Coma en casa, es más económico y saludable | Por: @linternista
Muchas veces por falta de tiempo tenemos la tendencia ha reemplazar nuestro menú diario por comidas rápidas, que no demanden en su elaboración de tiempo y comemos un práctico cereal y el jugo de cartón, un perro caliente o una hamburguesa.
Es algo en lo que caemos más con gran frecuencia, y en especial los más jóvenes. Aunque todavía estamos lejos de países como Canadá y Estados Unidos, donde la gente compra más del 50 % de sus comidas en forma ultraprocesada, en Latinoamérica países como Colombia y Brasil esta tendencia está llegando al 30 %.
El investigador del Departamento de Nutrición Humana de la Universidad de Montreal, Jean-Claude Moubarac, quien asistió a el XI Congreso Colombiano de Obesidad, advierte que es un tema que no se puede descuidar porque “desafortunadamente en los países del norte la comida procesada ya detuvo su crecimiento, mientras en los del sur está en aumento”.
Según Iván Darío Escobar, presidente de la Fundación Colombiana de Obesidad, dice que comer casero se ha vuelto una bandera de esta entidad: “La gente debe saber que comer por fuera de la casa, en el mejor de los casos, significa unas 190 calorías de más. Comamos de lo nuestro, pero midamos el número de harinas y las cantidades”, explica.
Por otro lado, Lucía Correa, presidenta de la Asociación Colombiana de Nutricionistas, coincide en que la salud agradece las preparaciones bajas en sal, sodio, grasas y azúcar, incluso lo ideal es llevar loncheras nutritivas a nuestros lugares de trabajo.
Elija mejor los alimentos que va a consumir, aquí le damos algunas ideas:
- ¿Qué pasa con los productos procesado? El consumo de productos ultraprocesados se ha relacionado con la obesidad y problemas cardiovasculares. Los alimentos producidos por la industria suelen tener altos contenidos de azúcar, sal, sodio, grasas, preservantes, aceites hidrogenados, saborizantes, colorantes, aditivos y, en algunos casos, calorías vacías, es decir, que no aportan valor nutricional. Tenga en cuenta que algunos de estos productos generan cierta adicción por los estímulos cerebrales que producen. Aunque el consumo de esta comida puede comenzar como algo ocasional, se corre el riesgo de que desplace a la casera, impactando los hábitos de alimentación. En los países donde se cocina más, como Brasil, Colombia, Perú y Chile, hay perfiles nutricionales más saludables; sin embargo, el peligro es que el incremento de la compra de productos ultraprocesados disminuye la adquisición
de comida para preparar. - ¿Qué es la comida casera? La comida casera es aquella que requiere preparación, incluso a partir de alimentos poco o mínimamente procesados. Si está fuera de casa pregunte por la preparación de lo que come o verifique si en los restaurantes hay cocina; es algo muy diferente a lo de comida rápida, donde se calienta la carne de hamburguesa. En Francia solo reciben la denominación de restaurante los sitios donde se cocina.
- En los fines de semana. Sáqueles provecho a esos momentos libres para disfrutar del placer de comer. Siéntese en la mesa con tranquilidad, atención y disfrute su buena comida. Comer frente al televisor o en el escritorio, permite estar distraído y se puede consumir más de lo que su cuerpo necesita, aumentando innecesariamente la ingesta de calorías. Aunque el argumento para no cocinar es la falta de tiempo, por la importancia que tiene comer bien para la salud se deben revaluar las prioridades y, por ejemplo, quitarle un poco de tiempo al celular o a la tableta, y destinarlo a la alimentación.
- La publicidad vende lo que sea. Desafortunadamente es mucho más frecuente la publicidad de la comida procesada que en su estado natural. Por lo mismo, hacer mercado en una gran tentación por lo que debe estar clara de los productos que le permitan realizar un menú saludable y escoger lo apropiado para ello, frutas, verduras y carnes. Llevar a los niños durante las compras crea una situación difícil, porque no saben escoger lo que más les conviene y se suele dejar llevar alimentos inapropiados como forma de premios o regalos, es decir mucha chuchería.
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Fuente: El Tiempo.
Daniel Ricardo Hernández
Comunicador Social