Alimentar a los niños: una batalla con cuartel | Por: @linternista
Convencer a nuestros pequeños hijos de comer a veces es todo un reto y puede terminará causando estrés e incluso a toda la familia, y es una situación frustrante cuando dedicas tiempo y preparas una comida y tu bebé se rehúsa a comerla.
A muchos de nosotros como padres nos preocupa que nuestros hijos no estén comiendo lo suficiente para obtener la energía que necesitan o que estén comiendo demasiadas cosas que no son nutritivas y que no les hacen bien.
¿Qué se puede hacer cuando los hijos se niegan a comer sobre todo las verduras y frutas?
Algunas técnicas para incentivar mejores hábitos alimenticios en los más pequeños:
Los hábitos alimenticios de los niños están influenciados por lo que ven a su alrededor, en sus casas y las casas de familiares y amigos. Si hay muchas chucherías y dulces en su casa o en casa de sus amigos entonces es probable que quieran comer eso.
Somos el principal modelo para nuestros hijos. Involucrar a los niños en la preparación de la comida es positivo.
Si nos ven regularmente comiendo, probando y disfrutando de alimentos sanos, y nos mostramos entusiasmados por lo que comemos, estarán más dispuestos a probarlos. Si conocen a otro niño que es más aventurero con la comida invítelo a cenar alguna vez. Verlo disfrutar de comer fruta y verdura alentará a que su niño también quiera probarlos.
Al crear una atmósfera positiva en torno a la comida sana, se está listo para dar el paso siguiente. Esto requerirá tiempo. Aquí le damos algunas sugerencias:
- Introduzca la comida nueva dando cucharadas pequeñas y de forma espaciada, para no abrumar a su hijo.
- Empiece con bocados pequeños de su propio plato. Puede llevar de 10 a 15 bocados de un alimento nuevo para que un niño se acostumbre.
- Pruebe un alimento nuevo junto con su hijo, mostrándole que está dispuesto a probar cosas nuevas.
- Recuerde mostrarse positivo, incluso si a veces tiene que actuar.
- Darle a su hijo comidas azucaradas o dulces de forma regular desarrollará su gusto por ellos.
- Trate de que la cena familiar sea un momento abierto y relajado.
- Cuando pueda, involucre a su pequeño en la preparación de la comida. Hable sobre lo que come: qué aspecto tiene, cómo sabe y de dónde viene.
- En vez de usar los dulces como motivación, intente crear una tabla de recompensas.
Sin desesperación
Usted no es el único padre o madre con un niño que es difícil a la hora de comer. Esta característica está asociada a la etapa en la que los niños empiezan a ser más independientes.
Este rechazo de los menores a probar comida nueva es parte de un desarrollo evolutivo que surgió para evitar que los más pequeños coman comida potencialmente dañina, mientras exploran su medio ambiente.
Es clave mantener una actitud positiva respecto a la comida en especial cuando hable de comida.
Cuando sus hijos se rehúsan a probar nuevos alimentos, no puede haber u refuerzo de está conducta descartando o dejando de un lado esos alimentos que rechaza el niño, y nunca se debe afirmar que “a Juan no le gustan las arvejas” porque se refuerza su creencia.
Los niños van cambiando de estado de ánimo cada día. Así que quizás hoy rechazan algo pero al otro día lo comen con gusto. Si hay alimentos que preferiría que sus hijos no coman –como comidas procesadas o carne, si es vegetariano- trate de no enfocarse en ellos sino en los que sí pueden comer.
Si los niños asocian la comida con algo negativo estarán menos dispuestos a experimentar.
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Fuente: BBC Mundo.
Daniel Ricardo Hernández
Comunicador Social