Diagnosticar la diabetes a través de la salud bucodental | Por: @linternista
Ahora la diabetes podrá también ser diagnosticada por el profesional de la atención bucodental, o casi. Esto es lo que se pretende con un innovador protocolo de actuación que quiere evaluar el riesgo de sufrir diabetes no conocida en pacientes que acuden al odontólogo.
Este protocolo ha sido diseñado por el Grupo de Trabajo «Diabetes y Enfermedad Periodontal», integrado por especialistas de la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA) y de la Sociedad Española de Diabetes (SED). Tras ser probado y validado, se pretende que pueda extenderse por toda España.
El presidente de SEPA, David Herrera, cree que «La atención odontológica puede ser un aliado adecuado para la lucha contra la diabetes tipo 2», quien reconoce que «las clínicas de atención bucodental, compuestas por un amplio y variado equipo multidisciplinar de profesionales, pueden servir para detectar lo antes posible el riesgo de sufrir diabetes», contribuyendo así a combatir uno de los principales problemas que subsisten actualmente en el abordaje de esta enfermedad metabólica: el diagnóstico tardío.
El odontólogo un gran aliado
La finalidad de este proyecto, que es impulsado por la Fundación SEPA en colaboración con otras sociedades científicas, es convertir al profesional de la salud bucodental en un colaborador activo de promoción de salud general y detección precoz de enfermedades sistémicas, erigiéndose en un aliado esencial para otros profesionales de la salud.
«Este tipo de iniciativas suponen un impulso en la detección precoz de la diabetes ya que uno de sus principales problemas es el diagnóstico tardío. Así, se podrá identificar los pacientes con alto riesgo de padecer diabetes, pudiendo derivarlos al profesional sanitario más adecuado», según Fernando de la Torre, de la Federación de Diabéticos Españoles (FEDE) y de la Federación de Diabéticos de la Comunidad Valenciana (FEDICOVA),
Aasegura Herrera, que en este contexto, «los profesionales de la salud bucodental pueden ayudar a detectar a estas personas con prediabetes o con diabetes no diagnosticada, en consultas rutinarias para controles de salud bucodental, en revisiones de mantenimiento y/o en intervenciones puntuales». De hecho, en los últimos años se han acumulado muchas y sólidas evidencias científicas y clínicas que ponen de manifiesto la estrecha relación entre la diabetes y las enfermedades periodontales.
Relación estrecha
La diabetes y la enfermedad periodontal presentan una relación bidireccional: por un lado, la diabetes incrementa unas tres veces el riesgo de sufrir periodontitis, especialmente si hay mal control glucémico, y por otro lado, la existencia de periodontitis afecta negativamente al control glucémico de las personas con diabetes y contribuye a la aparición de complicaciones de la diabetes. Incluso, se ha demostrado que el tratamiento periodontal conduce a mejorar el control glucémico en pacientes con diabetes.
De esta relación, se considera que la atención y cuidado bucodental puede desempeñar un papel importante en el manejo de personas con diabetes, abriéndose la posibilidad de utilizar en este contexto herramientas de «cribado» para identificar pacientes con riesgo elevado de padecer diabetes mellitus sin diagnosticar o con prediabetes.
Por ello, la SED y SEPA han puesto en marcha una iniciativa para elaborar e implementar en la atención odontológica protocolos mixtos de evaluación del riesgo de sufrir diabetes no conocida.
La iniciativa cuenta, además, con evidencia científica sólida. «Sabemos que los protocolos de cribado para diabetes mellitus tipo 2 realizados en el ámbito de la atención bucodental son efectivos y, por tanto, los profesionales odontológicos pueden jugar un papel relevante en la detección de diabetes no diagnosticada», asegura el presidente de SEPA.
En el protocolo previsto se parte de la hipótesis de que las personas que combinen un riesgo elevado de tener diabetes (evaluado por el test denominado FindRisc) y una peor salud periodontal (determinada por el Examen Periodontal Básico, EPB) tendrán más posibilidades de padecer diabetes o prediabetes no diagnosticada y, por lo tanto, serán candidatas a hacerse una revisión específica para confirmar o no esta sospecha.
Además, este protocolo evaluará la capacidad diagnóstica de diferentes recursos, valorándose su utilidad para distinguir entre personas sanas, con prediabetes o diabetes. Así, se evaluará el porcentaje de pacientes que, de acuerdo a las diferentes estrategias diagnósticas empleadas, finalmente hayan podido confirmar o no un diagnóstico de diabetes o prediabetes.
La boca es una ventana que nos permite asomarnos al estado de salud general. Por ello, dando un paso más, «la colaboración estrecha entre odontólogos y médicos de Atención Primaria o de Atención Especializada va a facilitar un mejor manejo de otras muchas enfermedades».
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Fuente: ABC.
Daniel Ricardo Hernández
Comunicador Social