Te ayudamos a armar un desayuno saludable | Por: @linternista
Es el momento clave del día: el desayuno. No hacerlo es un craso error. Después de 6 a 10 horas de reposo nocturno, es necesario reponer los niveles de energía a través de la glucosa (azúcar) necesarias para la salud del cerebro y de los músculos.
En esta época, en el que las horas de descanso no sobran, muchos nos levantamos con el tiempo ajustado para arreglarnos: una ducha rápida (quienes no lo hacen a la noche), lavarse los dientes, vestirse y salir, pero debe haber tiempo para la comida, la del rey: el desayuno.
Esta primera comida que muchos se saltan aporta entre el 20% y el 25% de las calorías que se ingieren durante el día, así lo afirman especialistas en base a estudios científicos.
Pero, no se trata de comer solamente, si no de que el desayuno sea equilibrado, es decir que incluya los nutrientes fundamentales para un óptimo rendimiento físico e intelectual.
Viviana Corteggiano y Romina Sayar, presidenta y vice de la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas Dietistas; Zulema Storlaza, presidenta de la Sociedad Argentina de Nutrición y Verónica Risso Patrón, presidente de FAGRAN nos señalan los cuatro grupos de alimentos que no pueden faltar en un buen y delicioso desayuno:
- Pan o cereales. Si son integrales, son mejores. Son excelente fuente de carbohidratos y aportan energía y proporcionan al cuerpo vitaminas y minerales. Los integrales aportan grandes cantidades de fibra que favorece el buen funcionamiento intestinal e influye favorablemente en los niveles de colesterol sanguíneo.
- Los lácteos y lacticinios. La leche, y lacticinios como el yogur y el queso (preferentemente descremados), aportan proteínas de muy buena calidad, calcio y vitaminas A, D y B12, esenciales para la salud de los huesos y de los dientes en todas las etapas de la vida.
- Frutas. Además de proporcionar carbohidratos, agua, vitaminas y minerales, son una buena fuente de fibra.
- Frutos secos. Como nueces, almendras, merey, maníes, que son semillas fuente de Omega 3, proteínas y fibras, mejoran la digestión y dan saciedad ayudando a controlar el apetito.
Un desayuno completo y equilibrado contribuye en el aporte de proteínas, carbohidratos, lípidos, calcio, vitaminas y minerales recomendadas. Además, es un magnífico hábito alimentario que conviene promover y practicar desde pequeño.
Estudios científicos probaron que los niños que desayunan tienen mayor concentración y memoria en el colegio durante la mañana que quienes no lo hacen.
Y como si fuera poco, contribuye a mantener y controlar el peso. «Un desayuno completo y nutritivo genera saciedad hasta la próxima comida, suprimiendo la necesidad de ‘picar’ alimentos con alto contenido graso y de azúcares entre las comidas, que suelen sumar calorías y contienen pequeñas o nula cantidad de vitaminas y minerales», concluyeron las expertas.
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Fuente: Clarín.
Daniel Hernández
Comunicador Social