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Las caricias son muy placenteras si se dan o se reciben | Por: @linternista

El placer no solo está asociado a quien recibe la caricia, sino también a quien la da.

Las caricias entre las personas que se atraen mutuamente entran a nuestro cuerpo a través de receptores ubicados en la superficie de la piel; estos estímulos que se generan llegan al cerebro y provocan la liberación de sustancias, entre ellas la oxitocina, llamada hormona del enamoramiento, el placer y la maternidad.

Los resultados de un reciente estudio fueron publicados en la revista Current Biology, donde por primera vez se encontró evidencia de que el placer sensorial también es percibido por el acariciador.

El profesor de neurología de la Universidad del Rosario, en Argentina, Leonardo Palacios, afirma que dar y recibir caricias, por naturaleza, es un comportamiento asociado mucho más al lenguaje femenino que al masculino.

“Aunque no es un tema de vida o muerte, las caricias sí son algo que los seres vivos reclaman para su bienestar. Cuando estas expresiones de afecto no se reciben generan desapego y malestar, ya sea entre madre e hijo, en pareja e incluso con las mascotas. La ausencia de las mismas sugiere que algo anda mal”, señala Palacios.

Todo esta asociado a la oxitocina, hormona que se libera con las caricias, pero también en el parto, la lactancia, los abrazos, besos, en las relaciones sexuales y, con mayor poder, con el orgasmo.

Esta hormona es una molécula orgánica pequeña, con nueve aminoácidos. Se produce en el sistema nervioso central, más exactamente en el hipotálamo. Desde allí pasa a la hipófisis, otra glándula del cerebro, que se encarga de almacenarla y liberarla cuando se necesita.

“Por eso es que las caricias y su poder sobre la oxitocina generan apego. Hasta el punto de llegar a ser un factor de fidelidad y enamoramiento en humanos”, aclara el neurólogo. Las caricias son tan importantes

Un ejemplo de esto es señalado por Martha Cristo, psicóloga del programa Madre Canguro Integral del Hospital San Ignacio de Bogotá, y es el impacto de las caricias y su  el efecto que tiene el estar piel a piel con los niños prematuros.

“Las caricias llevan la información captada a través de nervios a la médula espinal, al tálamo y a la región parietal de la corteza cerebral, generando funciones fisiológicas y profundizando el vínculo afectivo entre el niño y sus padres, factor esencial en el desarrollo físico y emocional del bebé”, añadfe la experta.

Todo depende de quien las de

El neurólogo Palacios aclara que el efecto de las caricias depende de quién las proporcione; es decir, no es lo mismo ser tocado por un extraño o por alguien que causa desagrado y solo puede generar rechazo.

Así se demostró en una investigación del 2012 publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences (Pnas), y donde se usó un escáner de resonancia magnética funcional para analizar el comportamiento del cerebro de los hombres ante estímulos de caricias y de imágenes.

La muestra usada fue de hombres heterosexuales que fueron acariciados en la pierna al mismo tiempo que veían un video de una mujer atractiva acariciando la piel de alguien. En algunos casos el video fue protagonizado por un hombre. En el primer caso, los participantes sintieron placer, mientras en el segundo confesaron “sentir un rechazo visceral”.

Michael Spacio, coautor del estudio asegura que “Por primera vez hemos demostrado que esta zona del cerebro, que percibe si un objeto es liso o rugoso, también es sensible al significado social del contacto físico”, y añadió que no procesamos por separado las características físicas y las emocionales de una caricia.

Otro estudio realizado de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) y publicado en la revista especializada Journal of Neuroscience, en noviembre del 2011 añadió un nuevo ingrediente a la reacción cerebral de las caricias: desde que estas sean suaves, placenteras y agradables, generan estímulos cerebrales positivos, independiente de si se reciben o se ve que otra persona las recibe.

A estos voluntarios les fue monitoreado su flujo sanguíneo en el cerebro mediante resonancia magnética mientras eran acariciados, con un cepillo suave. Los participantes tuvieron la misma reacción al ser acariciados que al observar videos de otra persona que era acariciada.

Alimento vital

Las caricias contribuyen a que las personas mejoren:

  • Autoestima. Desde la infancia consolida la autoestima del niño, porque se siente importante al ser atendido cuando lo necesita. Esto le permitirá, como adulto, establecer mejores relaciones interpersonales.
  • Antidepresivas. Las caricias, se cree tienen un potente poder antidepresivo y mejoran el estado de ánimo, porque no solo influyen en la síntesis de oxitocina, también de endorfinas. Incluso por considerarse un alimento emocional y psicológico, con la liberación de estas hormonas habría menos posibilidades de que haya vacíos que se quieran llenar con el consumo de drogas y otras sustancias adictivas.
  • Salud. Según algunos estudios los niños acariciados presentan mejores desenlaces de sus enfermedades y ganan peso rápidamente.

La persona que no recibe caricias esta propensa a enfermarse con frecuencia.

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Fuentes: El Tiempo, Vida de Hoy.

Daniel Hernández

Comunicador Social

Comité editorial medicinapreventiva.info

Comité editorial de medicinapreventiva.info

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