La ingesta de alimentos lácteos con alto contenido de grasa disminuyó el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2 | Por: @linternista
Según un estudio epidemiológico realizado por Fumiaki Imamura, Ph. D. y colaboradores de University of Cambridge, en Reino Unido que fue publicado el 10 de octubre en la versión electrónica de PLOS Medicine, los adultos con una ingesta de alimentos lácteos con alto contenido de grasa correlacionados con niveles más altos de tres ácidos grasos en sangre y tejido adiposo tuvieron menos probabilidades de desarrollar diabetes de tipo 2.[1]
Los investigadores analizaron datos de 16 cohortes internacionales combinadas con más de 60.000 personas del Consorcio de investigación de ácidos grasos y resultados (FORCE). A los participantes se les efectuaron determinaciones iniciales de tres ácidos grasos (ácido pentadecanoico [ácido graso saturado de 15 carbonos, 15:0], ácido heptadecanoico [17:0] y ácido trans-palmitoleico [t16:1n7]) que reflejan el consumo de grasa de alimentos lácteos, como leche y queso.
Durante un seguimiento de hasta 20 años, 23,8% de los participantes desarrolló diabetes de tipo 2. Las personas con los niveles más altos de los tres ácidos grasos (quintil más alto) tuvieron un riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2, que fue 35% menor que el de aquellas en el quintil más bajo durante el seguimiento.
«Hasta el momento, nuestros resultados proporcionan la evidencia global más exhaustiva sobre biomarcadores de grasas de lácteos y su relación con menos riesgo de diabetes de tipo 2», señaló el autor en una declaración del UK Medical Research Council.
«Sabemos que nuestro estudio de biomarcadores tiene limitaciones y requiere más investigación sobre los mecanismos fundamentales, pero como mínimo, la evidencia disponible sobre la grasa de alimentos lácteos no indica algún aumento en el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2», puntualizó.
El autor principal, Dr. Dariush Mozaffarian, de la Tufts University, en Boston, Estados Unidos, añadió: «Aunque se recomiendan los alimentos lácteos como parte de una dieta saludable, las guías estadounidenses e internacionales por lo general recomiendan productos lácteos bajos en grasa o sin grasa, debido a inquietudes en torno a efectos adversos de la mayor cantidad de calorías o lípidos saturados».
Estos últimos resultados, basados en la «medición de biomarcadores de ácidos grasos ingeridos en las grasas de alimentos lácteos, parecen indicar la necesidad de reevaluar los beneficios metabólicos potenciales de la grasa de productos lácteos o alimentos ricos en lípidos lácteos, como el queso«, destacó.
El Dr. Robert H. Eckel, de la Division of Endocrinology, Metabolism and Diabetes, and Cardiology, y Director of the Lipid Clinic en la University of Colorado, en Aurora, Estados Unidos, quien no participó en el estudio opinó al respecto:
«Hasta el momento NO se recomiendan cambios en un estilo de vida saludable en relación con el corazón, la diabetes y el cáncer, hasta que más datos científicos reafirmen esta relación entre los alimentos lácteos con alto contenido de lípidos y el menor riesgo de diabetes de tipo 2», resaltó el Dr. Eckel. Asimismo, opinó que «no es cuestión de ‘buenos alimentos’ o ‘malos alimentos’, es la dieta en general. Las dietas mediterránea y DASH están bien estudiadas», y se recomiendan.
Estos ácidos grasos «al menos parcialmente reflejan el consumo de grasas de lácteos»
Estudios previos han señalado que consumir queso o yogurt puede asociarse a menos riesgo de nuevos casos de diabetes de tipo 2, pero la investigación basada en la ingesta de alimento autodocumentada puede tener un sesgo de recuerdo, y las grasas de lácteos pueden estar «ocultas» en algunos alimentos y, por tanto, no notificarse, escriben los autores.
Sin embargo, investigaciones indican que los niveles de 15:0, 17:0 y t16:1n7 pueden ser un buen sustituto de la ingesta alimentaria de grasas de productos lácteos, ya que los niveles de estos ácidos grasos están aumentados cuando las personas refieren que consumen muchos productos lácteos con alto contenido de lípidos, y disminuyen cuando las personas cambian de productos lácteos con alto contenido de grasas a otros con bajo contenido.
En consecuencia, estas dos clases diferentes de ácidos grasos (las grasas saturadas de cadena impar 15:0 y 17:0; y la grasa trans natural de rumiante t16:1n7) «reflejan al menos parcialmente el consumo de grasa láctea» derivada de múltiples fuentes alimentarias, sin depender de la memoria de las personas, de acuerdo con los investigadores.
