La meditación protege a su corazón | Por: @linternista
La meditación es útil para mejorar la salud cardiovascular y puede reducir el riesgo de sufrir un evento cardiovascular, aseguró la Fundación Española del Corazón (FEC).
Así lo demuestran distintos estudios publicados a lo largo de la última década en los que se evidencia una reducción de la presión arterial y una disminución del estrés, así como un mejor control de otros factores de riesgo cardiovascular y las complicaciones de las enfermedades del corazón, en las personas que practican esta actividad.
En concreto, puede reducir en un 48 % el riesgo de mortalidad, infarto de miocardio y accidente cerebrovascular en pacientes con enfermedad coronaria. Propicia además la disminución de la activación del sistema simpático y la liberación de hormonas como cortisol y adrenalina, contrarrestando los efectos desfavorables del estrés crónico sobre la frecuencia cardiaca y la presión arterial.
La meditación trascendental es una técnica que se practica de 15 a 20 minutos dos veces al día sentado cómodamente y con los ojos cerrados mientras se repite un mantra (palabra o conjunto de palabras). «Se distingue de otras técnicas de meditación por su facilidad, naturalidad y eficacia».
El doctor Francisco Ridocci, miembro de la Federación, explica que «parece innegable que las técnicas de relajación como la meditación tienen un efecto positivo para los paciente cardiacos».
No obstante, agrega que «la meditación no puede ser una sustitución de ningún tratamiento farmacológico» y que es necesario que el paciente cambie los hábitos de vida para adoptar unos más saludables.
Ridocci afirma que, ante una situación de estrés, se activa el sistema nervioso aumentando la presión arterial para hacer frente a la mayor necesidad de sangre por parte del cuerpo y liberando hormonas vasoconstrictoras que incrementan la presión de la pared cardiaca y vascular.
«El estrés nos ayuda a estar alerta pero si se da de manera prolongada puede contribuir al desarrollo de hipertensión y favorecer el desarrollo de enfermedades del corazón», señala.
Por ello, la FEC considera el estrés como un factor de riesgo cardiovascular y advierte que se deben evitar períodos prolongados de ansiedad, ya que estos afectan de manera adversa al estado hemodinámico, metabólico e inmunológico.
«En distintas guías de práctica clínica se recomienda la inclusión del tratamiento de los factores psicosociales y la inclusión de técnicas de relajación para el correcto abordaje del paciente», concluye.
Fuente: La Razón, EFE.
Daniel Ricardo Hernández @danielricardoh
Comunicador Social