¡Atrévase! Tener fantasías sexuales mantiene el cerebro activo y creativo | Por: @linternista
El sexo practicado con sensatez es sin duda benéfico para la salud. Y el fantasear sobre ello también tiene un gran componente de bondades para el corazón y el organismo en general.
La calidad y cantidad de fantasías sexuales están en relación directa con la calidad de vida sexual de las personas. Las imágenes mentales con contenido erótico son las llamadas fantasías sexuales, y son uno de los más poderosos inductores de deseo. Son como una película que se proyecta en nuestra cabeza y despierta las pasiones más intensas, llegando a ser el mejor tesoro que se puede tener para disfrutar de una sexualidad plena.
Estas imágenes mentales excitantes y positivas tienen su contrapartida con las que compiten generando justamente el efecto contrario. De esta manera, así como debemos estimular las fantasías sexuales positivas, también tenemos que repensar y modificar las negativas.
Patricio Gómez Di Leva, docente de la Cátedra Libre de Sexualidad y Salud Reproductiva de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y Sexólogo del Departamento de Educación Sexual de Prime Argentina, asegura que las fantasías negativas se sustentan en prejuicios y creencias erróneas, e incluso algunas toman ideas de la realidad y exacerban aspectos negativos que empobrecen la sexualidad.
Inhibición de las buenas fantasías
Dos de los principales miedos que muchos tienen están vinculados con los embarazos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual. La respuesta a ambos es la misma: hoy contamos con métodos anticonceptivos muy efectivos que, combinados con el uso del preservativo, potencian su efectividad y, usados correctamente, nos preservan y permiten disfrutar sin que este miedo interfiera.
Otras ideas que juegan en contra de la sexualidad son aquellas que intentan sostener que a las mujeres les gusta menos el sexo que a los hombres. Hoy sabemos que esto no es así, ambos pueden disfrutar de su sexualidad y los límites se los pone cada uno, precisa el especialista.
Hay además quienes piensan que para disfrutar de la sexualidad hay que ser jóvenes y bellos. Independientemente de que la belleza es una categoría totalmente subjetiva, la sexualidad no distingue edad, ni características físicas o sociales. Todos, en la medida que nos lo permitamos, podemos disfrutar de la sexualidad.
La sexualidad nos une
Sin importar la edad, la clase social o la apariencia física la sexualidad nos une, en la intimidad todos podemos disfrutar. Tener fantasías es justamente lo que nos permite volar con la imaginación y más allá de que alguna se pueda concretar, siempre están esas inalcanzables pero que son un condimento fundamental para la sexualidad.
Cuando el problema sexual tiene que ver con la falta de fantasías, lo que hay que permitirse es superar los miedos, los prejuicios y empezar a fantasear.
Fantasee y mantenga su cerebro activo
Fantasear no sólo ayuda a aumentar el deseo sexual. Sino que investigaciones realizadas por las universidades de Amsterdam, Groningen y Jacobs University Bremen, concluyen que tener fantasías sexuales mejora las habilidades del pensamiento, aumenta la creatividad y ayudan a analizar de mejor manera diferentes situaciones. Sin duda al fantasear se mantiene el cerebro activo y creativo, y esto no repercute solamente en mejorar la calidad de la sexualidad sino que ayuda a mantenernos más lucidos y saludables en general.
Entonces un cerebro saludable es un cerebro que se mantiene activo y qué mejor manera de activarlo que con una fantasía sexual. Porque, a diferencia de lo que algunos piensan, las fantasías no se agotan, asegura Gómez Di Leva.
La sexualidad debería estar libre de prejuicios, miedos y tabúes, posibilitando el encuentro con el otro y con nosotros mismos de una manera placentera. ¡Atrevase a tener buen sexo!
Fuente: El Clarín.
Daniel Ricardo Hernández @danielricardoh
Comunicador Social