Muertes por cáncer de pulmón podrían ser menos si los pacientes dejaran de fumar | Por: @linternista
El cigarrillo mata. Centenares de patologías mortales están asociadas al hábito de fumar, y 80% de los casos de cáncer de pulmón tienen que ver con esta adicción.
El cáncer de pulmón es la causa más común de muerte por cáncer en todo el mundo. Según expertos, la mortalidad sigue siendo alta debido a que el 56% de los casos son diagnosticados después de metástasis a distancia, mientras que el 22% son diagnosticados con la enfermedad localmente avanzada, lo que resulta en tasas de supervivencia de 5 años.
En el marco de Sexta Conferencia Latinoamericana de Cáncer de Pulmón, llevada a cabo en Perú, el Dr. Luiz Raez, reiteró la relación directa que existe entre el consumo de cigarrillo y el número de pacientes que fallecen por esta enfermedad. «De cada cinco pacientes con cáncer de pulmón se mueren cuatro, porque solamente podemos curar a uno. Pero si la gente dejase de fumar podríamos curar, dos o tres. Todo el esfuerzo de la ciencia es para curar a un sólo paciente, por eso es increíble la cantidad de cosas que se podría lograr solo dejando de fumar”.
El 80% del cáncer de pulmón está relacionado al consumo de cigarrillos. Sin embargo, a pesar de la gran cantidad de estudios e investigaciones que advierten sobre los riesgos, los índices de casos no disminuyen. Para Raez, está tendencia sigue sin reducirse debido a que «está dentro de las opciones libres del ser humano. Se tendría que prohibir en todas partes del mundo pero aún así hay personas que fumarían».
El tratamiento habitual para la enfermedad es la quimioterapia. Sin embargo, se han identificado a nivel molecular diversos tipos de cáncer de pulmón. Debido a estos se están aplicando tratamientos específicos, como el uso de pastillas que no son toxicas y pueden mantener al paciente vivo uno o dos años más.
«Un cáncer de pulmón no tiene una sola alteración genética, sino que puede tener hasta doce. Sobre dos de estas ya existen medicamentos aprobados por la FDA y para las otras mutaciones también, pero que aún están en pruebas”, señala Raez.
Sentencia de muerte
Entre el 10% y el 15% de los cánceres de pulmón de células no pequeñas se debe a una mutación en el gen EGFR. La cifra de muertes por cáncer de pulmón aumenta cada año. La OMS calcula que, sin no se toman medidas, en 2030 se alcanzarán los 2,3 millones de fallecimientos anuales.
En 2012, fallecieron en Europa 264.782 personas por cáncer de pulmón, de las cuales 183.369 eran hombres y 81.413 eran mujeres, según el Observatorio Europeo del Cáncer.
Se estima que el de pulmón es el causante del 18% de las muertes por cáncer en el mundo. Solamente el 7% de los enfermos siguen vivos a los cinco años del diagnóstico.
Y es que los fumadores están expuestos a 4,500 sustancias, 120 tóxicas, 60 cancerígenas. Entre esas sustancias definitivamente dañinas destacan las siguientes:
- Acetaldehído – Causa irritación de ojos, nariz y vías respiratorias superiores, así como catarro bronquial. A altas concentraciones produce cefalea, estupor, bronquitis y edema pulmonar. Ejerce también una acción narcótica general en el sistema nervioso central.
- Acetona – Diluyente inflamable.
- Ácido cianhídrico – Gas altamente venenoso (bloquea la recepción de oxígeno por la sangre).
- Acroleína – Componente que provoca mal aliento.
- Alquitrán – Sustancia tóxica y cancerígena que ayuda al desarrollo de la adicción. Obstruye las vías respiratorias y es la sustancia amarillenta y pegajosa que mancha los dientes y dedos de los fumadores, depositándose asimismo en los pulmones.
- Amoníaco – Químico peligroso utilizado em productos de limpieza.
- Amonio – Se utiliza para cristalizar la nicotina, un proceso similar al que se hace para convertir el polvo de cocaína en crack. El amonio acelera la dispersión de la nicotina cristalizada, lo que modifica su composición química con el fin de que sea más rápidamente absorbida por el organismo.
- Anilina – Es un líquido entre incoloro y ligeramente amarillo de mal olor característico. Puede ser tóxica si se ingiere, inhala o pone en contacto con la piel. Daña a la hemoglobina, responsable por el transporte del oxígeno en la sangre.
- Arsénico – Componente altamente dañino: veneno puro contenido en los raticidas.
- Benzopireno – Sustancia cancerígena que ayuda en el proceso de combustión – hace que el cigarrillo no se apague.
- Butano – Gas incoloro, inodoro, pero altamente inflamable. Combustible doméstico.
- Cianuro – Veneno empleado en la cámara de gas.
- DDT – Plaguicida.
- Dietilnitrosamina – Causante de daños hepáticos.
- Fenol – Corroe e irrita las membranas mucosas. Si se ingiere o se inhala directamente es mortal! Aparte de ser corrosivo, afecta el sistema nervioso central.
- Formol – Formaldehído conservante.
- Metales pesados: mercurio, plomo y cadmio – Un solo cigarrillo contiene de 1 a 2 mg, reduciendo la capacidad de los pulmones. La vida promedio de estas sustancias es de 10 a 30 años. Entre otros problemas, también causan: disnea, fibrosis pulmonar, enfisema, hipertensión, cáncer de pulmón, próstata, riñón y estómago.
- Metanol – Tipo de alcohol utilizado como combustible para cohetes y automóviles.
