Exponerse 20 minutos al sol del verano aporta suficiente vitamina D | Por: @linternista
Un estudio realizado por un grupo de investigadores de la Universitat Politència de València concluyó que en primavera y verano son suficientes de 10 a 20 minutos al sol para obtener las dosis recomendadas de vitamina D, mientras que en invierno se necesitarían casi dos horas.
Si bien la radiación solar ultravioleta (UV) interviene en el desarrollo de eritema solar, cáncer y envejecimiento de la piel, también reduce la presión arterial, sintetiza la vitamina D y mejora el tratamiento de diversas patologías. El Grupo de Investigación en Radiación Solar de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) ha analizado el tiempo necesario de exposición para obtener las dosis recomendadas de vitamina D sin que eso dañe nuestra salud.
Los resultados se han publicado en la revista Science of the Total Environment. «En España, a pesar de ser un país con muchas horas de sol, diferentes artículos han reportado un alto porcentaje de deficiencia de vitamina D entre varios estratos de la población española», explica María Antonia Serrano, científica de la UPV y autora principal del trabajo. La insuficiencia de vitamina D se asocia con un mayor riesgo de sufrir diversas enfermedades en la edad adulta. Dado que muy pocos alimentos contienen esta vitamina, su síntesis en la piel a partir de la exposición solar es la principal fuente natural que existe.
El trabajo ha analizado la irradiancia solar ultravioleta (UVER) alrededor del mediodía (entre las 12.30 a 13.30 horas) durante cuatro meses del año (uno de cada estación) desde 2003 a 2010. Con estas cifras se calculó el tiempo para producir eritema -enrojecimiento de la piel causado por quemaduras-. Así, los datos subrayan que, en julio, un individuo con tipo de piel III no debe estar más de 29 minutos bajo el sol si quiere evitarlo. Sin embargo, en enero, el mismo individuo puede permanecer en el sol durante 150 minutos. De la misma forma se obtuvo el tiempo mínimo de exposición para obtener la dosis diaria recomendada de vitamina D.
«El problema puede aparecer en invierno debido a los bajos niveles de radiación UV y al hecho de que la gente cubre la mayor parte del cuerpo», añade la experta. En este sentido se comprobó que, alrededor del mediodía en enero, con un 10 % de exposición corporal, se necesitan alrededor de 130 minutos para obtener la dosis diaria recomendada de vitamina D. Como este tiempo es menor que el que produciría eritema, no hay riesgo de quemaduras solares. En cambio, en abril y julio, con un 25 % de exposición corporal serían suficientes unos 10 minutos para adquirir la vitamina; y en octubre, por ejemplo, se necesitarían unos 30 minutos. «Estos cálculos se realizaron para el tipo de piel III, pero si fuera más clara o más oscura las cifras cambiarían», apunta Serrano. «También hay que tener en cuenta que hemos considerado un porcentaje de cuerpo expuesto habitual para la temporada. Si este fuera mayor, entonces el tiempo de exposición se reduciría». Igualmente, el tiempo obtenido para producir eritema se ha calculado para días medios.
«Debe tomarse con precaución. Para los días extremos, los tiempos de exposición permisibles serían mucho más cortos», subraya. Los resultados muestran que, aunque hay suficiente radiación en países como España, es difícil alcanzar las dosis recomendadas de vitamina D en invierno (de noviembre a febrero) en una latitud media norte, ya que el tiempo necesario de exposición resulta excesivo (130 minutos). La edad de los individuos también desempeña un papel importante en la síntesis de vitamina D a partir de la radiación UV, ya que con los años hay una disminución de la capacidad de producir vitamina D, teniendo los adultos de mediana edad un 66 % del potencial en comparación con los niños.