Venezuela tiene actualmente más de 500.000 casos de Zika | Por: @linternista
El virus Zika ya constituye una epidemia en Venezuela. Datos de la Sociedad Venezolana de Salud Pública y de la ONG Red Defendamos la Epidemiología Nacional indican que entre junio/julio de 2015 y febrero de 2016 hubo más de 500.000 casos de Zika en el país.
En marzo de este año, la Academia Nacional de Medicina de Venezuela declaró formalmente que el país se enfrenta a una crisis humanitaria de salud. Sin embargo, el último boletín epidemiológico publicado por el Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS) de Venezuela, fechado en 2015, no contiene ninguna información sobre casos de zika en el país.
La Dra. Ana Carvajal, especialista en enfermedades infecciosas, explica que en noviembre de 2014 el gobierno suspendió la publicación del boletín epidemiológico del MPPS y la reanudó hace poco tiempo. “De hecho, desde hace 17 años se interrumpió la publicación de este boletín al menos tres veces, privando a los profesionales de la salud de información valiosa sobre enfermedades de declaración obligatoria, como epidemias de dengue, malaria, chikungunya y zika, o brotes de enfermedades como la enfermedad de Chagas o la meningitis meningocócica, entre otras.
Esta información es importante para aplicar medidas de control y para planificar la asistencia a los pacientes”, considera la Dra. Carvajal, que ha realizado un seguimiento de la evolución de los arbovirus en Latinoamérica en los últimos años y ha publicado estudios sobre el tema en las revistas Medicina Interna (Caracas) y Gaceta Médica de Caracas.
Al igual que no hay información oficial publicada en la página de internet del Ministerio sobre los casos de infección por virus Zika, en Venezuela tampoco se publican, según la Dra. Carvajal, datos sobre posibles complicaciones asociadas a esta infección. De acuerdo con la alerta del 10 de marzo de 2016 de la Organización Panamericana de Salud (OPS), entre la semana epidemiológica 49 de 2015 y la 6 de 2016 se notificaron en Venezuela 578 casos de síndrome de Guillain-Barré, 235 de los cuales tenían síntomas de infección por virus Zika.
“La alerta de la OPS del 17 de marzo afirma que Venezuela es uno de los países con aumento del número de casos de síndrome de Guillain-Barré, pero no específica los datos nuevos”, destaca la especialista. Conviene recordar que, en todo el mundo, las notificaciones las hacen profesionales sanitarios que las envían a sus ministerios que, automáticamente las reenvían a la OMS, en el caso de las Américas a través de la OPS.
Sobre la microcefalia, la investigadora explica que el médico Jaime Torres, del Instituto de Medicina Tropical (Universidad Central de Venezuela), comunicó en febrero de 2016 un caso de aborto de un feto con microcefalia. Esto sucedió en el estado de Monagas y, según la Dra. Carvajal, sería el primer caso en el país de microcefalia asociada posiblemente al virus Zika. “En enero de 2016 se atendió en el Hospital Universitario de Caracas a una embarazada con un embrión muerto intraútero. Se hizo la RT-PCR a los restos ovulares con resultado positivo para el virus Zika”.
Otro bebé nacido a finales de abril se diagnosticó de microcefalia después de que su madre contrajera el virus Zika durante el embarazo. Este caso fue comunicado a la agencia de noticias Associated Press por la Sociedad Venezolana de Infectología. Es el primer caso de microcefalia asociada a zika en el que el bebé sobrevive, según la presidenta de la sociedad, Dra. Elia Sánchez.