- que sustancias tiene el cigarrilloMonóxido de carbono – Gas incoloro de elevada toxicidad. El mismo que sale del escape de un automóvil. Tiene gran facilidad en asociarse con la hemoglobina, disminuyendo la capacidad de transporte del oxígeno.
- Naftalina – Sustancia blanca, volátil, con olor característico anti-polilla.
- Nicotina – Droga psicoactiva, responsable por la mayor parte de los efectos del tabaco sobre el organismo y que genera dependencia física. Es un alcaloide utilizado también como insecticida. A pesar de su mal olor, es el principio activo del tabaco, siendo la sustancia que provoca adicción y cáncer de pulmón. Su duración promedio en la sangre es inferior a 2 horas y, cuando su concentración se reduce, aparecen los síntomas que alertan al fumante para la necesidad de un nuevo cigarrillo.
- Níquel – Se almacena en el hígado, riñones, corazón, pulmones, huesos y dientes. Puede causar gangrena de los pies y daños al miocardio.
- Nitrosamina – Daña las células de los tejidos y puede producir tumores malignos.
- Pireno – Hidrocarburo carcinógeno. Se utiliza como aromatizante.
- Piridina – Actúa como un depresor del sistema nervioso central. Funciona al igual que la nicotina con el fin de potenciar los efectos adictivos de fumar.
- Polonio-210 – Elemento extremamente radioactivo.
- Tolueno – Se usa en la fabricación de pinturas, diluyentes de pinturas, barniz para las uñas, lacas, adhesivos y gomas, en ciertos procesos de imprenta y cultivo de cuero. Los vapores que provoca tienen efectos narcóticos e irritantes. Si se inhalan en gran cantidad pueden llegar a provocarnos la muerte en el peor de los casos.
¿Echar de lado a la quimioterapia?
Desterrar o reducir la quimioterapia. Los laboratorios investigan nuevos fármacos para sustituir el clásico tratamiento antineoplásico por otro que aumente la supervivencia libre de cáncer sin las alteraciones tan importantes de la quimio, lo que añade calidad de vida a los pacientes. Por esa vía avanzan ya los tratamientos basados en la inmunoterapia —fármacos que aprovechan las células del propio cuerpo para combatir las células cancerosas—, la gran promesa en el abordaje de esta enfermedad, o la terapia personalizada. Pero también algunos de los llamados fármacos dirigidos, por ejemplo, indicados para el tratamiento de ciertos cánceres de pulmón. Los últimos estudios muestran que algunos empiezan a dar ya mejores resultados que la quimioterapia como primera opción de tratamiento.
Es el caso de afatinib (del laboratorio alemán Boehringer Ingelheim), un fármaco indicado para algunos tipos de cáncer de pulmón (el EGFR, más frecuente en los no fumadores y que representa el 15% de los cánceres de pulmón de células no pequeñas) que, según los datos de varias investigaciones presentadas en el último Congreso Mundial de la Asociación Americana de Oncología Médica (ASCO), puede estar llamado a sustituir a la quimio en las primeras líneas de tratamiento. “Puede cambiar la práctica clínica”, apunta Rafael Rosell, director del Programa de Precisión y Biología del Cáncer del Instituto Catalán de Oncología (ICO), en España.
Dos estudios realizados en más de 600 pacientes indican que dar este fármaco oral (se toma una vez al día) antes que la quimio prolongó la supervivencia global de los pacientes con cáncer de pulmón portadores de la mutación EGFR en una mediana de tres meses (27,3 en comparación a 24,3 meses); reduciendo el riesgo de muerte en un 19%. “Los pacientes tuvieron, además, menos síntomas asociados al cáncer de pulmón y menos efectos adversos que la quimioterapia”, explicó uno de los autores principales del trabajo, James Chin-Hsin Yang, oncólogo de la Universidad de Taipei (Taiwan).
Los pacientes tratados con afatinib antes que con quimio vivieron casi un año sin experimentar crecimiento tumoral (11,1 meses) frente a algo más de medio año (6,9 meses) en aquellos tratados con quimioterapia. Además, los portadores de las mutaciones del EGFR más comunes (las que pueden suponer más del 90% de los tumores) que fueron tratados con este fármaco vivieron más de un año sin experimentar progresión de la enfermedad (13,6 meses) frente a algo más de medio año (6,9 meses) en los pacientes del grupo tratado con la quimioterapia de referencia.
Pero si el tumor ha progresado, explicó Rosell, el fármaco también da buenos resultados en segunda línea combinado con quimioterapia. Falta por comparar si afatinib ofrece mejores resultados que otras terapias dirigidas —como gefitinib (Astra Zeneca) o erlotinib (Roche)— que persiguen los mismos objetivos.
También otros laboratorios han hecho avances para desterrar la quimio en este grupo de pacientes. Es lo que se denomina terapia combinada. Uno de los trabajos presentado en Chicago, EEUU, muestra, por ejemplo, que la combinación de erlotinib y el antiangiogénico bevacizumab (ambos fabricados por Roche) da mejor resultado que emplear solo la terapia dirigida con erlotinib. Esta combinación, explicó Josep Tabernero, jefe de Oncología del hospital Vall d’Hebron (en Barcelona, España), logró mejorar significativamente el tiempo sin progresión de la enfermedad, con una mediana de 16 meses frente a 9,7 meses solo proporcionando erlotinib.
Fuentes: Elcomercio.pe, Wapa, Saludtotal.net, Elpais.com.
Daniel Ricardo Hernández @danielricardoh
Comunicador Social