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Nuevas pautas de la AACE recomiendan abordar la obesidad como un trastorno médico crónico | Por: @linternista

Nuevas pautas de la American Association of Clinical Endocrinologists (AACE) para el control de la obesidad recomiendan abordar la obesidad como un trastorno médico crónico, enfocándose firmemente en mejorar la salud del paciente más que en la pérdida de peso en sí.

El resumen ejecutivo de la guía clínica práctica fue publicado el 24 de mayo de 2016 en la versión electrónica en Endocrine Practice, junto con un algoritmo gráfico con códigos a color y una declaración separada acerca de incorporar el tratamiento de la obesidad en el modelo de atención médica crónica.

El análisis de toda la evidencia será publicado más tarde este año, también en Endocrine Practice. El documento y el algoritmo son una expansión del «modelo» para obesidad de 2014 de la AACE para abordar detección, diagnóstico, evaluación, decisiones terapéuticas, metas de tratamiento y seguimiento.

Proporcionan un esquema para estadificar la obesidad (de 0 a 2) utilizando evaluaciones antropomórficas y clínicas además del índice de masa corporal (IMC), con diferentes umbrales para determinados grupos étnicos y recomendaciones para la detección de 16 trastornos concomitantes relacionados con el peso. Basándose en esta información, se brinda una guía para aplicar la modificación del estilo de vida, cuándo tomar en cuenta medicamentos para reducir peso, individualización de su uso y cuándo tomar en cuenta el tratamiento quirúrgico bariátrico.

El presidente del Comité Científico de Obesidad de la AACE, Dr. W. Timothy Garvey, dijo en una entrevista en el Congreso Anual de la AACE 2016: «Consideramos que lo que hemos desarrollado es un modelo para la atención crónica a pacientes con obesidad, aplicable a la atención en el contexto clínico y de carácter exhaustivo».

«Esperamos establecer un modelo de tratamiento que sea relevante a la atención primaria y la atención subespecializada que optimice el cociente beneficio/riesgo y que identifique un enfoque racional a cuándo utilizar medicamentos, cómo utilizarlos y los objetivos del tratamiento. Nadie realmente ha especificado esto. Creo que abordamos algunos de estos aspectos de una manera basada en evidencia», indicó el Dr. Garvey.

¿Cómo se comparan las directrices?

El Dr. Garvey señaló que otras directrices de obesidad no están basadas en evidencia o están limitadas a dar respuestas a algunas preguntas cuando sólo se dispone de evidencia científica sólida y, por tanto, «pueden no ser significativas o transferibles a la atención real a los pacientes. Consideramos que estas directrices llenarán el vacío».

En efecto, como lo señaló el Dr. Garvey, el documento de directrices conjuntas para la obesidad conjunto del American College of Cardiology (ACC) / la American Heart Association (AHA) y la Obesity Society (OS)ACC/AHA/OS de 2013 fue designado para dar respuesta a sólo cinco preguntas con datos muy específicamente definidos, en tanto que las nuevas directrices de la AACE dan respuesta a nueve preguntas y comprende una gama de evidencia más amplia. Además, sólo uno de los cinco medicamentos que en la actualidad se comercializan para bajar de peso estaba disponible al momento en que se elaboró el documento de ACC/AHA/OS, de manera que no comprende guías específicas sobre su uso.

Por su parte, la Endocrine Society de Estados Unidos también emitió directrices para el tratamiento farmacológico de la obesidad en enero de 2015, las cuales aprueban el uso de medicamentos autorizados para reducir peso en personas con un IMC de 30 kg/m2 y más, o de un mínimo de 27 kg/m2 con uno o más trastornos concomitantes.

Avance del campo

Según el Dr. Scott Kahan, director del Centro Nacional para Peso y Bienestar y presidente del comité clínico de la Obesity Society, «esta actualización y expansión del algoritmo de la AACE será un recurso valioso para los endocrinólogos, y sospecho que también en algunos casos para los médicos generales. Su enfoque centrado en las complicaciones para la estratificación del riesgo es un cambio de paradigma útil que alinea la gravedad de la enfermedad con la intensidad del tratamiento». «También celebro que hayan tratado de incluir consideraciones étnicas».

Según el Dr. Garvey, si bien las directrices son muy exhaustivas, nada en ellas debiera ser difícil de incorporar en la atención clínica sistemática. «Esto se puede efectuar en el contexto de una consulta sistemática al paciente. No creo que lo que estamos recomendando por lo que respecta a mejores procedimientos represente mucho más que una exploración física inicial del paciente y la anamnesis por aparatos y sistemas».

También dijo que la AACE espera que el documento impulsará a las aseguradoras a una cobertura más congruente del tratamiento de la obesidad. «Un número cada vez mayor de empleadores está reconociendo la utilidad del tratamiento de la obesidad y pidiendo la cobertura de la atención médica a la obesidad para sus empleados. Tenemos mucho que hacer, pero cabe esperar que estas directrices proporcionen un modelo aceptable para avanzar en el proceso».

Fuente: espanol.medscape.com / Endocr Pract. Publicado en versión electrónica el 24 de mayo de 2016. Artículo

Comité editorial medicinapreventiva.info

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