Obtenga una mejor salud ósea consumiendo yogurt diariamente | Por: @linternista
Según un trabajo presentado en el Congreso Anual de la American Society of Bone and Mineral Research 2016, las mujeres posmenopáusicas que consumen por lo menos una ración de yogur al día tienen un índice de masa corporal (IMC) más bajo, menos tejido adiposo y mejor densidad ósea ― al menos en algunas zonas esqueléticas ― que las mujeres que nunca consumen yogur.
Las mujeres que consumieron yogur también tuvieron menos pérdida de hueso cortical que las que nunca lo consumieron, y esto fue independiente de cualquier otro factor que pudiese explicar las diferencias en la densidad ósea, como la actividad física y la ingesta total de calcio.
«El yogur es una fuente de nutrimentos, en particular calcio y proteína, pero también contiene productos lácteos fermentados y probióticos, todos los cuales pueden ser beneficiosos para la salud ósea», dijo el Dr. Emmanuel Biver, PhD, jefe de residentes de los Hospitales de la Universidad de Ginebra, Suiza. «Así que nos planteamos la hipótesis de que el consumo de yogur podría atenuar la pérdida de hueso en mujeres menopáusicas y este beneficio sería independiente de la ingesta total de calcio y proteína con los alimentos».
«Y nuestros datos parecen indicar que los productos lácteos fermentados tienen un posible efecto protector sobre la pérdida de hueso cortical posmenopáusica», resaltó.
La co-presidenta de la sesión, la Dra. Marian Hannan, DSc, maestra en salud pública, profesora de medicina, de la Escuela Médica de Harvard, en Boston, Massachusetts, dijo que «le gustó mucho» el estudio por cuanto los investigadores habían abordado todas sus inquietudes.
Señaló que los efectos observados pudieron haberse debido a que las mujeres tenían más actividad física, o bien, a la proteína del yogur, «pero efectuaron un buen control con respecto a la actividad física» e «hicieron lo mejor que pudieron para hacer el ajuste con respecto a la proteína total». «Así que el mensaje que me llevaría de este estudio es que al parecer el yogur tiene beneficios», señaló.
Cohorte de jubilados de Ginebra
El Dr. Biver utilizó miembros de la Cohorte de Jubilados de Ginebra (GERICO), constituida por hombres y mujeres sanos que fueron reclutados a los 65 años de edad para investigar los efectos del envejecimiento sobre la salud ósea y muscular. Se llenó un cuestionario de frecuencia de alimentos al inicio y se evaluó la actividad física. Este estudio incluyó a 733 mujeres posmenopáusicas sanas que se sometieron a evaluación de la densidad mineral ósea (DMO) al inicio y de nuevo tres años después.
El consumo de yogur se clasificó bajo las categorías de nunca, menos de una ración por día y una o más raciones por día, y se evaluó la ingesta total de calcio y proteína, lo mismo que la ingesta total de energía.
Al inicio, las mujeres que consumían yogur (más del 91% de la cohorte) tuvieron un valor de densidad mineral ósea 4,4% más alto en la columna lumbar que las mujeres que nunca consumían yogur.
La densidad mineral ósea en la porción distal del radio también fue 3,4% mayor, lo mismo que la zona cortical de la tibia (5,3% mayor), en consumidores de yogur en comparación con no consumidores, aun después del ajuste con respecto al IMC, actividad física e ingesta total de calcio y proteína, añadió el Dr. Biver.
Las mujeres que consumían yogur eran 6,4% más delgadas que las que nunca lo consumían, y de nuevo, independientemente de la ingesta total de energía y de la actividad física.
Y la prevalencia de las fracturas por traumatismos leves tuvo una tendencia hacia una tasa más baja en 19% en consumidores de yogur frente a 29% para no consumidores, como también lo señaló el Dr. Biver.
Más calcio y vitamina D en algunos yogurts que en la leche; también está implicada la microbiota intestinal
En la evaluación de seguimiento tres años más tarde, el Dr. Biver y sus colaboradores también descubrieron que la pérdida de densidad mineral ósea en toda la cadera y en la porción distal del radio se atenuaba en los consumidores de yogur y este efecto también fue independiente del IMC, la actividad física y la ingesta total de calcio y proteína.
Por ejemplo, la mediana del cambio anual en la densidad mineral ósea de toda la cadera fue +0,1% en mujeres que consumían al menos una ración de yogur al día; -0,4% para las que consumían menos de una ración por día y -0,6% para las mujeres que nunca consumían yogur. También se observaron diferencias significativas en las pérdidas en la región cortical del radio, lo mismo que el espesor entre consumidores diarios de yogur y personas que nunca lo consumían, señaló el Dr. Biver (p = 0,007).
En cambio, no se observó ninguna diferencia significativa en la densidad mineral ósea a nivel de la columna lumbar entre los consumidores y no consumidores de yogur.
«Como era de esperar, la ingesta total de calcio y proteína en los alimentos aumentó en paralelo con el consumo de yogur», señaló el Dr. Biver. Sin embargo, la ingesta total de energía fue similar en las tres categorías de consumidores de yogur, señaló.
El autor principal, Dr. Rene Ruzzoli, Hospitales de la Universidad de Ginebra, Suiza, dijo: «El yogur consta de leche simple, pero en muchos países contiene polvo de leche adicional, de manera que por el mismo volumen de leche, contiene más calcio, más fósforo y más vitamina D».
Las bacterias que contiene el yogur de gran calidad también están presentes para fermentar la leche y estas bacterias pueblan el intestino grueso, donde mejoran la absorción de calcio y disminuyen la inflamación, añadió el Dr. Ruzzoli.
El Dr. Biver señaló que el consumo de yogur simplemente puede ser el indicador de un estilo de vida saludable, en el que las mujeres que consumen una dieta nutricia en general estarían mejor protegidas contra la pérdida de hueso.
Por otra parte, los productos lácteos fermentados pueden tener una influencia favorable en la microbiota intestinal, lo cual ahora se implementa en una amplia gama de trastornos que incluyen la salud esquelética.
Los investigadores tienen pensado explorar con más detalle esta última hipótesis.
El Dr. Hannan termina diciendo: «Creo que probablemente están en lo correcto al señalar que el efecto protector del yogur sobre el hueso no tiene que ver con la proteína y el calcio, sino también con la fermentación que ocurre en el yogur, factores que consideramos son favorables para la salud ósea».
Fuente: espanol.medscape.com
Referencia: Congreso Anual de la American Society of Bone and Mineral Research 2016; 18 de septiembre de 2016; Atlanta, Georgia. Resumen 1112.