El tomate es tan buen acompañante como saludabe | Por: @linternista
El tomate es rico en licopeno, un elemento natural que es antioxidante y contribuye a reducir las chances de desarrollar cáncer.Una dieta que contenga todos los nutrientes puede ayudarnos a prevenir enfermedades e incluso a mejorar nuestra expectativa de vida. Por eso, muchas veces los especialistas en nutrición recomiendan alimentarse con “todos los colores del arco iris”, una metáfora de lo que sería una dieta completa y equilibrada.
Instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) han reconocido los efectos beneficiosos sobre derivados de un mayor consumo de alimentos de origen vegetal. Este grupo, además de suministrar nutrientes, contiene compuestos bioactivos con efectos fisiológicos sobre la salud como antioxidantes que se encuentran en varios alimentos como, por ejemplo, el tomate. Este vegetal es rico en licopeno, un pigmento carotenoides que no se convierte en vitamina A y que es responsable del color rojo de esa verdura como el de otros alimentos: la sandía, el durazno o el pomelo rosado. El tomate y sus productos procesados son los que intervienen, en mayor medida, en su ingesta.
La absorción de los carotenoides presentes en la dieta depende de múltiples factores. Dado que generalmente se encuentran asociados a la matriz del alimento, es necesaria su liberación para ser absorbidos. Los dos principales factores que afectan a la absorción de los carotenoides son la presencia de aceite y la fibra dietética. Una vez en circulación, el licopeno se concentra en determinados tejidos como testículos, próstata, glándulas adrenales, hígado y riñones.
Muchas de las enfermedades crónicas como cáncer, obesidad, diabetes y las cardiovasculares se asocian a procesos de oxidación celular mediados por los radicales libres. Cuando actúan sobres las grasas, los radicales libres generan daño en las membranas y efecto citotóxico. Cuando atacan a las proteínas, producen oxidación de aminoácido y entrecruzamientos (cross linking) de cadenas peptídicas, mientras que cuando lo hacen sobre los genes, se observa mutación y carcinogénesis.La mayor parte de los efectos beneficiosos derivan de su capacidad de “capturar” radicales libres.
Por otro lado, existe evidencia sobre la asociación inversa entre la ingesta de licopeno y el desarrollo de ciertos tipos de cáncer. Ésta es especialmente fuerte para el cáncer de próstata. Entre los mecanismos detrás de la inhibición de la carcinogénesis están el aumento de sistemas de detoxificación y la interferencia en la proliferación celular con inhibición del ciclo celular.
La hiperplasia prostática benigna es una de las patologías prevalentes en la población masculina. Y el carcinoma de próstata es el cáncer de mayor prevalencia en hombres. Si bien es posible detectarlo tempranamente, son esenciales las estrategias destinadas a la prevención. Hay evidencia de que el licopeno inhibe la progresión de la hiperplasia benigna de próstata a cáncer y reduce los niveles de marcadores como el PSA. Su efecto incluye acciones sobre los andrógenos que generan crecimiento prostático.
La enfermedad cardíaca isquémica es una de las principales causas de muerte en el mundo. Y el estrés oxidativo inducido por radicales libres sobre el colesterol LDL juega un rol central en la patogénesis de la aterosclerosis. El licopeno previene la oxidación del LDL colesterol.
Fuentes: Entremujeres, Informe21.
Daniel Ricardo Hernández @danielricardoh
Comunicador Social