Analizaron datos de 16 estudios prospectivos (siete en Estados Unidos, siete en Europa, uno en Australia y uno en Taiwán). Los 63.682 participantes sin diabetes documentada tenían edad mediana o avanzada, con una media de edad inicial de 49 a 76 años.
Los investigadores utilizaron cromatografía de gases para determinar las concentraciones de 15:0, 17:0 y t16:1n7 en muestras de tejido y componentes sanguíneos. Las concentraciones relativas de estos tres ácidos grasos en general fueron bajas (0,1% a 0,5% mol% de ácidos grasos totales).
Durante un seguimiento promedio de 9 años, 15.180 participantes desarrollaron diabetes de tipo 2.
Concentraciones más altas de 15:0 y 17:0, t16:1n7, o de los tres, se relacionaron con una incidencia más baja de diabetes de tipo 2.
Tabla. Riesgo de diabetes de tipo 2, quintil superior frente a inferior de concentraciones de ácidos grasos
Tipo de ácido graso | Hazard ratio (IC 95%)* |
---|---|
15:0 | 0,63 (0,52 – 0,76) |
17:0 | 0,64 (0,47 – 0,87) |
t16:1n7 | 0,83 (0,62 – 1,11) |
Los 3 tipos | 0,65 (0,51 – 0,83) |
*Ajustado con respecto a género, edad, centro clínico, raza, posición socioeconómica, antecedente de tabaquismo, actividad física, consumo de alcohol, antecedente familiar de diabetes, dislipidemia, hipertensión, estado menopáusico (para mujeres), cardiopatía isquémica prevalente, índice de masa corporal y perímetro de la cintura. |
Este proyecto de agrupación armonizada de datos a nivel de participantes entre 16 estudios prospectivos de cohortes proporciona, a nuestro entender, la evidencia más completa para asociaciones de niveles de biomarcadores de 15:0, 17:0 y t16: 1n7 con riesgo de T2D.
Al comparar el quintil superior e inferior de los participantes en cada cohorte, encontramos que los niveles más altos de la suma de estos ácidos grasos se asociaron con un riesgo aproximadamente un 30% menor de desarrollar DT2. Esta relación siguió siendo significativa después del ajuste por las características demográficas, el estado socioeconómico, los factores del estilo de vida, el historial médico, las medidas de adiposidad y los biomarcadores de la lipogénesis de novo.
Los hallazgos respaldan la necesidad de una investigación cuidadosa para dilucidar los posibles mecanismos biológicos que subyacen al menor riesgo observado de T2D. Los ácidos grasos de cadena impar y t16: 1n7 tienen una similitud estructural de 16: 0 y pueden interferir con los efectos lipotóxicos de 16:0 en el páncreas.
También se ha planteado la hipótesis de que t16: 1n7 puede simular cis-16: 1n7 y suprimir la lipogénesis hepática de novo. Estos ácidos grasos también pueden ser un marcador de otros compuestos beneficiosos en la grasa láctea o en alimentos ricos en grasa láctea, como el queso.
Sin embargo, el estudio tiene algunas limitaciones, reconocen los investigadores.
«Pese a las ventajas de evaluar biomarcadores de ácidos grasos, los resultados no pueden distinguir entre diferentes tipos de productos lácteos (por ejemplo, leche, queso, yogurt y otros más), los cuales podrían tener diferentes efectos», advierten.
Además, aunque estos biomarcadores reflejan el consumo de grasas de alimentos lácteos, sus niveles pudieran estar influidos por otros factores, posiblemente no relacionados con la ingesta de productos lácteos.
Asimismo, los datos de poblaciones no caucásicas fueron escasos, de manera que se necesita más investigación entre poblaciones más diversas que pueden consumir otros tipos de productos lácteos con diferentes métodos de preparación de alimentos.
No obstante, «los nuevos hallazgos» del estudio respaldan la necesidad de investigación clínica y molecular adicional para aclarar los posibles efectos de estos ácidos grasos sobre el metabolismo de glucosa e insulina, y el papel potencial que desempeñan algunos productos lácteos en la prevención de la diabetes de tipo 2″, concluyen los investigadores.
Fuente: espanol.medscape.com
Referencia: Imamura F, Fretts A, Marklund M, Ardisson K, y cols. Fatty acid biomarkers of dairy fat consumption and incidence of type 2 diabetes: A pooled analysis of prospective cohort studies. PLoS Med. 10;15(10):e1002670. doi: 10.1371/journal.pmed.1002670. PMID: 30303968. Artículo