación de hambre.

Cuando tenemos hambre y tardamos en ingerir alimentos o voluntariamente no comemos, la caída de azúcar en la sangre produce una sensación de hambre cada vez mayor y nos estimula a que en la siguiente comida se ingiera una cantidad anormalmente mayor de lo habitual para recuperar las reservas pérdidas durante ese período de ayuno.

Existen otros mecanismos que regulan la saciedad y los cuales entran en acción desde que ingerimos el primer bocado, buscando establecer el momento en el que debemos dejar de comer, jugando un papel cada uno de los sentidos y diferentes órganos. Así, nariz (olfato), lengua (gusto), faringe (tamaño del bolo), estómago (baro y quimiorreceptores), intestino (control del vaciamiento gástrico a través de colecistoquinina (CCK), que también actúa sobre la secreción biliar y sobre todo es señal para el cerebro de la cantidad de grasa que recibe el duodeno), e incluso el mismo hígado, van a mediar en el cese de la ingesta.

Contamos además con un sistema que regula el peso corporal y las reservas de grasa del cuerpo donde participan una glándula que es el hipotálamo, así como la leptina hormona producida por el tejido adiposo

Es así que actualmente se conoce existen sustancias que estimulan el hambre y otras que estimulan su desaparición, la secuencia en la que intervienen unos y otros depende de diferentes procesos, pero en la actualidad lo importante es haber llegado al conocimiento de una serie de sustancias hormonales y no hormonales que, unas facilitando y otras inhibiendo a través de su acción, consiguen no sólo modular el apetito sino también el balance energético y en definitiva el peso corporal.

El ser humano esta fisiológicamente organizado para comer y para gastar la energía ingerida en sus necesidades internas básicas y en el ejercicio físico que realice. De esta forma podríamos decir que el punto de partida de la regulación del apetito es cuando, tras una comida, el organismo presenta la sensación de saciedad.

Con todo lo mencionado anteriormente se ha comprendido que el proceso de comer, de sentirse satisfecho y de mantener el peso no es tan sencillo, que una alteración en cualquiera de estos pasos puede desembocar en un problema de obesidad o bien de delgadez, dependiendo el proceso afectado, sin contar otras múltiples patologías que pueden asociarse como consecuencia. No es tan sencillo como dejar de comer o comer demasiado!! Ni depende de la voluntad de la persona, existen múltiples procesos involucrados en la regulación del peso corporal. Si observas variaciones en tu peso que te llevan a la obesidad o delgadez extrema consulta con tu médico!!

 

Dra. Mariela Berrisbeitia @mmaribc

Medico Ocupacional, Esp. Medicina de Obesidad.

Coordinadora Curso Medicina de Obesidad

Telf.:

Consultorio: 02126316065

Citas: 04241042382

Comité editorial medicinapreventiva.info

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