Sin embargo, el gobierno venezolano se resiste a publicar información oficial sobre casos de microcefalia en su país. La Dra. Ana afirma que la información de la OPS ofrece una dimensión del problema: “el 9 de marzo el Ministerio de Salud de la República Bolivariana de Venezuela presentó una actualización epidemiológica de virus Zika en el país. Entre la semana epidemiológica 41 de 2015 y la 6 de 2016, 23 organismos federales comunicaron un total de 16.942 casos sospechosos de infección por virus Zika. De las 801 muestras analizadas para virus Zika mediante RT-PCR, 352 (44%) fueron positivas. Del total de casos sospechosos de infección por virus Zika, 941 corresponden a embarazadas (9,4%). Entre la semana epidemiológica 1 y 6 de 2016 se analizaron mediante RT-PCR 226 muestras de embarazadas con sospecha de infección por el virus Zika, 153 (67,7%) de las cuales fueron positivas para virus Zika”, informa la doctora.
Esta información no está disponible en la página de internet del MPPS de Venezuela, ni tampoco está registrada en los boletines epidemiológicos porque no se publican, según la Dra. Carvajal. “Recientemente se publicó el protocolo de asistencia a las embarazadas con zika y está disponible en la página de internet del MPPS, pero no fue elaborado por especialistas y expertos implicados en la asistencia a embarazadas y a recién nacidos con posible microcefalia”, subraya.
Para la especialista, las medidas aplicadas hasta ahora por el gobierno venezolano para controlar la infección por el virus Zika son insuficientes y tanto las sociedades como muchos profesionales sanitarios desconocen la enfermedad y sus posibles complicaciones neurológicas posinfecciosas, como el síndrome de Guillain-Barré, así como la microcefalia y otras malformaciones congénitas.
La doctora avisa de que el país no está preparado para afrontar este problema. “Estamos ante una crisis humanitaria de salud, declarada formalmente por la Academia Nacional de Medicina de Venezuela, la principal institución académica del país, el día 17 de marzo de 2016. Hay escasez de medicamentos en 70-80% de la red de farmacias públicas, faltan reactivos para el diagnóstico de muchas enfermedades, incluidas las infecciosas, escasean los antibióticos y otros medicamentos, y existen deficiencias importantes en el sistema de salud pública para dar asistencia a los pacientes. La crisis está llegando a las instituciones sanitarias privadas”, destaca.
Según el periódico independiente venezolano La Razón, la Red de Sociedades Científicas Médicas de Venezuela, que reúne 42 sociedades médicas del país y cuatro asociaciones, emitió un comunicado con la Academia Nacional de Medicina afirmando que “Venezuela está en terapia intensiva y no hay recursos sanitarios para rescatarla” y que “la salud pública está en colapso”.
La crisis, en opinión de la Dra. Ana Carvajal, está dificultando la asistencia a los pacientes con síndrome de Guillain-Barré porque, por ejemplo, muchos hospitales no tienen máquinas de plasmaféresis. Además, recuerda que hay escasez de inmunoglobulinas, necesarias para tratar a los pacientes con esta enfermedad neurológica: “aunque recientemente se han importado miles de dosis, el acceso a este tratamiento no es tan fácil. Es necesario solicitarlo mediante correo electrónico o llamar a un teléfono centralizado. El Quimbiotec (Complejo Tecnológico Farmacéutico del Estado Venezolano), que fabricaba inmunoglobulinas y otros hemoderivados, permaneció inactivo durante 6 meses aunque recientemente volvió a funcionar, pero no sé cuál es su nivel operativo en la actualidad”, afirma.
En otro reportaje en La Razón, la periodista Patricia Marcano relata la situación del Hospital Universitario de Caracas. La institución presenta una crisis, con falta de varios suministros, materiales, medicamentos, camas y aparatos. En este reportaje, Gherzon Casanova, presidente de la Sociedad de Médicos Residentes e Internos del Hospital Universitario de Caracas afirmó que los pacientes apenas están siendo atendidos, porque es imposible curar las enfermedades en las circunstancias actuales. En el servicio de urgencias, según él, “se ha producido un aumento de la mortalidad por falta de catéteres de hemodiálisis”.
