2 o más vasos por día de refrescos, bebidas azucaradas o endulzadas artificialmente aumentan la mortalidad | Por: @rigotordoc
Según el estudio paneuropeo más grande hasta la fecha, publicado el 3 de septiembre en la versión digital de JAMA Internal Medicine, en que se investiga esta asociación, el consumo de refrescos, bebidas azucaradas o endulzadas artificialmente conlleva un incremento de muertes por todas las causas. Los investigadores evaluaron consumo total de refrescos analizando por separado la ingesta de bebidas endulzadas con azúcar y con edulcorantes artificiales.
El consumo frecuente de refrescos endulzados con azúcar aumenta la ingesta de energía, lo que puede conducir al aumento de peso y la obesidad. En 2010, la carga mundial de enfermedades cardiovasculares asociadas a la adiposidad, cánceres y diabetes tipo 2 asociada con el consumo de refrescos azucarados se estimó en 184.000 muertes.
La reformulación de los refrescos endulzados con azúcar, en los que el azúcar se reemplaza por edulcorantes bajos en calorías o sin calorías, está siendo impulsada por la conciencia del consumidor y los instrumentos fiscales, como los impuestos. Estos refrescos artificiales endulzados tienen pocas calorías o calorías; sin embargo, sus implicaciones fisiológicas y de salud a largo plazo son en gran medida desconocidas.
Si el consumo regular de refrescos (total, endulzado con azúcar o endulzado artificialmente) se asocia con una mayor mortalidad por cualquier causa y causa específica es incierto, dado que se informaron resultados inconsistentes de estudios prospectivos previos.
Para la mortalidad por causas específicas, estudios previos sobre el consumo de refrescos y la mortalidad por enfermedades cardiovasculares han encontrado asociaciones positivas. Sin embargo, es incierto si estas asociaciones diferían según el tipo de enfermedades circulatorias (p. ej. cardiopatía isquémica y enfermedades cerebrovasculares). De manera similar, hasta la fecha hay pocos datos disponibles sobre la mortalidad por otras afecciones crónicas importantes, como cánceres, enfermedades digestivas y enfermedades neurodegenerativas.
Los investigadores escriben en su artículo que sus resultados son importantes debido a que los refrescos se consumen con mucha frecuencia, especialmente entre los más jóvenes, pero se desconoce si este consumo está asociado con un mayor riesgo de mortalidad y hasta la fecha la mayoría de los trabajos no se han realizado entre poblaciones europeas.
En su artículo, Amy Mullee, Ph. D., de University College, en Dublín, Irlanda y coolaboradores señalaron que estudios previos de la relación entre refrescos y mortalidad han demostrado resultados incongruentes. Sin embargo, determinados hallazgos del presente estudio reflejan los encontrados en estudios previos, incluidos los resultados de dos grandes estudios basados en Estados Unidos, publicados antes este año.
Se analizaron diez países europeos-EPIC
Incluyó participantes de Dinamarca, Francia, Alemania, Grecia, Italia, los Países Bajos, Noruega, España, Suecia y el Reino Unido que forman parte del Estudio Europeo sobre Cáncer y Nutrición (EPIC), una cohorte multinacional con más de 41.000 muertes registradas durante el período de seguimiento. La información sobre el consumo de refrescos se obtuvo a través de cuestionarios sobre sus hábitos alimenticios al inicio del estudio, entre 1992 y 2000. La cohorte del estudio final incluyó 451.743 participantes; 71,1% mujeres, con una media de edad de 50,8 años.
Las bebidas no alcohólicas totales consistían en una combinación de refrescos, bebidas gaseosas e isotónicas, y jarabes diluidos. El consumo total de refrescos se subdividió en consumo de bebidas azucaradas y endulzadas con edulcorantes artificiales para todos los países, excepto Italia, España y Suecia, donde no se registraron tipos de refrescos.
Se registraron un total de 41.693 muertes durante el periodo de seguimiento de 16,4 años. La mortalidad por todas las causas más alta de manera estadísticamente significativa se encontró en participantes que consumían dos o más vasos de refrescos por día, en comparación con los que consumían menos de un vaso por mes (hazard ratio [HR]: 1,17; p < 0,001).
«La notable observación en nuestro estudio fue que el consumo de bebidas azucaradas, lo mismo que endulzadas con edulcorantes artificiales, se relacionó positivamente con el riesgo de mortalidad por todas las causas», comentó el autor principal, Neil Murphy, Ph. D., investigador de la International Agency for Research on Cancer, en Lyon, Francia.
