No importa si es hombre o mujer, la obesidad le causa infertilidad | Por: @linternista
La obesidad ocasiona problemas de fertilidad, tanto en el hombre como en la mujer, debido a las alteraciones hormonales que produce esta patología, que ya ocupa el quinto lugar entre los principales factores de muerte en el mundo.
Las alteraciones hormonales que produce la obesidad dificultan la consecución del embarazo, ya sea por medios naturales o con técnicas de reproducción asistida (TRAs), según explica la Asociación para el Estudio de la Biología de la Reproducción (Asebir) de España.
Asebir analiza las principales vinculaciones de la obesidad en la fertilidad de la mujer y del hombre. Así, en el caso de las mujeres los altos niveles de estrógenos que ocasiona la obesidad generan un mayor riesgo de aborto, menor probabilidad de éxito en tratamientos de reproducción asistida, síndrome de ovarios poliquísticos(SOP) y desorden de los niveles hormonales.
En el caso de los hombres, la obesidad hace que tengan menos cantidad de espermatozoides y que éstos tengan menos movilidad, además de ocasionar disfunción eréctil y aumentar el índice de fragmentación del ADN de los espermatozoides.
Según los expertos, una mujer obesa tiene más dificultad a la hora de concebir y la pérdida de tan sólo un cinco por ciento del exceso de peso corporal puede ser suficiente para ayudar a mejorar la fertilidad.
La obesidad, advierten, es un problema de salud cada vez más generalizado. Además, la genética y la bioquímica van muchas veces en contra de las personas obesas, por lo que es necesario, señalan los expertos, estudiar cada caso en particular, ya que la respuesta de la predisposición genética al incremento de peso también depende de otros factores como los ambientales.
La obesidad también esta muy relacionada con el nivel de actividad física, la educación, los antecedentes familiares y los factores socio-económicos y conductuales.
Desde Asebir se recuerda, asimismo, que esta patología está directamente relacionada con enfermedades como diabetes, hipertensión, dislipemia y dolencias cardiovasculares.
Fuentes: EFE, La Razón.
Daniel Ricardo Hernández @danielricardoh
Comunicador Social