Consumo diario de refrescos ‘light’ o «zero» triplica el riesgo de alzhéimer o de ACV | Por: @linternista
Un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston (EE.UU.) muestra que las personas que consumen frecuentemente bebidas azucaradas tienen una peor memoria, un menor volumen cerebral total e hipocampos –el área cerebral implicada en la memoria– más pequeños.
El estudio, publicado de forma simultánea en las revistas «Alzheimer’s & Dementia» y «Stroke», también alerta de que las personas que beben a diario refrescos dietéticos –caso de los ‘light’ o de los ‘zero’– presentan, frente a aquellas que toman como máximo una de estas bebidas a la semana, un riesgo cerca de tres veces superior de desarrollar la enfermedad de Alzheimer o de sufrir un ictus.
Un consumo excesivo de bebidas azucaradas, refrescos o jugos de frutas, puede ser perjudicial para la salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó el pasado año un informe en el que recogía algunas recomendaciones –sobre todo fiscales– para ‘frenar’ el consumo de este tipo de bebidas. Y es que según los especialistas, el consumo de refrescos y zumos, así como de cualquier bebida azucarada, es en parte responsable de la actual pandemia de obesidad –y de sus enfermedades asociadas, caso de las cardiovasculares y la diabetes–. Sin embargo, parece que el daño provocado por estas bebidas no se limita a nuestra línea o nuestro corazón: también afecta al cerebro.
Como explica Matthew Pase, director de la investigación, «nuestros resultados muestran una asociación entre una ingesta elevada de bebidas azucaradas y una atrofia cerebral, incluido un menor volumen del cerebro y una peor memoria. Y asimismo, también hemos visto que la gente que bebe refrescos dietéticos a diario tiene un riesgo casi tres veces mayor de padecer demencia o ictus. Más concretamente, de sufrir un ictus isquémico, en el que los vasos sanguíneos cerebrales se ven obstruidos, y la enfermedad de Alzheimer, la forma más común de demencia».
Azucarados o edulcorados
Cada vez son más numerosas las evidencias que constatan que el exceso de azúcar tiene efectos muy negativos para la salud. De ahí que las bebidas ‘light’ sean normalmente promocionadas como una alternativa saludable a los refrescos ‘normales’. Sin embargo, todas estas bebidas, ya contengan azúcar o edulcorantes artificiales, se asocian a factores de riesgo cardiometabólicos, lo que aumenta el riesgo de patologías cerebrovasculares y demencia.
En la nueva investigación, los autores trataron de cuantificar el efecto del consumo de bebidas azucaradas o edulcoradas sobre el volumen cerebral y las funciones cognitivas –fundamentalmente, el pensamiento y la memoria–. Y para ello, sometieron a cerca de 4.000 participantes del Estudio de Salud de Framingham (FHS) mayores de 30 años a pruebas de imagen por resonancia magnética y a distintos test cognitivos.
Los autores también llevaron a cabo un seguimiento durante 10 años de 2.888 participantes mayores de 44 años para analizar la relación entre el consumo de estas bebidas y el ictus y de 1.484 participantes mayores de 59 años para evaluar una posible asociación con la demencia.
Los resultados constataron los perjuicios para el cerebro que conlleva el consumo de refrescos, zumos y bebidas azucaradas. Un efecto negativo que, según indican los autores, no se explican por la posible presencia de enfermedades preexistentes, caso de las patologías cardiovasculares, la diabetes o la hipertensión arterial.
Como refiere Matthew Pase, «por ejemplo, las personas que consumen refrescos ‘light’ de forma más habitual también son más proclives a ser diabéticos, lo que se cree que aumenta su riesgo de demencia. Sin embargo, incluso tras excluir a la población diabética del estudio vimos que el consumo de refrescos ‘light’ seguía asociándose con el riesgo de demencia».
Mejor beber agua
En definitiva, las nuevas evidencias demuestran que las bebidas azucaradas no son buenas para la salud del cerebro. Y asimismo, que las bebidas edulcoradas –o ‘light’– no parecen suponer, por mucho que insistan los anuncios, una opción más saludable.
Como concluye Rachel K. Johnson, ex presidenta del Comité de Nutrición de la Asociación Americana del Corazón (AHA) en un editorial en el mismo número de la revista «Stroke», «sabemos que limitar los azúcares añadidos es una estrategia importante para una buena nutrición y un peso saludable, y hasta que sepamos más al respecto, la población debería utilizar las bebidas artificialmente edulcoradas con precaución. Es cierto que pueden jugar un papel en el caso de las personas con diabetes o que tratar de perder peso, pero debemos alentar a la población a que beba agua, leche semi o desnatada u otras bebidas sin edulcorantes añadidos».
Fuente: abc.es