Presentada la «Declaración de México» para la mejorar la salud del sistema circulatorio para todos | Por: @linternista
Fue presentada la Declaración de México para la Salud Circulatoria durante la inauguración del Congreso Mundial de Cardiología y Salud Cardiovascular (WCC 2016) de la Federación Mundial del Corazón, llevado a cabo del 4 al 7 de junio en el Centro Banamex de la Ciudad de México, primera declaración mundial dedicada a la salud del corazón.
La declaración surge ante la necesidad de coordinar una acción global con una visión común en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares, principal causa de muerte en el mundo. Entre los firmantes de la declaración se encuentran la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial del Accidente Cerebrovascular (WSO). Se suman numerosas sociedades y fundaciones dedicadas a la salud cardiovascular así como otras organizaciones de salud.
Todos los signatarios se comprometieron a “apoyar el Plan de Acción Global de la OMS para reducir las muertes por enfermedades no transmisibles y usar sus redes para abogar ante legisladores por el financiamiento y ejecución de planes de acción nacionales”.
El doctor Erick Alexanderson Rosas, presidente de la Sociedad Mexicana de Cardiología destacó el total respaldo que esta asociación da a esta declaración: «esperamos que marque un hito importante en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares, tanto en México como el resto del mundo”.
La declaración se da tras la Cumbre Mundial sobre Salud Circulatoria y Desafíos Compartidos de «25 x 25», que tuvo lugar el mismo día de la apertura del WCC 2016. El objetivo es reducir el 25 por ciento de las muertes causadas por enfermedades cardiovasculares para el 2025.
Para alcanzar este objetivo los especialistas coinciden en que es de vital importancia reducir los principales factores de riesgo tanto para enfermedades cardiovasculares como accidentes cerebrovasculares, como el consumo de tabaco, consumo de alcohol, hipertensión, y obesidad. En México, el 19.9% de la población adulta consume tabaco, el 53.9% consume alcohol de manera diaria y ocasional, 31.5% de la población padece hipertensión y el 32.1% de la población presenta obesidad.
De ahí que “lo que tenemos que hacer es prevenir la enfermedad”, dijo el Dr. Alexanderson. Para ello será necesario educar a la población y promover hábitos saludables, comenzando la educación en salud a edades tempranas. “Que la población conozca los riesgos para que pueda decidir de forma informada sobre fumar o no fumar, o sobre consumir bebidas azucaradas”.
El profesor David Wood, presidente electo de la Federación Mundial del Corazón, afirmó: «La Declaración de México es un importante hito en los esfuerzos que se realizan actualmente para hacer frente a enfermedades que son prevenibles. Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo una enorme carga para la sociedad, no sólo económicamente, sino también porque en lugar de reducir fomentan la desigualdad, especialmente en los países de menores ingresos o medianos».
La declaración va dirigida a gobiernos y autoridades, instándolos “a adoptar medidas legislativas que promuevan tanto estilos de vida más saludables y entornos más limpios, como la tributación de productos no saludables, y mejoren el acceso a tratamientos efectivos para las enfermedades cardiovasculares”.
Un ejemplo de este tipo de medidas es el impuesto, que en 2014 introdujo México para gravar con un 8% a los alimentos con contenido energético superior a 275 kcal por 100 gramos y 1 peso por litro a las bebidas endulzadas con azúcar. Para el Dr. Alexanderson, “la implementación del impuesto sobre el azúcar fue un paso útil, pero hay mucho más por hacer, incluyendo un mayor control del tabaco».
La declaración también se dirige al sector privado para comprometerse a brindar espacios de trabajo saludables y seguros, a las ONGs para forjar alianzas, y al público para que “defienda su derecho a vivir y trabajar en entornos favorables de salud”.
El profesor Wood explicó: «Existe una enorme y excelente cantidad de esfuerzos que se realizan en todo el mundo para ayudar a reducir la incidencia de las enfermedades cardiacas y los accidentes cerebrovasculares, pero hacerlo de manera individual como países, e incluso continentes, no es la opción si deseamos alcanzar el impacto requerido. La Declaración de México establece la necesidad de ampliar el enfoque, el compromiso y la financiación de la salud cardiovascular a nivel mundial; es vital que todos y cada uno de los signatarios contribuyan desde su función a mejorar la salud circulatoria de todas las personas».
Fuente: espanol.medscape.com