Aire acondicionado puede resecar las mucosas y hacerlas más vulnerables a infecciones| Por: @linternista
Cuando sube la temperatura, inicia por una guerra por el control del termostato en muchos lugares de trabajo. Los expertos advierten que, además del frío, otro factor que repercute en la salud es la calidad del aire. Según los especialistas, el funcionamiento y la recirculación del aire acondicionado provocan la absorción de la humedad en las diferentes estancias, y pueden llegar a resecar el ambiente por debajo del 30%.
Si esta situación se da de forma continuada, se pueden resecar las mucosas de la nariz y otra vías aéreas al tratarse de un aire más seco, haciéndolas más vulnerables a una infección: rinitis, faringitis, laringitis, bronquitis, neumonías (en casos más severos), sequedad e irritación en los ojos (especialmente en quienes usan lentillas) o dolores de cabeza.
«Estos trastornos se pueden prevenir manteniendo la humedad relativa entre el 45% y el 65% para cualquiera de las temperaturas comprendidas entre los 23 y los 26 grados», explica José Vicente Máñez, director de actividad técnica de la firma españolaUnipresalud. En casos de ambientes demasiado resecos, Máñez recomienda «respirar por la nariz, ya que así el aire entra en los pulmones a la temperatura corporal y con el grado de humedad necesario para evitar la sequedad de las vías respiratorias».
Otro factor importante de bienestar es la velocidad del aire acondicionado: cuando hace mucho calor es recomendable mantener una velocidad media máxima de aire de 0,19 metros por segundo. Máñez recomienda situar el termostato en torno a los 25 grados en esas épocas, aunque reconoce que «cada persona es diferente y su temperatura óptima está condicionada por factores como el sexo, la edad, el peso, la actividad desarrollada o el tipo de indumentaria, entre otros».
Fuente: Antena 3.
Daniel Ricardo Hernández
Comunicador Social