¿Es posible hacer desaparecer el temblor del Parkinson? | Por: @linternista
Para las personas que sufren temblor esencial o la enfermedad de Parkinson, se convierte en una «misión imposible» agarrar un vaso de agua, escribir, cocinar o incluso andar.
Pero, este trastorno del movimiento que evita llevar una vida normal y llega a ser invalidante puede desaparecer gracias al uso de una técnica revolucionaria basada en ultrasonidos y que evita recurrir a la tradicional cirugía abierta de cráneo cuando el tratamiento farmacológico no es efectivo.
Este tratamiento se realiza con HIFU (High Intensity Focused Ultrasound, por sus siglas en inglés), que es una tecnología pionera en España que permite destruir las células dañadas por elevación de la temperatura mediante la aplicación de un haz de ultrasonido de alta frecuencia y alta energía.
José Obeso, director del Centro Integral de Neurociencias HM Cinac. explica que es un equipo de Resonancia Magnética con emisiones de ultrasonidos que realiza el tratamiento con dos fases:
- La primera, y esencial, en la que se determina el punto exacto al que se van a dirigir los haces del HIFU. Esto dura cerca de una hora y media y es la clave del asunto, ya que para lograr el éxito del procedimiento es fundamental elegir bien el punto cerebral sobre el que se trabaja.
- La segunda fase del proceso consiste en dirigir los haces de ultrasonidos a dicho punto. Ahí el tejido alcanza una temperatura determinada, pero de manera muy precisa, para no afectar a otras fibras del cerebro.
La aplicación de HIFU da resultados que «son inmediatos y la paralización del temblor llega a ser permanente, por lo que la calidad de vida de los pacientes mejora radicalmente», aclara Obeso.
Además de tratar el temblor esencial, los profesionales de HM CINAC han empleado esta técnica con éxito en algunos pacientes para los temblores propios de la enfermedad de Parkinson.
Pero el futuro es aún más prometedor, ya que se espera que pueda aplicarse a otras patologías como la neuralgia del trigémino e incluso enfermedades psiquiátricas.
«Con el HIFU buscamos actuar sobre circuitos cerebrales que generan una conducta anormal. En el futuro, si esta técnica se sigue perfeccionando, se podrá aplicar a un amplio espectro de pacientes», aclara Obeso.
Actualmente, en los pacientes con temblores, cuando fracasa el tratamiento médico, se realiza tratamiento con estimulación cerebral profunda, es decir, una cirugía craneal en la que se introducen unos electrodos en el cerebro y éstos se conectan a un generador. De esta forma se estimula un área cerebral y se anula el temblor del paciente. Se trata de un procedimiento invasivo y que supone un elevado coste sanitario.
En este sentido, «la principal ventaja del HIFU es que no hace falta realizar ningún abordaje intracraneal. Durante el tratamiento se puede observar si la diana y el efecto son los adecuados, al mismo tiempo que se pueden realizar correcciones para mejorar la efectividad y reducir efectos adversos antes de producir la ablación focal del tejido», explica el experto.
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Fuente: La Razón.
Daniel Hernández
Comunicador Social