«En general, en nuestra opinión, el presente estudio fue el más grande hasta la fecha en investigar las asociaciones entre el consumo de refrescos y los desenlaces de mortalidad, así como el primer análisis exhaustivo basado en Europa», señalaron los investigadores.
En relación con las causas específicas de muerte, se observaron asociaciones positivas entre bebidas con edulcorantes artificiales y mortalidad por enfermedades circulatorias en quienes consumían dos o más vasos por día, en comparación con quienes consumían menos de un vaso por mes (HR: 1,52; p < 0,001).
En cuanto al consumo similar de bebidas azucaradas, hubo un incremento en las muertes por enfermedades digestivas, en comparación con personas que consumían un vaso o menos por mes (HR: 1,59; p < 0,001).
En comparación con quienes consumían menos de un vaso por mes, los que ingerían dos o más vasos de bebidas con edulcorantes artificiales por día tuvieron un incremento de 26% en el riesgo de mortalidad por todas las causas (p < 0,001); quienes consumían bebidas azucaradas tuvieron un incremento de 8% en el riesgo (p = 0,004).
«Los resultados apoyan las campañas de salud pública dirigidas a limitar el consumo de refrescos» y fomentar alternativas más sanas, indicaron los investigadores.
«Los dos estudios encontraron asociaciones positivas entre los refrescos dietéticos y las muertes por todas las causas similares a nuestro hallazgo. Esta congruencia entre los estudios es indicativa de una asociación positiva entre refrescos endulzados con edulcorantes artificiales y los desenlaces de mortalidad», resaltó.
En relación con los refrescos endulzados con edulcorantes artificiales, el presente estudio es el tercero grande este año en observar una asociación positiva con muertes por todas las causas, explicó Murphy; no obstante, resaltó que se necesita más investigación acerca de los mecanismos subyacentes a esta relación.
Los resultados muestran que, a mayor consumo de bebidas gaseosas, de cualquier tipo, un mayor riesgo de muerte por todas las causas. Esta relación fue evidente tanto en hombres como en mujeres.
La falta de asociación entre bebidas azucaradas y muertes por enfermedades circulatorias que incluía la cardiopatía isquémica fue imprevista, observó Murphy.
La falta de asociación en este estudio «puede ser un hallazgo fortuito, pues la totalidad de la evidencia de todos los estudios disponibles indica que la mayor ingesta de refrescos endulzados con azúcar está relacionada con más riesgos de desenlaces de enfermedad cardiovascular», observó.
Se evidenció asociación positiva entre mortalidad por enfermedad de Parkinson y refrescos y cáncer de colon
Como un resultado «interesante», también se encontró una asociación positiva entre la mortalidad por enfermedad de Parkinson y el consumo total de refrescos (HR: 1,59; p = 0,02).
«Este fue el primer estudio en encontrar una asociación positiva entre el consumo de refrescos y muertes por enfermedad de Parkinson», puntualizó Murphy. «No tenemos hipótesis predominante sobre la relación que observamos. Es posible que este resultado sea falso. Ahora se necesitan más estudios epidemiológicos y experimentales para investigar con más detalle esta asociación».
En relación con cáncer, el consumo total de refrescos solo se asoció positivamente con muertes por cáncer colorrectal (uno o más vasos por día frente a menos de un vaso por mes) (HR: 1,25; p = 0,004), pero no con alguna otra muerte por cáncer.
«Sin embargo, es posible que el consumo de refrescos pueda contribuir de manera indirecta al riesgo de cáncer por aumento de peso y obesidad, que son fuertes factores de riesgo para múltiples cánceres», advirtió.
No hubo diferencias notables entre países, y las asociaciones fueron similares entre los 10 países europeos.
Murphy resaltó que en general los resultados no significan que los refrescos produzcan muerte temprana, pues otros factores podrían contribuir a las asociaciones observadas. «El alto consumo de refrescos puede ser indicador de una dieta no sana en general. Además, en nuestro estudio los consumidores de gran cantidad de refrescos tuvieron un índice de masa corporal más alto, y también más probabilidades de ser fumadores de tabaco activos», dijo.
Los investigadores hicieron el ajuste con respecto a índice de masa corporal, hábitos de tabaquismo y otros riesgos, y persistieron las asociaciones positivas.
Referencias:
- Mullee A, Romaguera D, Pearson-Stuttard J, et al. Association Between Soft Drink Consumption and Mortality in 10 European Countries. JAMA Intern Med. Published online September 03, 2019. doi:10.1001/jamainternmed.2019.2478
- ABC.es
- medscape.com
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Dr. Rigoberto J. Marcano Pasquier @rigotordoc
Medicina Interna
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