Se han identificado tres subtipos de cáncer de próstata que pronostican el riesgo de metástasis | Por: @linternista
Según una nueva investigación presentada durante el Congreso Anual de 2016 de la American Society for Radiation Oncology (ASTRO) en Boston, Massachusetts, se han identificado y validado rigurosamente tres subtipos moleculares intrínsecos de cáncer de próstata primario que de manera independiente pronostican el riesgo de que un paciente presente metástasis a distancia después de someterse a resección quirúrgica de la próstata.
Los mismos tres subtipos también parecen pronosticar quién responderá más favorablemente a la radioterapia postoperatoria después de la prostatectomía radical.
«Este es exactamente el tipo de investigación que verdaderamente necesitamos y estoy impaciente por ver cómo podemos incorporar esta clase de información en la tradicional, en todos nuestros estudios del Grupo de Oncología de Radioterapia [ROGT]», dijo en una conferencia de prensa la moderadora de la sesión, Dra. Colleen Lawton, Colegio Médico de Wisconsin, Milwaukee. «Esto realmente está revelando algo que desconocíamos»
Nueve cohortes extensas
La nueva investigación fue presentada por el Dr. Daniel Spratt, profesor asistente de oncología de radiación, Universidad de Michigan, Ann Harbor. El equipo de investigación recopiló nueve extensas cohortes, dos de ellas prospectivas, a partir de las cuales obtuvieron más de 4.200 muestras de hombres que se habían sometido a prostatectomía radical por cáncer de próstata circunscrito.
«Esto convierte a éste en el análisis genómico más extenso que se haya realizado sobre el cáncer de próstata primario», dijo a los periodistas el Dr. Spratt.
Los investigadores luego «insertaron» los datos genómicos a un algoritmo de agrupamiento sin sesgo y le indicaron que identificase los 100 genes expresados en mayor grado y variabilidad para generar un mapa crítico. A partir de este mapa, «identificamos tres subtipos, que denominamos A, B y C», señaló el Dr. Spratt.
Los investigadores luego validaron que los tres subtipos eran muy reproducibles en todas las cohortes, y analizaron lo que estas características biológicas podrían significar para los pacientes. También trataron de determinar la potencial repercusión en el pronóstico que cada uno de estos tres subtipos intrínsecos podría tener en los desenlaces clínicos.
«Descubrimos que los pacientes con subtipo A tenían el pronóstico más favorable», informó el Dr. Spratt.
Por otra parte, después de corregir con respecto a variables confusoras, como la puntuación de Gleason y las concentraciones de antígeno prostático específico, «los pacientes con subtipo A no sólo retienen el pronóstico más favorable, sino que observamos que los subtipos moleculares pronostican de manera independiente el riesgo que tiene un paciente de presentar metástasis a distancia», añadió.
En concreto, las tasas de sobrevida sin metástasis a distancia a 10 años fueron 73,6% para los hombres con subtipo A, 64,4% para hombres con subtipo B y 57,1% para hombres con subtipo C.
El equipo luego preguntó si los mismos subtipos podrían pronosticar cuáles hombres se beneficiarían más de la radioterapia postoperatoria.
Para responder a esta interrogante, analizaron una muestra de 919 hombres que no recibieron radioterapia postoperatoria después de prostatectomía radical y descubrieron que, de nuevo, los hombres con subtipo A tenían un pronóstico mucho más favorable que aquellos con los subtipos B y C.
Los investigadores compararon luego un análisis de 350 hombres que recibieron radioterapia postoperatoria después de prostatectomía radical y no identificaron ninguna diferencia en los desenlaces entre los hombres con subtipo A y aquellos con subtipos B o C.
Sin embargo, al cuantificar la magnitud del beneficio de la radioterapia en los tres subtipos, «descubrimos que los pacientes con subtipos B o C tenían una respuesta más de dos tantos mejor que la radioterapia postoperatoria que los pacientes con subtipo A», señaló el Dr. Spratt.
«Y esto parece indicar que tal vez sea el primer biomarcador predictor que nos diga cuáles pacientes se están beneficiando más de la radioterapia», añadió.
Implicaciones clínicas
Como conjeturó el Dr. Spratt, una vez que los médicos conocen la constitución genética de un tumor de la próstata, idealmente los pacientes podrían asignarse de manera aleatoria a diferentes grupos de estudios clínicos y, siempre y cuando los grupos de tratamiento estén equilibrados con respecto a los diferentes grupos de subtipos representados, obtendrán una imagen mucho más real del beneficio de una determinada intervención.
«El riesgo genómico también nos dice que un paciente que consideramos con bajo riesgo clínico puede de hecho tener una enfermedad más invasiva, de manera que puede tener un alto riesgo desde el punto de vista genómico», dijo el Dr. Spratt.
A la inversa, los médicos pueden tener pacientes que se consideran de alto riesgo con base en sólo variables clínicas, pero desde el punto de vista genómico están destinados a tener un comportamiento mucho más parecido al de un paciente con bajo riesgo.
«Ciertamente, probablemente descubramos subgrupos de pacientes que van a tratarse en forma diferente, pues hemos aprendido que responden mejor a la radioterapia o a la hormonoterapia o a algún tipo de combinación», comentó la Dra. Lawton, después de escuchar la presentación. «Esta es la clase de información con la cual no contamos ahora, pero que sería muy útil», añadió.
Fuente: espanol.medscape.com/
Referencia: Congreso Anual de la American Society for Radiation Oncology (ASTRO) 2016. Resumen 6. Presentado el 25 de septiembre de 2016