13 trucos para adherirte a tu plan de dieta | Por: @linternista
Para adelgazar no es solo elegir un plan de buena alimentación, sino que, para tener resultados deseados, e necesario que te adelantes a las tentaciones o que asumas que flaqueaste y sucumbiste a la tentación y retomes de nuevo el camino de la dieta.
Que las tentaciones no sean más fuertes que tu deseo de alcanzar el objetivo. Aquí ompartimos estas técnicas que diseñó Alicia Crocco, licenciada en Nutrición de Argentina, autora de publicaciones como «Nutrir mi Embarazo», «Ansiedad Vs. Saciedad», «Creo & Adelgazo» que permitirán enfrentarlas a fin de que no sean un continuo obstáculo en tu camino.
- Prepárate para resistir la atracción que ejercen sobre ti determinados alimentos. No dejes que sean más importante que tu objetivo, que tu vida.
- Si te vence el deseo de ingerir alimentos que te gustan mucho, luego vas a sentirte desanimado y frustrado. Si lo hacés, el placer será momentáneo y la angustia seguirá en tu ser y sentirás fracaso. En cambio, si aprendes a manejar las tentaciones, con el tiempo ese sentir desaparecerá y tendrás energía para continuar la marcha con alegría.
- Cuando pierdas el control, no te desanimes. Que te cueste adelgazar no significa que no alcances tu objetivo. Utiliza tu inteligencia para aceptar que, si tienes paciencia y superas barreras, tu proceso evolutivo te llevará hasta la meta.
- En los momentos en que te sientas dominado por la comida, procura ser más fuerte que el deseo. Piensa que esa sensibilidad por determinados alimentos es circunstancial pero que, si se vuelve constante, probará tu debilidad y hará que por la apetencia de comer dejes de lado todo lo que te propongas. En cambio, si la derrotas podrás cambiar muchos aspectos de tu vida, tanto físico e internos.
- Si estás abierto a cambios, comienza a trabajar con otros placeres que te da la vida y que contribuyen a que no estés tan pendiente de la comida.
- En varios momentos del día cierra los ojos, busca relajarte, de estar tranquilo y escucha tu interior. Pregúntate: ¿cuál es el motivo de que te tientes con frecuencia? ¿Acaso no anhelas que tu propósito se cumpla? ¿Quieres trabajar con los aspectos que te apartan del camino y que te producen angustia? ¡Tu objetivo es muy importante! ¿Lo sabes? Entonces a trabajar con tus trabas, no las tomes como fracaso sino como desafíos para cambiar y reconocer que son parte de la vida.
- Piensa en el momento del triunfo. Comprobarás que si pones todo de ti lograrás lo que pretendes, y si te esfuerzas por quitar de tu vida lo que te obstaculiza podrás aplicar esa fuerza para las demás metas que te fijes. Los objetivos que se consiguen de manera rápida no son permanentes; sin aprendizaje se vuelve al punto de partida. Por lo tanto, no reniegues de tus errores, sólo trabajá con ellos y erradícalos respetando tus tiempos.
- No siempre podrás hacerle frente a las tentaciones que te dominan, pero es importante que empieces a no ceder. En la medida en que lo hagas vas a notar que puedes lograr cambios importantes en tu senda.
- No estés muchas horas en tu casa cerca de los alimentos. Planifica tus días incluyendo caminatas con amigos o actividades que te pongan en movimiento y despejen tu mente.
- Cuando cocines, ten el estómago satisfecho para no picar la comida antes de que esté en el plato. Si no vives solo y en tu casa hay alimentos que te tientan, guárdalos en cajas herméticas, con cinta adhesiva, en estantes muy altos; sugiérele a los integrantes de tu familia que sean los encargados de entregarlos a tus hijos – si los tienes- cuando se requiera.
- Carteles visibles que te den aliento, en las puertas de los armarios donde haya alimentos para que no te dominen, como por ejemplo: “Recuerda que estás adelgazando con buenos resultados… no te tientes”, o “Que no te domine el placer porque después te vas a sentir sin fuerzas para seguir el camino… adelante, tú puedes pero tienes que querer. Que el alimento sea un medio de vida y no de tu destrucción”. Al hacer las compras, ten presentes estos consejos: a) Anota todos los alimentos que vas a consumir durante una semana. b) Anda al mercado después de haber efectuado alguna ingesta importante. c) Haz un cálculo aproximado de lo que vas a gastar en la compra de alimentos. Eso te ayudará a dejar de lado los que te tienten. d) Fortalécete y piensa en los resultados que estás obteniendo, para que no te supere el deseo de comprar aquellos productos que atentan contra tu deseo de adelgazar. e) Si aún no logras resultados deseables, piensa que al dominar el impulso de comparar alimentos que te apartan de tu meta podrás seguir el plan alimentario con alegría y confiar en un resultado mejor. No saltes las entrecomidas. Son primordiales, ya que prolongan la saciedad. Hazlo aunque no tengas apetito. Si las omites no podrás manejar con inteligencia las ingestas posteriores y abrirás la puerta de entrada a las tentaciones. Ten en la nevera o en la alacena maíz sin azúcar, un puñadito de frutas secas, frutas frescas en tamaño pequeño, queso compacto magro en porciones del tamaño de una cajita de fósforos. También puedes preparar un licuado de banana no madura con un vaso de leche descremada, o moldear en cubeteras limonada, yogur descremado o gelatina dietética con pedacitos de frutas. Mientras cocines, recurre a las entrecomidas para evitar la compulsión.
- Eres un ser humano, no eres perfecto; durante toda tu vida tendrás que luchar contra los errores. Enfréntalos para encontrar soluciones. La única manera de cambiar es arriesgarse a nuevas variables.
- Juzga tu éxito de acuerdo con lo que te esforzaste para conseguirlo. Valora todos los cambios que observes. Continuá en este camino. Es un desafío que te llevará a lo que tanto anhelas. Recuerda: tú puedes pero tienes que querer.
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Fuente: Clarín.
Daniel Ricardo Hernández
Comunicador Social