Los alimentos ricos en triptófano son fuente de buen humor | Por: @linternista
Desde el año 1990 hasta la actualidad, se han triplicado los índices de depresión y ansiedad en todo el mundo. Así lo señala la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Aun se desconocen las razones, y se especula sobre cuáles podrían ser. Si bien predomina la idea de la multicausalidad, hay otra corriente de opinión creciente, que plantea que este fenómeno podría estar relacionado con el déficit en el organismo de un aminoácido muy específico, el triptófano.
El déficit de este aminoácido en el organismo podría ser por los malos hábitos alimenticios de hoy en día, dominados por el abuso del consumo del café, bebidas light a base de aspartamen, productos procesados y refinados, entre otros.
El triptófano, llamado “el aminoácido de la felicidad”, es uno de los 20 aminoácidos esenciales incluidos en el código genético. Estos aminoácidos esenciales son aquellos que el organismo no puede sintetizar por sí mismo por lo que sólo se obtienen a través de la alimentación.
La OMS recomienda una dosis mínima de 250 mg, diarios, y obtenerlos a través de una alimentación equilibrada y no a base de suplementos.
La doctora Josefina Vicario, nutricionista, asegura que el triptófano “Sin duda es el responsable del buen humor y la alegría”. “Su efecto prioritario es la acción relajante. Es el aliado perfecto contra el insomnio, el estrés o la ansiedad. El que estimula el buen dormir, el optimismo y el placer”, agrega.
“Es un aminoácido necesario para el crecimiento normal en los bebés y para el equilibrio de nitrógeno en los adultos. El cuerpo utiliza el triptófano para ayudar a producir la niacina y la serotonina”, comenta María Celeste Beltrán, Licenciada en nutrición de la Universidad Nacional de La Plata de Argentina.
¿Dónde se encuentran estos aminoácidos?
La proteínas son la única fuente de nitrógeno orgánico aprovechable que ingresa al organismo. Los aminoácidos provienen de las proteínas y entre sus funciones están la reposición de las pérdidas del recambio proteico, el crecimiento y el substrato energético.
La falta en el organismo de este aminoácido esencial puede provocar dermatitis, diarrea, demencia y problemas de digestión.
Hay combinación de alimentos que aportan a nuestro organismo todos los aminoácidos esenciales, estos son generalmente legumbres y cereales. No es necesario comerlos juntos, pero sí se recomienda combinarlos diariamente.
Algunos ejemplos de combinaciones son: los garbanzos y la avena, el trigo y las habas, el maíz y las lentejas.
Y el triptófano
Otras fuentes de triptófano son:
- Jamón serrano (aporta 400 miligramos por cada 100 gramos).
- Anchoas saladas (390 miligramos).
- Carnes magras.
- Quesos (el emmental, el gruyère o el parmesano aportan 100 miligramos).
- Legumbres porotos (caraotas o frijoles) y lentejas, 80 miligramos).
- Frutos secos (se destaca el maní con 80 miligramos).
- Chocolate negro (60 miligramos).
¿Qué más hace el triptófano?
- Ayuda a combatir el insomnio. Según investigaciones realizadas en la Universidad de Navarra, el triptófano ayuda a reducir el tiempo que se tarda en conciliar el sueño y es muy eficaz para paliar el insomnio provocado por el déficit o los desequilibrios de la melatonina, la hormona encargada de regular el ciclo onírico, como ocurre en situaciones de cambios de horario, jet lag, etcétera. “En estos casos, es muy recomendable ingerir 1 miligramo de este aminoácido 30 minutos antes de acostarse y fuera de las comidas, ya que si no actuará como un simple constructor de proteínas, no como un inductor del sueño”, recomienda Vicario.
- Combate el estrés y la ansiedad. Al activar la serotonina, este vital químico emocional es “capaz de calmar el sistema nervioso, ayudando a controlar las situaciones de estrés cotidiano. Además, frena la ansiedad a la hora de enfrentarse a la comida, ya que tiene la propiedad de calmar las ansias por ingerir carbohidratos (sobre todo los dulces)”, asegura Héctor Solórzano del Río, farmacéutico y presidente de la Sociedad Médica de Investigaciones Enzimáticas. Y también actúa como alerta del nucleus raphus magnus (un área primaria del cerebro gobernada por los neurotransmisores de las endorfinas, como la serotonina), donde se inhibe determinados dolores, como el de cabeza o los provocados por los tratamientos bucodentales y algunos tipos de cáncer.
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Fuente: Clarín.
Daniel Hernández
Comunicador Social