La metformina es subutilizada en pacientes con prediabetes | Por: @rigotordoc
La metformina fue prescrita sólo en el 3,7% de los pacientes con prediabetes, a pesar de que puede ayudar a prevenir la aparición de diabetes tipo 2, según un nuevo análisis de cohorte retrospectivo.
Según la autora principal de la investigación, Dra. Tannaz Moin, de la Escuela David Geffen de Medicina en la Universidad de California, Los Ángeles, ellos se sorprendieron al comprobar cuán bajas eran las tasas de prescripción del fármaco, particularmente entre las personas de más alto riesgo, donde la evidencia para el uso de metformina es más fuerte.
Según ellos, a pesar de su inclusión en las directrices nacionales durante más de 6 años y estar demostrada la tolerabilidad a largo plazo, la seguridad y la relación costo-beneficio, la prescripción de metformina en la aproximación clínica “estadounidense” para la prevención de la diabetes sigue siendo poco clara. Ellos reportaron sus hallazgos en la edición del 21 de abril de la revista Annals of Internal Medicine.
Muy poca atención a uso de la metformina para la prevención de la diabetes
Aproximadamente uno de cada tres estadounidenses tiene prediabetes, que se produce cuando la glucosa en la sangre es más alto de lo normal (100-125mg/dl) pero no lo suficientemente alto como para ser considerado diabetes tipo 2.
Tanto la metformina como los cambios del estilo de vida se han demostrado reducen el riesgo de progresión a la diabetes. Los últimos datos del Programa de Prevención de la Diabetes de Estados Unidos (DPP) actualmente en curso, reportados el verano pasado, mostraron que la aleatorización de las personas con sobrepeso u obesos en alto riesgo de diabetes tipo 2, a un cambio intensivo del estilo de vida o a recibir metformina podría reducir o retrasar el desarrollo de la enfermedad, hasta 15 años en algunos casos.
Y si bien sería ideal para todos aquellos en riesgo de diabetes a cambiar el estilo de vida, dichos esfuerzos para llevarlo a la práctica han dado lugar a diferentes niveles de cumplimiento. A pesar de todo, muy poca atención se ha centrado en las pruebas para apoyar el uso de metformina para la prevención de la diabetes.
En 2008, la Asociación Estadounidense de Diabetes (ADA) actualizó sus «Normas para la atención médica en la diabetes» para incluir el uso de metformina en pacientes menores de 60 años que están en muy alto riesgo de diabetes, obesos con índice de masa corporal [IMC] > 35 kg / m2, o con antecedentes de diabetes gestacional.
Las directrices también dicen que los médicos pueden considerar el uso de la metformina en pacientes con intolerancia a la glucosa, elevación de la glucosa en ayunas, o un HbA1c de 5,7% a 6,4%.
En su estudio, la Dra. Moin y colaboradores analizaron los datos de una muestra nacional de 17.352 adultos de 19 a 58 años con prediabetes entre 2010 y 2012 que fueron asegurados por 3 años continuos para determinar el porcentaje que se les prescribió metformina.
Durante 3 años, la metformina fue prescrita en sólo 3,7% (n = 647) de los pacientes con prediabetes.
Entre aquellos con un IMC> 35 kg / m2 (n = 391) o diabetes gestacional (n = 121) la prevalencia de prescripción de metformina fue de 7,8%. Según los autores, éste es el grupo para el que la directriz de la ADA pone más énfasis en el tratamiento de la prediabetes con metformina.
Sin embargo, esto aún significa que menos de uno de cada 12 de estos pacientes de alto riesgo, específicamente identificados por las directrices nacionales, recibieron metformina.
Después de que se ajustaron por edad, los ingresos y la educación, la probabilidad predicha de recibir una prescripción de metformina fue casi dos veces mayor entre las mujeres (4,8%), que entre los hombres (2,8%) (p <0,001) y entre los participantes obesos (6,6%) en comparación con los participantes no obesos (3,5%) (p <0,001). Y la probabilidad de recibir una prescripción de metformina fue de 1,5 veces mayor entre los que tienen dos o más condiciones comórbidas (4,2%) en comparación con los pacientes sin comorbilidades (2,8%) (p = 0,001).
