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La hepatitis C pone al corazón en peligro | Por: @linternista

Todas aquellas personas infectadas con el virus de la hepatitis C tienen más riesgo de sufrir daño hepático y su presencia también puede convertirse en un problema para su salud cardiovascular.

Según una investigación de la Universidad Johns Hopkins (EE.UU.) y cuyos resultados han sido publicados en la revista The Journal of Infectious Diseases.

Este trabajo surgió de uno más amplio, donde la muestra eran hombres homosexuales, en su mayoría infectados por el VIH, en el cual se hizo un seguimiento del riesgo de infección o de que la enfermedad progresara a largo plazo. De estos, se centraron en los datos de un subgrupo de coinfectados con el virus del sida y el de la hepatitis C, infecciones que suelen ir juntas.

Participaron 994 adultos de 40 a 70 años sin una enfermedad coronaria conocida, de los que 613 estaban infectados por el VIH, 70 por ambos virus y sólo 17 no presentaban una u otra infección. Todos ellos se sometieron a tomografías computarizadas cardíacas para detectar y medir los niveles de grasa y calcio en los vasos sanguíneos.

Se sabía que las personas seropositivas tienen un mayor riesgo de sufrir enfermedad coronaria, pero ahora hay evidencia sólida de que la hepatitis C puede causar un daño cardiovascular con independencia del VIH.

Durante el estudio se encontró que los participantes con infección crónica por hepatitis C, con independencia de que tuvieran VIH tenían más probabilidades de acumular un 30 % más de riesgo con placas anormales de grasa y calcio dentro de sus arterias, trastorno conocido como aterosclerosis que se considera un precursor común del infarto y el ictus.

Entre los que sufrían VIH o hepatitis C, ascendía hasta el 42 % la presencia de grasa no calcificada, lo que aumenta el riesgo cardíaco.

Los que tenían mayores niveles circulantes del virus de hepatitis C en la sangre fueron un 50 % más propensos a tener las arterias obstruidas, en comparación con aquellos en los que la infección no estaba bien controlada por el tratamiento o el sistema inmune.

Una falta de control de la enfermedad, también puede acabar por causar daño de los vasos sanguíneos.

Eric Seaberg, profesor de Epidemiología que lideró la investigación señalo que: «Tenemos fuertes motivos para pensar que la hepatitis C impulsa la enfermedad cardiovascular, independientemente del VIH, y prepara el escenario para problemas cardiovasculares posteriores».

Por ahora, los investigadores no saben exactamente cómo la infección por hepatitis C acelera el crecimiento de placas en las arterias, pero la evidencia es lo suficientemente fuerte como para ponerse a monitorizar y estar atentos a los síntomas cardiovasculares de estos pacientes hepáticos que puedan desarrollarse.

Sin embargo, la cardióloga Wendy Post, que también ha colaborado en el estudio, recuerda que estos pacientes ya son sometidos a un seguimiento de forma regular para detectar síntomas de enfermedad hepática, por lo que ahora los médicos deberían analizar también su salud cardíaca.

Además, la aparición de una nueva familia de medicamentos de última generación con una eficacia superior al 90 % podría resultar beneficioso también para frenar la formación de placas y el riesgo cardiovascular a largo plazo en estos pacientes.

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Fuente: ABC.

Daniel Ricardo Hernández

Comunicador Social

Comité editorial medicinapreventiva.info

Comité editorial de medicinapreventiva.info

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