Algunos nutrientes antioxidantes, el consumo de frutas y verduras y la dieta mediterránea son antienvejecimiento | Por: @rigotordoc
Según un trabajo publicado el 5 de noviembre de 2019 por un grupo investigador del CIBER de Obesidad y Nutrición (CIBEROBN), adscrito a la Unidad de Nutrición Humana de la Universitat Rovira i Virgili y del Instituto de Investigación Sanitaria Pere i Virgili en la revista Advances in Nutrition, una alimentación basada en frutas y verduras, ricas en antioxidantes, como la dieta Mediterránea, enlentece el envejecimiento. Para ello han realizado una revisión de todas las investigaciones epidemiológicas y los ensayos clínicos en humanos presentes en la literatura científica hasta la fecha, que valoran la relación entre el consumo de determinados alimentos, nutrientes o la dieta global y la longitud de los telómeros.
La dieta, la actividad física y otros factores del estilo de vida se han implicado en la fisiopatología de varias enfermedades crónicas, pero también en una mortalidad total más baja y una mayor esperanza de vida. Uno de los mecanismos en los que la dieta puede reducir el riesgo de enfermedad es con respecto a su impacto en los telómeros. Los telómeros, son largas secuencias de ADN repetidas que protegen las extremidades de los cromosomas de su natural acortamiento. La longitud de los telómeros está altamente correlacionada con la edad cronológica y el estado metabólico. Las personas con telómeros más cortos tienen un mayor riesgo de enfermedades crónicas y mortalidad.
Como afirma la Premio Nobel Elizabeth Blackburn, al comparar los telómeros con los refuerzos que se ponen en el extremo de los cordones de los zapatos, «cuanto más largos son estos refuerzos, menos probabilidades habrá de que el cordón se deshile. En cuanto a los cromosomas, cuanto más largos son los telómeros, menos probabilidades habrá de que salten las alarmas en las células». Los telómeros pueden considerarse como el reloj biológico de la vida celular, ya que su longitud disminuye a medida que envejecemos.
La dieta puede influir en la longitud de los telómeros mediante varios mecanismos, como la regulación del estrés oxidativo y la inflamación o la modulación de las reacciones epigenéticas. La presente revisión sistemática liderado por las investigadoras Sílvia Canudas y Serena Galié, ambas integrantes del equipo de Jordi Salas-Salvadó, tuvo como objetivo examinar los resultados de los ensayos epidemiológicos y clínicos realizados en humanos que evalúan el papel de los nutrientes, los grupos de alimentos y los patrones dietéticos en la longitud de los telómeros. También se analizaron los posibles mecanismos de acción que influyen en este proceso, con la perspectiva de que la longitud de los telómeros podría ser un nuevo biomarcador que indique el riesgo de trastornos metabólicos y enfermedades relacionadas con la edad.
El trabajo, luego de revisar 59 estudios observacionales y 11 ensayos clínicos, el equipo detectó que el consumo de alimentos con un elevado contenido de antioxidantes, como por ejemplo los frutos secos, los cereales, las legumbres y el café, se ha asociado a telómeros más largos. El pescado, la leche y sus derivados también, aunque con resultados contradictorios, se han asociado en algunos estudios a un efecto beneficiosos para la salud telomérica. Por el contrario, un alto consumo de carne procesada y bebidas azucaradas, así como de grasas saturadas, alcohol y, en general, una dieta con elevado índice inflamatorio y estrés oxidativo, se relaciona con telómeros más cortos. Sin embargo, la mayoría de la evidencia se basa en estudios de observación altamente heterogéneos y muy pocos ensayos clínicos aleatorios (ECA). Por lo tanto, las asociaciones resumidas en la presente revisión deben confirmarse con estudios de cohorte prospectivos más amplios y ECA mejor diseñados.
Suplementos vitamínicos
En cuanto a los suplementos multi-vitamínicos, no se llega a establecer una clara función protectora, aunque, entre los estudios revisados la vitamina C parece tener un mayor impacto entre los micro-nutrientes evaluados. «Aunque con un menor impacto, también se ha visto en algunos estudios que las vitaminas D, E, A, los beta-carotenos y folato podrían proteger a los telómeros», apunta Jordi Salas-Salvadó.
El investigador recuerda que siempre la mayor fuente de micro-nutrientes es una alimentación equilibrada. «Si se goza de buena salud y un buen nivel de vida, tomar multi-vitaminas y antioxidantes no es recomendado cuando se lleva una dieta saludable y equilibrada», afirma.
La salud de los telómeros y la consecuente prevención del envejecimiento celular supone un proceso multifactorial en el que entran en juego diferentes variables. Controlar los factores dietéticos beneficia la salud humana, ya que previenen las patologías asociadas a la edad como las enfermedades cardiovasculares, las neurodegenerativas, y la diabetes tipo 2.
Referencias:
- Serena Galiè, Silvia Canudas, Jananee Muralidharan, Jesús García-Gavilán, Mònica Bulló, Jordi Salas-Salvadó, Impact of Nutrition on Telomere Health: Systematic Review of Observational Cohort Studies and Randomized Clinical Trials, Advances in Nutrition, , nmz107, https://doi.org/10.1093/advances/nmz107
- abc.es
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Dr. Rigoberto J. Marcano Pasquier @rigotordoc
Medicina Interna
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