Según la Dra. Moin, la metformina tiene datos de seguridad a largo plazo y es de fácil acceso en la mayoría de los planes de medicamentos recetados. Por lo tanto, es una opción tangible a tener en cuenta en la prevención de la diabetes, especialmente entre las personas de más alto riesgo (aquellos con menos de 60 años de edad, con IMC> 35 kg / m2 o las mujeres con antecedentes de diabetes gestacional).
Según los autores, las razones para el bajo uso de metformina no son del todo claro, y los estudios futuros deben examinar una serie de factores en el paciente, proveedor y nivel de organización que puedan contribuir a la infrautilización.
Entre otras cosas que contribuyen con su bajo uso es que la metformina no está aprobada por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) para la prediabetes, lo que puede aumentar la vacilación para prescribir fuera de este contexto.
Semblanza general de la metformina y uso en Venezuela
En Venezuela por el contrario, se ha abusado de la metformina, utilizándola en pacientes sin indicación, por ejemplo para pérdida de peso, fuera del contexto de la hiperglicemia en diabetes-prediabetes, para el tratamiento del hiperinsulinismo sin hiperglicemia y automedicada especialmente con la creencia de que es un medicamento para perder peso.
Más conocida por sus distintos nombres comerciales –Glucofage, Glafornil, Metfor, en Venezuela-, es común escuchar de mujeres que la toman porque “tengo ovarios poliquísticos y eso lo cura”, o “me dijeron que ayuda a rebajar”. No parecen argumentos descabellados; incluso en sitios web reconocidos, el fármaco es sugerido como un «coadyuvante para adelgazar la grasa del abdomen, entre otros beneficios, como la prevención de complicaciones en el embarazo y la diabetes tipo 2».
Sin embargo, perder unos kilos no debería ser la razón por la cual la metformina es una droga tan solicitada. Es importante saber que el mecanismo de acción de este medicamento apunta directamente al tratamiento de la diabetes-prediabetes, enfermedad considerada una de las grandes pandemias del siglo XXI por la Organización Mundial de la Salud.
La metformina en diabetes se indica para disminuir la producción de glucosa por el hígado, aumentar la respuesta de los tejidos a la acción de la insulina y disminuir la absorción de glucosa por los intestinos, entre sus principales efectos. Es decir, las glucemias del paciente mejoran en ayunas y también después de comer. Igualmente, la droga mejora condiciones como la resistencia a la insulina y la hiperinsulinemia –altos niveles de insulina en la sangre-, que son estadios previos a la diabetes, como mecanismos de defensa del páncreas ante el deterioro que ya comienza a sufrir.
Todo este proceso desencadena los deseables efectos visibles. Este no es un medicamento formalmente aprobado para la pérdida de peso, aunque lo disminuye en los pacientes que tienen trastornos metabólicos establecidos. Su uso prolongado está asociado a deficiencia de Vitamina B12 y puede provocar dolores musculares, dolor abdominal e incluso coma en ciertas condiciones que su médico debe explicarle.
Esta droga también produce efectos gastrointestinales secundarios que, como náuseas y diarreas, que solo son manejables cuando el fármaco es indicado por un especialista, con alternativas que pueden incluir el aumento progresivo de las dosis y el uso de presentaciones específicas.
Referencia:
- Ann Intern Med. 2015;162:542-548.
- http://www.el-nacional.com/salud_y_bienestar/
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Dr. Rigoberto J. Marcano Pasquier @rigotordoc
Medicina Interna
Ambulatorio Medis.
Av. José María Vargas. Centro Comercial Santa Fe.
Nivel C3. Consultorio 2.
Caracas. Venezuela.