En el caso de Departamento de Ginecología y Obstetricia, después de dar a luz las mujeres esperan hasta 24 horas sentadas en sillas en el pasillo para conseguir una cama. Respecto a las infecciones por virus Zika, solamente este año el hospital ya ha atendido 32 pacientes con síndrome de Guillain-Barré, 7 de los cuales precisaron ventilación mecánica y dos murieron. Según el reportaje, la situación es parecida en el Hospital Vargas de Caracas, en el Ricardo Baquero González (Periférico de Catia) y en el Leopoldo Manrique Terreno (Periférico de Coche), como se denunció en la asamblea del 10 de marzo, cuando se celebró el día del médico en el país.
Para la Dra. Carvajal, el mayor desafío para el gobierno venezolano en la actualidad es “afrontar una crisis grave en el sector sanitario. La Academia Nacional de Medicina (Venezuela) recomendó declarar una crisis humanitaria de salud, pero el gobierno se resiste a pesar de que dicha declaración permitiría obtener ayuda inmediata de la OMS, de la OPS y de otras organizaciones internacionales, así como de ONG y de países amigos”.
Según esta especialista, el gobierno debe afrontar varios retos relacionados con la infección por virus Zika, empezando por la necesidad de publicar información fiable para los profesionales sanitarios y para la comunidad, lo que exige, entre otras medidas, la publicación del boletín epidemiológico semanal de manera regular y puntual. Ella cita también otros puntos importantes como ampliar o facilitar el acceso a pruebas diagnósticas (RT-PCR) a los pacientes en los que están indicadas, porque en la actualidad tanto el Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela como el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas realizan la RT-PCR para el virus Zika pero a nivel público solo la realiza el Instituto Nacional de Higiene. Las dos primeras instituciones solo hacen análisis con fines de investigación. Por este motivo, la investigadora considera importante instalar en las regiones principales del país el equipamiento necesario para diagnosticar el virus Zika.
El gobierno tiene retos pendientes como: “asegurar el acceso al tratamiento (inmunoglobulinas, máquinas de plasmaféresis, albúmina, sueros) y a unidades de cuidados intensivos a los pacientes con complicaciones neurológicas, como síndrome de Guillain-Barré o de otro tipo; garantizar el acceso de las embarazadas a los servicios de salud reproductiva – algo difícil teniendo en cuenta la crisis en el sector sanitario, aparte del hecho de que poco más de 50% de las embarazadas tienen un seguimiento de su embarazo – asegurar la asistencia sanitara a pacientes con infección aguda por virus Zika, así como tratamiento sintomático para bajar la fiebre (paracetamol) o calmar el dolor, además de antihistamínicos para evitar el prurito; preparase para atender posibles casos de microcefalia; garantizar los repelentes y las mosquiteras a las embrazadas para protegerlas del mosquito transmisor; garantizar el uso de preservativos a las mujeres en edad fértil que quieren evitar el embarazo e implicar a la comunidad en la lucha contra el mosquito transmisor”, explica la Dra. Carvajal, recordando que el país sufre todavía un racionamiento de agua en varias localidades, por lo que “también es necesario enseñar a la población a almacenar agua de forma correcta”.
En un artículo que se publicará en la revista Medicina Interna, Carvajal habla también de las recomendaciones relacionadas con el virus Zika y las embarazadas. Recuerda, por ejemplo, la necesidad de que las autoridades sanitarias pongan en marcha un sistema de vigilancia para detectar un posible aumento de incidencia de microcefalia y de otras malformaciones congénitas, así como abortos, mortinatos y muertes neonatales relacionados probablemente con virus Zika. También destaca la importancia de hacer un seguimiento a las embarazadas que viven en países en los que hay una transmisión continua del virus Zika, así como la necesidad de ofrecer una ecografía fetal entre la semana 18 y 20 a todas las embrazadas que viven en regiones de transmisión continua de este virus. Además, defiende que las autoridades sanitarias deberían trabajar en colaboración con las sociedades científicas, universidades y la academia para afrontar las posibles complicaciones asociadas al virus Zika.
Fuente: espanol.medscape.com